UN ATISBO DE BIOGRAFÍA


Entre dudas me cuestiono
si ando en medio de la gente
lo mismo que el penitente
marcha detrás de su trono.

Solo con mis soledades,
con mi esperanza y mi anhelo
de levantarme del suelo
y perderme en mis verdades.

Verdades que tal vez sean
mentiras de un inocente
que anda en medio de la gente
para que nadie lo vea.

Y aunque a algunos se le olvida
yo solo soy un cantor,
que pica de flor en flor
lo que le ofrece la vida.

Que no es poco y es bastante:
y si me llaman Tornay
es prudente y elegante
conformarse con lo que hay…

Aunque nunca viene mal
exigirle al corazón
como una cosa normal
una pizca de ambición.

Voy y vengo con complejos
como cualquier ser humano
y cargando con el viejo
que me lleva de la mano.

Aunque también tengo al niño
muy vivo en cada rincón
de mi ardiente corazón:
nunca le falta cariño.

Y aunque lleve en la maleta
multitud de desengaños,
ni me atribulan los años
ni me cambio de chaqueta.

EL CAMBIO
Ser es cambio permanente,
ser o no ser, puro azar,
ser es morir y llorar,
no ser, no ser solamente.
Estar aquí, luego allá,
ver pasar lo que nos pasa,
ir y volver a empezar
pasar nunca se retrasa.
Hoy ya no soy lo que fui
lo que empieza se termina,
lo que fui ayer lo perdí
a la vuelta de la esquina.
Somos cambio que no para,
evolución que no cesa,
transformación que regresa,
munición que se dispara
en pos de un blanco imposible,
de un futuro que no sabe
si será o no posible.
El cambio es lo natural,
lo estático es cosa inerte,
del que se vale la muerte
para parecer normal.

Y LLORAR
Y llorar sigue siendo la respuesta,
la única y lánguida respuesta
a todo lo que hiere y lo que mata,
a todo lo que mancha y lo que afrenta.

Y llorar en privado y en silencio,
encharcado en la pena
y el dolor de tener tantas preguntas
y ninguna respuesta.

Entre el miedo y la rabia,
en un mundo que huele a ropa vieja,
en un mundo perdido,

en un mundo que vuela
sin rumbo, ni horizonte ni mañana
hacia el final de su misma existencia.

DEJA
Deja que el viento te bese
y no le vuelvas la espalda,
mírale su rostro y siente
el beso que te regala.

Deja que la luz te inunde
hasta que te anegue el alma,
que su llegada te encuentre
asomado a la ventana.

Deja que el amor de mire
fuego, pasión, flecha alada,
y cuando te esté mirando
devuélvele la mirada.

Deja que la luna llena
pinte de negro tus canas,
y que alumbre sin descanso
los balcones de tu casa.

Deja que el viento de lleve,
déjate llevar y escapa,
que si el viento va contigo
nadie detendrá tu marcha.

Y no le digas a nadie
que el viento es quien te acompaña.

Deja que la luz del Sol
vuelva tus noches mañanas,
que alimente tus raíces
y que despliegue tus ramas
y cuéntale al mundo entero
que tienes ardiendo el alma.

Deja que la Luna llena
mueva sus hilos de plata,
que tu mundo se convierta
en una fiesta sin pausa,
que si la Luna te mueve
serás un corcel con alas.

Y permite que ese amor,
que ayer te daba la espalda,
te abrace fuerte y te mime
y te mire cara a cara.
Si el amor está contigo.
si el amor entra en tu casa,
no podrá contigo nadie,
no podrá contigo nada.

LA NOCHE OSCURA
Respira sin piedad la noche oscura
en el vientre sin luz de las buhardillas
del alma que se ahoga en pesadillas
en el fango infernal de su locura.

¡Ay alma, qué tortura te atormenta,
que dolor se apodera de tu pecho,
qué plaga ha carcomido tu barbecho,
de qué pócima negra se alimenta!

Sin angustia no impera el sacrificio,
sin miedo no te crecen las cadenas,
y sin sombras no luce el claro día.

Siempre el alma buscando el precipicio
del fuego de la vida por sus venas,
su sino es entregarse, su alegría.

TIERRA
De las hojas secas, secas
se va nutriendo la tierra,
de las hojas y del sol,
luz que alumbra y alimenta.
La tierra que ríe y llora,
la tierra sabia y eterna,
la tierra que mira al Sol
con vocación de doncella.
Tierra dura, tierra firme,
que sabe a flores y a penas
que tiembla con el sudor
de los pobres que la pueblan.
Tierra dulce, tierra amarga,
tierra rica, tierra vieja,
tierra de hijos desnudos,
hijos de la madre tierra.

CON ESTE POEMA NOS PRESENTAMOS EN LA ÚLTIMA RONDA ROMÁNTICA. ERAMOS LOS COMPONENTES DE ENTREAMIGOS RONDA, SIWMPRE AL LADO DE LA CULTURA.

Somos el grupo Entreamigos
y traemos muchas ganas
de compartir con vosotros
una ristra de palabras;
de aquellos viejos vocablos
que de boca en boca andaban
en la voz de unos juglares,
que mantenían la llama
del buen gusto, del poema
a la lumbre de las brasas.
Aquí venimos nosotros
a recrear las batallas,
las cuitas y los combates
del corazón y del alma.
A volver a ser juglares
cantar como ellos cantaban
las noticias, chismorreos,
fruslerías y zarandajas:
todo cabe en un romance
a la luz de luna clara.
Entreamigos con ustedes
en esta Ronda Romántica.

Respirar con los ojos,
mirar con la garganta,
sentir con la cabeza
y pensar con el alma.
Así suele ocurrir (Es bueno que así sea),
si están las cosas claras.

Aunque lo niegue el vulgo,
somos granos de trigo
sumisos y obedientes
entrando en el molino,
que la vida dispone
como un cruel mecanismo,
que nos va triturando
mientras estamos vivos.
Luego, ya nada importa,
al final del camino
no somos más que harina
sin conciencia, sin ruido,
nada más que la nada
reinando en su castillo,
que servirá de pan
para todos los hijos,
que vienen y vendrán,
siguiendo su destino
inexorable viento,
que te arrastra consigo.

HOY
Hoy me siento despacio
y me miro en los ojos de los otros,
porque sé que allí encuentro mi destino
reflejado en sus vidas y en sus rostros.

Me miro y no soy nada sin sus brazos,
sin su amor, sin sus polvos, sin sus lodos,
sin su hiel, sin su rabia, sin sus penas
sin sus risas… sus odios.

Sus fracasos son siempre mi fracaso,
mi piel es el magma en el que floto,
nada soy yo sin ellos,
nada más que un enigma silencioso.

MAÑANA
Mañana yo no sé lo que será
de mi vida, mis juegos y mis guerras,
de mis pasos cansados,
de mis brazos, mis ojos y mis piernas.

Tal vez, alguna languidez
algún cansancio amargo, alguna grieta,
aparezca en mi fe de caminante
que confía sin dudas en sus fuerzas.

Y mientras, aquí estoy, a lo que venga,
hago guardia delante de mi puerta
esperando derrotas inefables
fingiendo que estoy vivo, aunque me muera.