Además de un sinfín de poemas y cantores sin fama ni reconocimiento, Ronda se ha cruzado en el camino de otros, si notorios y populares, de esos que encumbran lo que cantan. Se cruzó en su camino y ellos no pudieron más que quedar rendidos a sus encantos. A ellos debemos algunas de las frases con las que, tradicionalmente, se ha publicitado Ronda. Como la manoseada y no menos elocuente “Ronda, ciudad soñada” de Rilke.
Pero no solo el soberbio poeta alemán sintió la puñalada poética de esta ciudad, también lo hicieron Alberti, Luis Cernuda, Lorca, Juan Ramón Jiménez, el genial Borges,; estos últimos ponderándola en nuestra lengua. Cosa que también hicieron, pero en inglés, nada menos que Hemingway o James.
Aquí, los poetas no tienen más que mojar la pluma en todo lo que encuentran.