No sé qué me pasa hoy
pero me encuentro fatal;
no consigo concentrarme
y todo me sale mal.
Tal vez una mala racha
esté rozando mi piel
o quizás sea simplemente
que ayer me crucé con él.
No lo puedo olvidar,
me hace falta su mirada;
quiero seguir así:
alucinada.
Cuando paseo por las calles,
lo veo en todos los hombres
y en los libros, cuando estudio,
no veo más que su nombre.
Y su voz es la que escucho
cuando conecto la radio
y cuando enciendo la tele
presenta el telediario.
No lo puedo olvidar,
me hace falta su mirada;
quiero seguir así:
alucinada.