Uno camina sin sabor dónde
podrá encontrar de una vez el rumbo;
sin darnos cuenta vamos cayendo,
nos levantamos tumbo tras tumbo.
Vamos dejando atrás una historia
que va borrando nuestro destino;
aunque miremos siempre adelante
nunca podremos ver el camino.
Y las batallas te van marcando,
cada experiencia te hace distinto.
¿De qué nos sirve forzar el paso
si al fin y al cabo siempre es lo mismo?
Algunas veces será la suerte
la que nos marque alguna victoria
pero otras veces, pese al esfuerzo,
nos encontramos con la derrota.
Así es la vida, ¡hay que joderse!
y encima así tendrás que aceptarla
que aunque esta máquina no funcione
nunca nos dejan manipularla.
Y las batallas te van marcando,
cada experiencia te hace distinto.
¿De qué nos sirve forzar el paso
si al fin y al cabo siempre es lo mismo?