En esta sección de BARBARIDADES quiero poner de manifiesto todas las que veo a mi alrededor, sean o no responsabilidad de los políticos, que son lo que se llevan la fama, aunque también hay otros que cardan la lana. Esta sección la abandoné hace tiempo porque es inútil evidenciar estas delante de quienes no tienen ni la voluntad, ni la sensibilidad ni la inteligencia para corregirlas.




Arranco con estas imágenes de la Iglessia Mayor de Ronda, uno de los monumentos más visitados de Andalucía, uno de los que generan más ingresos. Sin embargo, obsérvese el estado en el que permite el Obispado que esté. Más bien parece una Iglesia- jardín que un monumento religioso. No, no son flores a María, son hierbas salvajes. Son sólo una muestra. Hay muchas más.

La Andalucía profunda, la nuestra, la olvidada, sigue padeciendo la indiferencia de unos políticos lamentables, que sólo se preocupan de sus propios intereses. 17 meses (¡alucinante) lleva este socavón impresentable obligando a parar a los viajeros en la vía que une a Ronda y la Serranía con la capital. 17 meses. Y tienen la desvergüenza de poner una máquina allí una semana antes de las elecciones. De nuevo, la percha, para que caigamos en la trampa. Debajo hay un recorte de prensa de cuando llevaba un año en ese estado. Todo lo que se les ha ocurrido ha sido poner un semáforo. ¿Dónde hay que firmar para que se vayan estos sinvergüenzas? El día que se inauguró fue la corporación rondeña en pleno, en autobúa, a pescar votos. Luego, ninguno de sus componentes sabía nada. Y Ronda cada vez más lejos de la civilización.

El tramo con Ardales se queda en un solo carril un año después de su inauguración
La aparición de una grieta ha obligado a realizar la circulación de forma alternativa
JAVIER FLORES / RONDA, RONDA | ACTUALIZADO 21.06.2010 – 01:00

El nuevo tramo entre la venta de El Cordobés y la carretera Campillos-Ardales-Málaga, utilizado para viajar a la capital de la provincia desde la Serranía de Ronda por el interior, no deja de dar problemas y presentar sus deficiencias desde su inauguración, hace ahora poco más de un año. La primera dificultad se mostró en forma de accidentes en la nueva rotonda de enlace con la carretera malagueña, que ha ocasionado diversos siniestros graves que provocaron la coloración de reductores y señales luminosas avisando del peligro. Era la forma implícita de reconocer que existía un importante problema. Aunque las medidas tomadas surgieron efecto no han terminado con los accidentes y se puede ver cómo las barreras de protección de la rotonda se encuentran en estos momentos destrozadas.

Pero no es la única deficiencia de la construcción de este tramo de apenas 5 kilómetros. Hace varias semanas la pequeña grieta que había aparecido en uno de sus carriles ha terminado por inutilizarlo. De momento se ha colocado una señalización del peligro y la circulación se realiza de forma alternativa por un único carril. No obstante, al estar situado el corte en una pronunciada pendiente, han sido ya diversos los momentos de peligro que se han producido. Las marcas de neumáticos dejadas en la calzada son la viva prueba del peligro existente y de lo cerca que han estado los accidentes.

Pero no quedan aquí las deficiencias. Y es que el hundimiento de la calzada al inicio del tramo, si se circula desde Ronda en dirección a Málaga, también provoca un inesperado salto que ha terminado con más de un bajo seriamente dañado. La respuesta de los conductores a la hora de preguntarle por este nuevo tramo es rotunda: «Es una chapuza lo que han hecho». Y es que muchos de ellos han esperado más de una década a que se ejecutara esta obra para poder dejar las temidas curvas del anterior trazado.

Pero no es el único obstáculo que se pueden encontrar durante el viaje. Y es que en el tramo comprendido entre Cuevas del Becerro y el inicio de este nuevo recorrido son diversos los socavones de grandes dimensiones que existe. No obstante, en este caso sí se está actuando sobre el más próximo a Cuevas, aunque en el resto únicamente queda el remedio de pasar muy despacio para no rozar el vehículo.

Estos son solamente algunos de los vergonzosos socavones que hay en las calles Tenorio y San Juan de Letrán. A estos munícipes, que parecen los inventores del turismo y que han puesto este barrio de La Ciudad a su servicio, no les importa que algún incauto visitante se deje el tobillo, la rodilla o la crisma en estas trampas. por cierto, el empedrado de la calle Tenorio es reciente; se ve que no se usaron los materiales de hace algún siglo y que duraron tantos y tantos años. Cosas de las comisiones y las obras modernas…