La vida es cambio; las personas cambian; los grupos, que están formados por personas, lógicamente, cambian. El cambio es consustancial a la vida. Por eso, ENTREAMIGOS, ha cambiado a lo largo de estos 8 años. Algunos de sus componentes ya formaban parte de otros grupos o bien tenían proyectos artístiscos personales. A lo largo de estos años, gracias también a ENTREAMIGOS, otros componentes han accedido a una situación de independencia artística, que les ha permitido desarrollar proyectos al margen del grupo. Hay quienes han desarrollado y desarrollan actividades al margen de ENTREAMIGOS, como un ejercicio razonable de libertad e independencia. Algunos, incluso, realizan estas actividades para sacar un lógico y respetable provecho profesional. Yo vivo eso con un profundo orgullo. Es razonable. Es evidente, pues, que quien sigue perteneciendo a ENTREAMIGOS, no lo hace ya por una necesidad de expresión artística, sino por un menester de amistad, de encontrar en este grupo lo que en otros sitios difícilmente se encuentra: amistad, respeto, compañerismo, ilusión, alegría... Por eso mismo, tal vez algunos puedan sentirse obligados, por aquello de la amistad, a participar en cosas que no apetecen o que no les permiten sus otras obligaciones.
Todo lo anterior invita a replantearnos nuestras actividades, con el fin de reducirlas y adecuarlas a la actividad externa de los componentes de ENTREAMIGOS, tanto de los profesionales como de los no profesionales. Por otra parte, nuestro prestigio, nuestro nombre, nuestra reputación, nos obligan a pensar y repensar muy bien lo que hagamos. Ya no podemos (debemos) hacer cualquier cosa por llenar una programación. Hay que seleccionar con cuidado para no agotar a nuestros miembros, para no cansar a nuestros seguidores y para no estar por debajo de nuestras expectativas.
Y lo que a mí me parece primordial: tenemos que abordar obras nuestras, originales. Eso es lo que le da verdadero prestigio a un grupo. Ade,ças en Ronda, nadie lo hace; hay un grupo que se dedica al teatro clásico (PROYECTO PLATEA). Otro se encarga del teatro popular (TES). Nosotros debemos aprovechar nuestras potencialidades y hacer cosas nuestras. Y explorar nuevos caminos: microteatro, proyectos en salas pequeñas. Montar espectáculos en los que se den la mano la música, el teatro y la poesía. Al teatro Vicente Espinel solo debemos ir en muy contadas ocasiones.
En Ronda es contado el público que acude al teatro. Siempre es el mismo. Últimamente hay demasiados espectáculos y la gente anda un tanto saturada. No hay tanto dinero para dedicar una parte del presupuesto mensual a acudir tantas veces al Vicente Espinel. Y menos, cuando ya no cuestan las funciones menos de 20 euros por pareja. Un ejemplo: Manu Sánchez viene a Ronda cada año. Hace dos funciones a llenos completos. Las 1000 personas que disfrutan de su espectáculos quedan inhabilitadas para acudir a otro durante ese mes, el anterior y el siguiente. Es lo que hay y tenemos que adaptarnos. Es más importante hacer cosas que llenar el teatro.