Hay que ver lo que han cambiado
estos chicos del capullo,
ayer no tenían nada
y hoy dicen que todo es suyo.
Por cambiar hasta han cambiado
su manera de querer:
ahí tenemos el ejemplo
del «compañero» Boyer.
Hasta ayer, sin ir más lejos,
detestaba a la nobleza
y hoy se pasea por Marbella
del braza de una marquesa.
Vaya potra tuviste
Miguel Boyer
cuando cambiaste a Felipe
por Isabel.
La prensa del corazón
se ha quedao sin papel
al contarnos la conquista
de «la china» por Boyer.
Tú Miguel, ya eras famoso
con el rollo de Rumasa,
eras el superministro,
el terror de cada casa.
En tu nombre se cagaron
todos los contribuyentes:
¡hay que ver lo que te gusta
darle por culo a la gente!
Pero eso ya es historia
y ahora al cruzar las esquinas
todos te llaman, Boyer,
«MIGUELITO, EL TIRACHINAS».