Qué dulce puede ser la soledad
Si se vuelve una puerta de salida,
un pobre callejón para escapar,
para dejar atrás las pesadillas.
Qué oscura puede ser la luz del día
Y cómo te envenenan los recuerdos
Cómo puede apagarse la alegría
Si te vuelves invierno.
Como amargan los besos que te di,
cómo duelen los años que perdí
en tus brazos.
Cómo pesa la vida que no viví,
cómo arañan los sueños que no sentí
a tu lado.
Lo mismo que a un mal sueño te abandoné,
puse rumbo directo hacia la vida,
olvidé en el desván lo que te amé,
aparqué en mis aceras las heridas.
Ahora otra vez he vuelto a caminar,
ya no caben reproches en mi pecho,
tengo nuevos los labios para amar,
los labios nuevos, pero…
Cómo amargan los besos que te di…