UN AÑO A LA INTEMPERIE: OTOÑO

Último trimestre de este año 2014 a la intemperie. Lo prometido es deuda. Un poemea diario desde el 1 de enero al 31 de diciembre; sin faltar ni un dÍ­a, como debe ser. Las reglas hay que cumplirlas, sobre todo si es uno mismo el que se las impone. Son las cosas del juego. Ha sido un año entero, 365 días acudiento a la cita. sin faltar ni una sola vez. Lo que me prometí hace un año, acabo de cumplirlo. Ahora habrá nuevos retos; éste, he logrado consumarlo y consumirlo, como el año que con este 31 de diciembre se nos va.
TODA UNA SEÑORA Ay, cuánto cuida esta dama sus joyas y sus poltronas, sus amigas enemigas y sus instantes de gloria! No tiene amor ni respeta ni a la gente ni a las cosas, pero es muy bien recibida por todos, ¡ay! y por todas. No tiene en su repertorio más que el título de hermosa; no es prudente ni se calla lo que ha de callar la boca; no es buena hija ni nieta, ni buena madre ni esposa; no le interesan los pobres ni el dolor ni la derrota. No sabe nada de nada, ni conoce ni le importa, ni cuánto curra su chófer ni la miseria que cobra; pero se da sus caprichos en los salones de moda y todos la consideran una perfecta anfitriona. Es una bruja muy bruja, pero es toda una señora.
RECUERDO Y OLVIDO Aunque estimo el recuerdo, necesito el olvido, con aquel gano y pierdo, pero con éste vivo, Me permite vivir porque limpia mis venas, dulcifica mis penas y me enseña a morir. El recuerdo se aferra al centro de mi altar, me sujeta a la tierra y me impide volar. MI GATITO Mi gatito se refresca a la sombra de un pimiento, con su pose principesca bajo su sombra contento. No tiene prisa y espera que alguna presa inocente pase cerca de sus dientes, como si con él no fuera. Mi gatito se ha dormido y los astutos bichejos. aprovechan sus ronquidos, para salvar el pellejo.
UNA MUJER EXTRAÑA Tiene miel en los labios y sal en la mirada y las flores le roban el rubor a su cara. Es sabrosa su piel, no teme a casi nada, tan solo a que un ladrón le desvalije el alma. Ama su libertad como una prenda rara y no tiene fronteras que limiten su marcha. Es solo una mujer, una mujer extraña. BESOS SIN PASIÓN En la calle del olvido, vendiendo frutos y excesos del oasis prohibido, reparte sin pasión besos. Mira su cara al pasar y en la piel de los espejos descubre unos ojos viejos, mustios de tanto mirar. Ojos cansados de verse con miedo, de contemplarse con ansiedad, de perderse y con ganas de olvidarse..
SON Camino sin caminante, vereda sin peregrino, son amador sin amante, viajero sin destino. Trigales sin amapolas, sonrisas sin alegría son una noche sin día, un mar sin barcos ni olas. Amores sin desengaño, pasiones sin sufrimiento son la mentira de un cuento, son la verdad de un engaño.
EL VINO DE NOCHEBUENA Sabe a hielo y ansiedad el vino de Nochebuena, vino viejo como el año, que se va por la escalera. Un vino añejo que invita a brindar de otra manera, a conjurar a los dioses del júbilo y de la fiesta. Pero la vida se escapa, sin apenas darte cuenta y ni siquiera los dioses tienen para esto respuesta. Ellos son hijos también del tiempo que nos condena.
SALTAR BARRERAS La vida entera consiste en una intensa carrera, donde todo lo que existe tiene que saltar barreras. Pero no una sino muchas, al amparo de la suerte, en una inquietante lucha, que solo zanja la muerte. Una lucha en la que todos conquistamos cicatrices, revolcados, infelices, en las entrañas del lodo.
OTRA VEZ LA NAVIDAD San José, humano burgués se escapó rápidamente, del Portal al Corte Inglés, confundido entre la gente. Y los pastores, al rato, lo han seguido con cariño, pues quieren comprar barato sus regalos para el Niño. ¡Ay, la blanca Navidad convertida en un mercado, marketing y vanidad, aguardiente y mantecado.
NOSOTROS Por qué debo perder mis manos y mis ojos? ¿Para qué convertir tu mayo en un agosto? ¿No es posible salir sin fiebre de este embrollo? Ha de haber una forma de ser tal como somos, sin que ser para ti suponga mi destrozo; sin que ser para mí te lleve a tu abandono. ¿Hay que vencer a un tú? ¿Hay que matar a un yo para hacer un nosotros?
¿QUÉ SERÁ? ¿Qué será de las fuentes sin tu boca? ¿Y del Sol y la Luna sin tu risa? ¿Qué será de los vientos sin tu brisa? ¿Qué será de mi piel si no la tocas. ¿Qué será de mi mal, de mi aflicción? ¿Qué será de mi pena y de mi hastío? ¿Qué será de mis lágrimas, mi frío? ¿Qué será de mi pobre corazón? ¿Qué será de mi vida sin tu vida? Qué será de mis noches sin tus noches?, ¿Qué será de mis huesos sin tus huesos? ¿Qué será de mi herida sin tu herida? ¿Qué seré yo sin ti, sin tus reproches? ¿Qué será de mis labios sin tus besos?
UN SABIO (Dedicado a Antonio Garrido, ese sabio rondeño) De la sabiduría, un pozo es su cabeza, sin fondo, sin medida, sin lindes ni fronteras, un pozo desbordado de saber y de ciencia. Los misterios de Ronda para él son certezas, los secretos, axiomas, verdades, evidencias. Entre libros, legajos, documentos, rastrea la raíz de este pueblo, la verdad de esta tierra, que entre todos llevamos prendida, porque es nuestra, en la parte del alma donde solo se encuentran los amores sagrados, las pasiones eternas.
SUTIL Es sutil e intangible, es liviana y etérea, impalpable y volátil, imposible y eterna. Es leve como el aire que cruza las fronteras, lo mismo que la breve levedad que nos lleva. Como un loco la busco en la tez de la niebla, en la espuma del mar, en la miel de la abeja, en un rayo de luna, en un grano de arena en el fragor de un trueno, en la luz de una estrella. Pero es dúctil y frágil, invisible y ligera y no hay forma de asirla, ni siquiera, de verla.
¿POR QUÉ? ¿Por qué siempre hay un imbécil que te estropea la fiesta? y por qué el más jilipollas se lleva a la tía buena? ¿Por qué se callan los pobres? ¿Por qué los ricos protestan? ¿Por qué las flores del mal por todas partes apestan? ¿Por qué las flores del bien se pudren de esa manera? ¿Por qué coño hay que admirar a los dueños de la Tierra? ¿Por qué se escapa la Luna cuando quiero yo cogerla? Y por qué siempre a los mismos nos toca pagar la cuenta?
TRAIDORES Ya no me fío de nadie ni niño, joven o viejo, en guardia me he colocado, porque todos me dan miedo. No es cuestión de retirarse, sino de estar muy atento, porque el alma de un traidor suele ser como el veneno, que te mata dulcemente y no te enteras ni luego. Yo aprendí a desconfiar de los grandes y los buenos, de los malos y los guapos, los feos y los pequeños y ni siquiera me fío del que me guiña sonriendo, con sus ojos inocentes, cuando me miro al espejo.
SOÑAR Yo no sé, seriamente si reír o llorar a esa luna impaciente que me invita a soñar Mostrarse al desengaño no nos debe frenar, los meses hacen año, amar nos hace amar. La belleza se esconde por detrás de las cosas y no se sabe dónde se vuelve tan hermosa. Pero, aunque tú no quieras, ella sigue y reclama tu eterna primavera, el fuego de tu llama.
MI GUITARRA Y MI PIANO el viejo piano como un retumbo del cielo, y en su beso cotidiano hay un mar de terciopelo. Y la guitarra dorada suavemente me cobija entrando por la rendija de mi piel enamorada. Ese piano sediento y esa guitarra dormida no saben lo que yo siento ni lo que cuesta la vida, pero lloran con mis penas, gozan con mis alegrías, y transitan por mis venas como yo mismo lo haría.
EN MI PUEBLO En mi pueblo están vigentes la costumbre de envidiar, la manía de explorar en la vida de las gente, y el prurito de admirar al que sigue la corriente.En mi pueblo aún hay alma, las beatas van a misa y poco a poco la prisa va ganándole a la calma.Muchos ya se han apuntado al tinto y al botellón, aunque también aún hay gente, que se acuerdan del pasado, que trasiega del porrón y brinda con aguardiente. Y en las calles venden chumbos y algún borracho florece por la plaza dando tumbos, cuando ya el Sol aparece.
TAL VEZ No sé, tal vez es el tiempo de escorarse hacia otro lado, de ganar otras batallas, de perderse en otros prados. Quizá ha llegado la hora de ser más uno que varios, de atender los propios sueños y de andar los propios pasos. Y me embarco en ese juego de vivir a contramano, de correr entre los quietos, y de ser libre entre esclavos. Y cada espacio es mi mundo y cada día es sagrado y las manos generosas son también mis propias manos. No sé, tal vez llegó el tiempo. ¿Ha llegado el tiempo, acaso?
¿QUIÉN SOY? Tan cerca estoy de mí mismo, que apenas puedo mírame, por eso no sé si soy un gran señor o un don nadie. A mí hay gente que me dice que conoce mis verdades, que sabe lo que yo pienso, que piensa que yo soy alguien. Otros, que no me conocen y que de mí nada saben, o que piensa simplemente que yo soy un buen don nadie. Pero yo no puedo estar de acuerdo con ambas partes, ni siquiera con alguna, las dos son inmejorables cosa que dicen de mí, pero que de nada valen. Porque yo soy el que soy, pero no lo sabe nadie, ni siquiera lo sé yo, ni siquiera Dios lo sabe.
CERCANÍAS Se acerca la Navidad, luz de turrón en las calles ecos de anuncios sin fin fiestas latiendo en el aire. En el fondo de las almas muchas, muchas soledades, que salen a la intemperie, a pesar de los pesares. Y en la tristeza de nieve un villancico te invade y parece que el misterio vuelve a calentar la sangre.
SIN FRONTERAS Ronda no tiene fronteras, sus confines son la frágil, techumbre de las estrellas que nadie conoce, nadie. No hay cercados que resistan tanta perfección salvaje, tanta grandeza encerrada en la luz de su paisaje, en su severo equilibrio y en la severa vorágine de un alma profunda y honda y ligera como el aire.
DENTRO Viviendo sin vivir, he buscado sin verte y esa sed de tenerte no me deja dormir Buscar y no encontrarte es ser sin existir, es amar sin amarte, Ya sé por qué es así: te busco y no te encuentro, porque te llevo dentro y no fuera de mí. Y vivir sin tenerte no puede ser vivir, el miedo de perderte es morir sin morir.
SOLO CURA EL OLVIDO Se afana la memoria buscando en la basura del tiempo la locura que atraviesa mi historia. Ya no cabe otra sombra en ese mar oscuro, pero intento, lo juro, liquidar lo que nombra. No sé lo que he perdido y no sé lo que pierdo; mucho duele el recuerdo, solo cura el olvido.
TÚ Y YO Inocentes tú y yo, creando poco a poco ese dios caprichoso, esa cosa sin rostro ese sujeto híbrido, que se llama nosotros. Inconscientes, tal vez, porque a ver quién demonios conjuga esta ecuación de hacer de dos un solo y humilde corazón, que ande del mismo modo y en con el mismo ritmo con que bailan los otros.
LOS VERSOS Por la piel suavemente, los versos se resbalan como el agua se escurre hacia la mar salada. Y como sin querer van poblando de lágrimas los surcados secretos, que decoran la cara. Y hacia dentro se esparcen como una lluvia mansa, que riega los barbechos despoblados del alma.
¿PARA QUÉ? Sé que nada es eterno, que no vale la pena pelear en la arena ni partirse los cuernos. ¿Para qué? Sé que nada se puede frente al dios del olvido, con ese no se atreve ni el Mesías prometido. ¿Para qué? Pero tampoco vale entregarse al destino, a ese brujo divino que por las grietas sale a joder. Estamos condenados, es la eterna canción, la guerra es peligrosa, pero antes cualquier cosa que la resignación.
¿QUÉ FUE? ¿Qué fue de aquella vereda verde, cuajada de espinas y de aquellas golondrinas, ¿todo pasa y nada queda? ¿Qué fue de aquellos senderos de avariciosas chumberas y de almendros en hileras en los bordes prisioneros? ¿Qué fue de mi primavera, y qué de aquel Sol naciente? ¿Qué ha sido de aquella fuente y qué fue de aquella higuera? ¿Qué fue de aquella vereda? ¿Ya solo vives en esta pobre y afanosa testa? ¿acaso ya nada queda? MATAR LA VIDA Inventar otros mundos, buscar otras salidas, alejarse del cosmos, perderse en otras miras; buscar el ideal más allá, más arriba y cambiar lo real por ficciones fingidas es perderse en la sombra, es culpar a la vida.
AMANTES Con mirada seducida él le regala otro beso y ella lo mira rendida, con ojos de miel y queso. Como si nadie existiera solos los dos, guapos, bellos, como si nadie pudiera amar lo mismo que ellos. Así suelen los amantes enseñar sus emociones, aunque sus mimos cargantes nos importen tres cojones. SABER ¿Quién soy yo, quién eres tú? ¿Quién lo sabe?, solamente tal vez lo sepa el champú que te chorrea por la frente. La nieve es igual que el fuego, tener es igual que ser, hoy es lo mismo que ayer, ahora es lo mismo que luego ¿Y quién dará de esto fe? ¿Tú sabes lo que yo valgo? Yo solo sé que no sé, con eso al menos sé algo.
LA VIEJA La vieja mira el mundo desde su piel de cera, con sus ojos marchitos inundados de niebla. Su mirada se escapa como si fuera ajena, extraña, independiente de su propia conciencia. La vieja mira el mundo y el mundo la desprecia, pero a ella le da igual, apenas le interesa.
DEJA QUE PASE LA VIDA No precipites tus pasos deja que pase la vida, déjala que fluya sola, a su ritmo, no le exijas, ella sabe lo que hace, no hay que tener tanta prisa. Acomódate a su ritmo como si fuera tu amiga y si ella pasa de ti devuélvele una sonrisa y si se pone difícil nunca la des por perdida, pero no corras, hay tiempo, deja que pase la vida.
TU LUCHA Cuando aparece la niebla todo se queda en silencio: silencio negro en el alma, silencio negro en el cuerpo. Pero la niebla se marcha cuando aparece el calor y el fuego mata a la escarcha cuando florece el amor. Tu lucha ha sido un infierno, no ha sido una lucha en vano, recuerda que todo invierno tiene detrás un verano.
EL AMOR SEDIENTO El amor tiene sed eternamente, y siempre insatisfecho se instala a gusto, cómodo, insolente en el reino del pecho. Desde allí te domina, o maniobra, maneja, maquina y como un forajido, si hace falta con faca y pistola, va robando los cinco sentidos, los somete a su antojo, se convierte en tu piel y en tus ojos y si tú no te dejas, adalid de una causa perdida, te da un tirón de orejas y te amarga la vida.
PUEBLO PEQUEÑO Es un pueblo tan pequeño que apenas tiene vecinos y en vez de anhelos y sueños merodean los espinos Es un pueblo sin pasado, sin futuro, sin presente, cuerpo y alma desolado, sin semillas ni simiente. Un pueblo que sabe a lejos, a trasmano y a perdido, un lugar que sabe a viejos tiempos, desidia y olvido.
¿Y QUIÉN LO PUEDE SABER? ¿Tú lo sabes? ¿Yo lo sé? Quizá no lo sepa nadie, tal vez no lo sabe ni él. Y si no lo sabe nadie, ¿qué interés puede tener? Es posible que ni exista, lo más seguro, tal vez, pero todos lo comentan y hablan y hablan de él. Yo no sé si hacerles caso, ¿y si yo hablara también? ¿Hay que seguir la corriente…? ¿…Y quién lo puede saber?
EL OTOÑO Aunque a mí no me gusta ni su piel de manzana ni sus cielos de plomo ni su vientre sin savia. Aunque no me convienen los vientos que levanta ni sus cambios de humor ni sus ojos de plata Aunque me apague el Sol, Aunque me pinte canas, el otoño se entiende de lujo con mi alma.
LA PRINCESA YA ES MUJER La princesa está muy triste, la princesa llora y llora, el príncipe ya no existe, ya no es más que una señora. Como señora no tiene ni servicio ni corona, ella sola se mantiene, es tan solo una persona. Como persona ya sabe lo que es ganar y perder, ya no tiene quien la alabe, ya no es más que una mujer.
PASIÓN DESMEDIDA La vida es, con certeza, esa flor de la pasión que se siembra en la cabeza y crece en el corazón. Pasión, pasión desmedida, pasión que invita a la suerte, que te sujeta a la vida y te aparta de la muerte. Y la vida no consiste en aprender a morir Ni en llorar por lo que hiciste, sino en ponerte a vivir
NADA TIENE SENTIDO El misterio es la nada convertida en secreto por alguien que, ante todo, le interesa el silencio. La verdad es aquello que no tiene remedio; nada tiene sentido por mucho que busquemos. Las cosas son asÍ­, Y no hay que tener miedo si detrás de las cosas no hay ningún misterio.
OCTUBRE ¡Ay, ya no tiembla la carne, ay, como temblaba en julio! una breve primavera se hizo dueña de este mundo. Vuelven las flores a abrir sus colores más ocultos y la vida a regresar nuevamente a sus refugios. Girar, girar y girar, rodar como un ser sin rumbo, otra vez hacia el invierno. ¡Qué lejos se queda julio!
TARDES DE OTOÑO Estas tardes de otoño, que rondan la nostalgia, que animan las promesas y fundan la esperanza, plomizas y lluviosas, oscuras y nubladas, son las cunas que mecen el cuerpo de mi alma, que me llenan, me cunden, me inundan y me sacian. Estas tardes de otoño me devuelven la infancia.
MI MEDIDA Ese pozo que esconde tu mirada, ese mar que se oculta tras tus ojos, son un premio que gano y que recojo como un trasunto exacto de la nada. La nada es el espejo donde el todo refleja su cabeza malherida, su mentira lunática, engreÍ­da, también su sed de ser de cualquier modo. Pero yo te recibo bienvenida, porque yo te construyo al contemplarte, porque sé que en tu vida está mi vida, porque te llevo dentro sin mirarte. Sabes bien que tu nada es mi medida y traspasas mi mundo parte a parte.
OTRO SONETO Quiero escribir un soneto pomposo un soneto con rima consonante, un soneto solemne, altisonante, campanudo, pedante y ostentoso. Un soneto esplendente, aparatoso, con cuartetos sonoros, rimbombantes, con tercetos divinos, redundantes, con compás remarcado y melodioso. Que no tenga ni un ápice de fondo, simple y pura oquedad, solo apariencia, que no demuestre nunca lo que escondo, una ristra de versos sin conciencia, un soneto más mondo que lirondo, pero fiel a la norma de su esencia.
LA LLAMA QUE ME VIVE Como una llama ardiente al cielo se dirige, as­ mis ojos miran la llama que me vive, el Sol que me alimenta, la rabia que me mide. Y hacia el cielo me apunta y hacia ti me dirige, alegre, alborozado, desazonado y triste, para luego apagarse, resignarse, fundirse, Olvidarse, perderse, quemarse y extinguirse.
LO QUE SOMOS No somos más que fuego enamorado, algunas veces cielo, otras infierno, unas veces verano, otras invierno y siempre, siempre polvo envenenado. Veneno que acaricia y que envenena, veneno que te gana y que te pierde, veneno que te besa y que te muerde, veneno que transita por las venas. Fuego fugaz, rescoldo intermitente, ambición descarada y desmedida, hielo negro, seráfico, imprudente, cabeza y corazón, placer y herida, voluntad de vivir eternamente, soledad solitaria y compartida.
MI GENERACIÓN ¿Quién de mi generación, de buñuelos y lombrices, no compartió cicatrices, escuela, calle y balón? Tiempos de mucha esperanza y de pobres realidades, de pobreza, de matanzas y tristes precariedades. Tiempos de charla y candela, de amores por descubrir, de mariposas y velas, de, pese a todo, vivir.
CRISIS Ya no lucen las miradas ¡ay, ni las flores tampoco!; ya marchitas, apagadas, se oscurecen poco a poco. ¡Ay, estos tiempos de hastío, de verdades mentirosas, de mentiras contagiosas, de soledad y de frío. Tiempos de estar y no ser, de perderse en la corriente, de entregarse indiferente a la obsesión de tener. Tiempos para no pensar y de agachar la cabeza, de obedecer y callar y de ninguna certeza.
CONTIGO, SIN TI Ella sabe vivir, porque libre nació igual que el viento, porque nunca perdió su verdad ni un momento. Pero yo con mis sueños infantiles, pequeños, la quise para mÍ­. Pero el Sol no brilla solo para ti y nunca las estrellas vuelven la noche bella para ver lo que fui: un elemento solo en el vacÍ­o, un recuerdo sin nombre del que recoge un hombre un puñado de frÍ­o. Mas bien una agonÍ­a, algo que parecÍ­a un trozo de amargura con manchas de dolor y de locura. Y en sus brazos me pierdo, mientras la angustia muerdo de estar solo sin ti.
DESNUDO Siembra sus cartas de amor, de trazos cutres y pálidos en todas las estaciones, que va encontrando a su paso. Desnudo de compañÍ­a, generoso, solidario, a solas con su bastón, viendo escaparse los años, Antonio pinta su imagen de cazador, sin embargo, todas las presas posibles se le escapan de las manos. Mi amigo ya tiene ganas de emborracharse de labios, de embarcarse en una piel, de perderse entre unos brazos, de derrochar ese fuego, que le abrasa demasiado, de dejar de ser un paria del amor abandonado.
LA MATERIA DEL AMOR La materia liviana del amor, voluble, caprichosa, cambiante, revoltosa, hecha a partes de frÍo y de calor, fluye como un camino polvoriento, quebrado y tortuoso, arcano y misterioso, al albur de los vientos. Tenaz filibustero, el amor en oscuros callejones atrapa a los incautos corazones con su garfio de acero. Presume de sincero, pero no de razones, porque es un terco y pertinaz fullero, que hiere mientras canta, y que lleva, como una golondrina, en la boca una espina, mientras tiene un te quiero en la garganta.
EL SOLDADO VALIENTE La vida tiene fronteras que hay que aprender a saltar y que no salta cualquiera, solo el que sabe luchar. Y hay que aprender igualmente que cada día es sagrado; a mí me llena el presente por tenerte aquí a mi lado. Como un soldado valiente te has agarrado a la vida has apretado los dientes y has ganado esta partida.
ME INTERESA Me interesa tu presente tu después, tu todavÍ­a, tu anterior y tu siguiente, tu noche y tu mediodÍ­a. Tu mañana y tu pasado, tu ayer, tu hoy, tu futuro lo que más has deseado y tu lado más oscuro. Tus virtudes y tus faltas, tu medianoche y tus sueños, tus ambiciones más altas y tus gozos más pequeños.
ESTE FRÍO DE RONDA Este frÍ­o que en los huesos taladra con su aguijón es uno de esos excesos que posee este rincón de tierra sabrosa y bella, de esta Ronda solitaria, hermosura milenaria, tan cerca de las estrella. Ronda, gitana y moruna, Ronda gélida y traviesa, Ronda de verde aceituna y encinas en su dehesa. Ronda de versos callados y sorpresa en sus rincones, de artistas enamorados y de imposibles balcones.
LAS CADENAS Sin duda, las cadenas están para romperlas, no merece la pena llorarlas ni tenerlas. Todos los eslabones son obras del infierno miserables ladrones con rabos y con cuernos. Mas, ya ves, son también ocasión de victoria, para subirte al tren inútil de la gloria.
LA CARGA DE LA MEMORIA La memoria es esa carga que nos aplasta en el suelo, que no deja alzar el vuelo, que pone la boca amarga. Es un fantasma pesado, intransigente y fullero, infatigable y trilero, que te esclaviza al pasado. Hay que mandar al olvido la frustración y el pecado para encontrar lo perdido y no perder lo ganado.
LA NIÑA La niña mira el mundo con ojos de princesa de un cuento que termina justo cuando comienza. Desliza su mirada sobre un mundo que espera, que la niña termine de jugar con muñecas para atarla a un papel, para uncirla a un sistema, que la explota, la oprime… pero la niña juega y sigue viendo el mundo con ojos de princesa.
LA LECCIÓN MAGISTRAL Una bandada de niños está esperando el recreo, como esperan las marmotas la salida del invierno. Tropel de voces febriles se confunden con los ecos y en los pasillos se enredan las palabras y los cuerpos. La piel del último tema queda rodando en el suelo y van pasando al olvido las reglas y los consejos. En clase queda la triste figura gris del maestro.
DÉJATE DE ROLLOS No me vengas con trolas ni con embrollos; no salen caracolas de los arroyos. No me cuentes patrañas, ni paparruchas, que de las espadañas no brotan truchas. Guárdate el chascarrillo que yo me enojo, porque se pilla a un pillo, antes que a un cojo.
AQUEL HOMBRE Aquel hombre tan formal, con su maletí­n de cuero, su sonrisa y tal y cual, que parece un caballero, es un estúpido tal, que solo para el sombrero usa su testa banal, muy parecida al trasero. Aquel hombre tan ufano, con su mirada agresiva, tercamente pensativa, que se levanta temprano, conserva solo de humano su fachada deportiva, su sonrisa vengativa y su traje americano.
IMPOSIBLE Conocer al vecino esa gran fantasÍ­a, vecina de la utopÍ­a, obsesión que da el vino Conocer a los otros en ese laberinto, donde todo es distinto, tan distinto a nosotros. Conocer al extraño tras su concha escondido conduce al desengaño y al mal tiempo perdido.
EL SOL ENAMORADO La prudencia aconseja no llorar, pero al llanto convida esta locura de versos crepitando en la hermosura de un Sol que se resiste a declinar. Al otro lado espera el ancho mar, la diosa del placer y la aventura, suspendida en lo alto de su altura, y el deber de seguir y no esperar. Pero Ronda, ay, encima de su roca, lo cautiva, lo enreda, lo arrebata, lo embauca, lo enmaraña, lo provoca y el Sol desde su trono desbarata la baraja de albores que convoca con lágrimas doradas y escarlatas.
LA EXISTENCIA La carga más pesada, el peso que más pesa es el peso pesado de la propia existencia. Una mole que aplasta sin piedad, la cabeza de las pobres criaturas, que marchitan la Tierra. Los hombros de los hombres soportan la tragedia de transportar sin rumbo sus mentiras a cuestas sus angustias, sus dudas, sus verdades, sus penas. La carga más pesada es la propia existencia.
LA PÁGINA EN BLANCO La página en blanco contiene esperanzas, verdades ocultas, mentiras por ver. Su piel es un campo abierto a esas ansias que pinta la luna con su ágil pincel. La página en blanco no tiene nostalgias, ni rosas oscuras, ni versos de miel. Pero tiene algo dentro de su alma: signos de locura y ganas de ser.
ENTREGARSE Entregarse hasta el fondo es el destino, andar, correr siguiendo a aquella estrella, perseguir a esa chica, la más bella de ese mundo mundial que yo imagino. Volar sobre las tristes osamentas de tanto mequetrefe anquilosado, que duerme en los andamios del pasado atizando el ardor de las tormentas. Soñar y caminar, seguir soñando, estar enfrente siempre de la nada, seguir solo a los que alzan la bandera del sueño mientras siguen batallando, contra aquella tristeza anquilosada, que sofoca a la ardiente primavera.
LA FOTO La foto me devuelve un Sol en blanco y negro, un árbol florecido y una yegua en el centro; y un niño encaramado a su grupa, sin miedo cabalga junto al padre, jinete circunspecto. La escena no es de ayer, es de mucho más lejos, de un limpio atardecer, que vuelve igual que aquellos momentos imborrables que pueblan los recuerdos.
LA DERROTA Yo conozco la derrota, la llevo dentro, tan dentro, que ya no sé si soy yo o soy ella, lo que siento Todos nacemos vencidos, encadenados al miedo, pero no todos portamos conciencia de ser desierto. El fracaso no es la ley, es simplemente ese viejo compañero de fatigas, que llevas dentro del cuerpo y que recita a diario tus “quiero pero no puedo”.
ESE PELO Ese pelo que invita a indagar tus praderas, a trepar tus colinas, recoger tus cosechas, conquistar tu sonrisa, vencer tu resistencia. Ganar tu dÍ­a a dÍ­a, mimar tu piel morena, engancharse a tu viva y perder la conciencia. Ese pelo que invita a sumarse a tu fiesta.
FRONTERA Entre la noche y el dÍ­a, entre la luz y la niebla, hay una capa muy fina, hay una tenue frontera. El lÍ­mite que separa la languidez de la fiesta, la alegrÍ­a del suspiro, la plenitud de la espera; la música del ruido, su mentira de la nuestra; el place de la derrota, la fuerza de las ideas. Entre la vida y la muerte hay una leve frontera.
INDIFERENCIA La blanca telaraña te envuelve desde fuera, la vida no te engaña, la vida no te espera. Es ajena a tus pasos, a todo indiferente, igual le da tu ocaso que el rizo de tu frente. Incluso cuando embiste, embiste sin querer, ni sabe lo que hiciste ni lo que vas a hacer.
ESA BOCA QUE DA BESOS ¡Bendita sea la boca que no da solo palabras! Besos como golondrinas, besos como madrugadas, como soles encendidos, como luceros al alba. La boca, siempre encendida, hacia otras bocas se lanza, como un imán poderoso que el otro polo reclama. Una boca que da besos es una boca sagrada.
CERTEZAS Ya no tengo certezas, el tiempo se llevó las que tenÍa, las pocas que arraigaron en mi mente. Ya no soy de una pieza, ni sé lo que sabÍ­a, ni sé lo suficiente, pero sé bien que aún no sé lo bastante para dejar de correr tras la luna y que solo un instante se para la fortuna en tu puerta, si hay suerte y si antes la muerte no acaba con la vida. La vida es la otra cara de la muerte, la muerte es la otra cara de la vida.
EL VERSO MÁS HERMOSO El verso más hermoso siempre queda en silencio, olvidado, perdido, encerrado, secreto. No quiere hacerse carne, descender al infierno, mancharse con el aire, quemarse en el incendio del amor llameante, del desamor sin freno. Ni llenarse de olvido, ni convertirse en eco, quiere quedarse en nada, perderse en el misterio.
EL VIEJO El viejo mira el mundo con mirada traviesa, de joven imposible dispuesto a dar la guerra. Sus ojos sí que afirman lo que su cuerpo niega, su vista sí que alcanza más allá que sus piernas. Su mundo se reduce a lo que el mundo quiera, pero sus ojos llegan allá donde él no llega.
EXCESOS La edad nos aconseja que seamos prudentes, que no usemos la vieja sinrazón del valiente. Vamos a darnos cuerda y a templar los ardores, que vuelvan los candores que ya nadie recuerda. Vamos a estrechar lazos y si ha de haber excesos, pues que sean de besos; valen también abrazos.
ELEGIR Entre lo bueno y lo malo, entre lo feo y lo bello, tenemos que andar a tientas, sin saber bien lo que hacemos. Es terrible decidir, terriblemente tremendo, sin apenas enterarnos, muchas veces como un ciego. Sin acertar casi nunca, eligiendo sin remedio entre lo bueno y lo malo, entre lo feo y lo bello.
EL SENTIDO El dolor y la muerte, la angustia y el castigo, la agresión, el pecado, el miedo y el delito. La soledad, la pena, lo absurdo y lo perdido, la ambición, la codicia, la envidia y el destino. Los malos y los buenos, los pobres y los ricos, los sabios y los necios los otros y uno mismo. De verdad, yo me pierdo: ¿Dónde queda el sentido?
EL MAR DE LA SOLEDAD El mar de la soledad, donde duermen los humanos es un auténtico mar: en él todos navegamos. Y navegamos con otros, que nadan a nuestro lado, en inútil compañí­a, inútil y, sin embargo, nos aproxima al vac­ío de la estela que dejamos, que otros usan para asirse a las huellas de otros pasos. El mar de la soledad, en el que todos remamos.
¿ESPERAR? No siempre gana el que espera. ¿Y cómo vas a ganar? Dominaré mis temores y cruzaré tu frontera, y allí­ donde crezcan flores yo plantaré mi bandera. ¿Y cuando broten espinas? Habrá que tener cuidado ¿Y si el Sol no te ilumina? Complaciente y confiado, calentaré el corazón, con la flor de la pasión que tú enciendes a mi lado.
EL PLACER Y EL DOLOR El placer y el dolor: dos caras de una misma moneda que te entregan cuando te dan la vida. El placer incorpora en su misma cuadrilla la aguja del dolor, el hielo de su espina. Y el dolor igualmente tiene dentro su dicha, carga con un placer, besa mientras castiga.
EL NIÑO El niño mira el mundo con ojos de pirata y al mundo no le gusta y el mundo le regaña. Pero el niño es valiente y ataca por la espalda en busca de un botí­n, que rara vez alcanza, pero el niño acomete con insistencia vana, piensa que lo merece por su bonita cara. Pero el mundo es astuto y le da calabaza.
VANAGLORIA Solo el que gana sospecha que merece la victoria, pobre mente satisfecha, triste y torpe vanagloria. Vanidad contradictoria, porque el que pierde bien sabe que al menos tiene la llave que lo lleve a la victoria. Y es que, amigo, la derrota te pone en el buen camino: el que pierde toma nota y rehace su destino.
EL PRECIO DE VIVIR No des nada por perdido, que solo el que lucha gana y ese tiempo que has perdido tÍ­ralo por la ventana. El reloj que nos gobierna dice que la noche avanza, pero la vida es eterna cuando gana la esperanza. Perder, ganar, resistir es el pan de cada dÍ­a; la tristeza y la alegrÍ­a son el precio de vivir.
EL MOMENTO Sutil, invisible, inestable, transforma la luz en tiniebla, la fiebre en un trozo de hielo, la gracia en desdicha funesta. ¡Ay, cómo pesan esas leves ternuras que endulzan el alma convertidas en plomo ciego, infinita, insensible grasa. No sabe el momento a derrota, sabe a miedo, sabe a dolor, a querer sin poder, vacÍ­o un pentagrama sin canción.
EL INSTINTO El instinto es la vida, el impulso vital fecunda la simiente que empuja desde atrás. La razón es la trampa, que invita a contemplar, a guardar equilibrios, a matar la verdad. Es el robo del siglo, es el triunfo del mal, combatir el instinto usando la moral.
APOLO Y DIONISIO Crear y destruir, Apolo y Dionisio en medio de la nada, al borde del abismo. Humana condición, que devora a sus hijos, cautivos del impulso, esclavos del vací­o. En guerra permanente, amigos, enemigos, que pugnan en el centro de tu propio destino.
EL JOVEN El muchacho mira el mundo con mirada seductora, tantas presas esperando le parecen poca cosa. Él quiere más y se empeña en conquistarlas a todas. Pero el joven aún no sabe, que el mundo lleva otra lógica, que no espera a los ilusos, ni premia las buenas obras. Él quiere comerse el mundo, pero el mundo lo devora.
A VECES ME VIENEN GANAS A veces me vienen ganas de pararme a contemplar, y no hacer más que mirar la vida tras mi ventana. Lo mismo que un vagabundo, tengo ganas de vagar sin rumbo, hasta conquistar las fronteras de este mundo. Peinar la frente del alba, hacer burlas al presente, y emborracharme a mansalva con el vino de las fuentes. Hacer cosquillas al viento y trepar por las ventanas de la noche, en un momento y conquistar la mañana. A veces me vienen ganas, ¡ay! pero nunca lo intento.
ACASO La vida es azar, acaso: esa puerta esconde un beso y aquÍ­, en el mismo rellano aquélla esconde un infierno. Esa verdad que tú esgrimes poderosa como un trueno es la mentira que otros utilizan en sus cuentos. Esta que llora patética su dolor, su desconsuelo, es vecina de la otra, que canta su gozo eterno. En el cóctel de la vida se combinan los inversos, las certezas y las dudas, los fallos y los aciertos.
1 DE OCTUBRE Hacia el punto y final de un año loco, incierto, temeraria aventura que empezaba en enero. El tiempo es una esponja que absorbe nuestros sueños; un forzado titán que nos coge del cuello y aprieta como un monstruo soez, sin miramiento. Porque acabar un año es enterrar a un muerto, hoy empiezo a olvidarlo, ya vendrá un año nuevo.
AL FRENTE Algunas veces camino, con la vista puesta al frente, y encuentro que la mirada en la distancia se pierde. Otras veces miro al suelo y me encuentro lo de siempre, tierra que pisan mis pies, huellas de pasos que vuelven. Yo procuro que al andar mis ojos miren al frente, donde se alza el infinito, donde no reina la muerte
 
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