Ay, mi Ronda, prisionera
en su encumbrada atalaya,
encerrada en su muralla
desdentada y altanera!
Con su horizonte escarpado,
que la guarda y la engalana
y la luz de la mañana
extasiándose a su lado.
Ay, mi Ronda, prisionera
en su encumbrada atalaya,
encerrada en su muralla
desdentada y altanera!
Con su horizonte escarpado,
que la guarda y la engalana
y la luz de la mañana
extasiándose a su lado.
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