ANTECEDENTES DEL PROYECTO
Hace unos meses (en enero pasado), Auxi Madrid y quien esto escribe presentamos en el escenario de la Peña Flamenca de Ronda, un espectáculo titulado “La copla tuvo la culpa”. Se trataba de un sentido homenaje a este género tan entrañable y que ha marcado de forma definitiva el gusto musical de muchos de nosotros. Era lo que reivindicábamos allí: su poder para volvernos espíritus sensibles y melómanos entregados.
Ahora, y puesto que el estreno fue un rotundo éxito, se me propone que este espectáculo o como quiera que le llamemos se convierta en una de las apuestas del TES del Ronda para la próxima temporada. Me pongo a la tarea. Es para mí un honor y espero que reciba el entusiasmo de quienes participen en su puesta a punto. Tan sólo pido que lo hagan con la misma voluntad que yo pongo al intentar limpiar la copla de adherencias innecesarias, cuando no perjudiciales. Entre ellas, dos me parecen las más nocivas: la bata de cola, como símbolo de pertenecia a un tiempo y a un género limitado y la puesta en escena melíflua de tantas tonadilleras melodramáticas del siglo pasado .
Entiendo que la copla tiene un inmenso valor en sí misma y que dicho valor es universal y no puede constreñirse ni a épocas, ni a regímenes, ni a determinados gustos musicales. Viva la copla, desnuda, luminosa y en todo su esplendor.

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PRESENTACIÓN DEL PROYECTO
Impulsado por la buena acogida que tuvo la, llamémosle, charla ilustrada que ofrecimos en la Peña Flamenca y que titulé LA COPLA TUVO LA CULPA, también por el interés que ha mostrado el patrocinador más relevante del TES, Unicaja y por el ánimo de amigos y demás locos con los que uno comparte sus horas, me he puesto a la tarea de convertir aquel pequeño recital de poemas y canciones en un espectáculo con una enjundia más sólida y unas pretensiones de más largo alcance.
No sé si tal vez me he convencido con demasiada facilidad y si mi osadía es excesiva, pero lo cierto es que estoy manos a la obra y ya tengo pergeñado un borrador que quiero que veas, aunque sea por encima. Hay un par de factores que me han facilitado la tarea. En primer lugar, saber que detrás está el TES y que puedo contar con un grupo de personajes admirables (cantantes y músicos, entre ellos), que en cuanto han recibido la llamada han mostrado su mejor disposición sin ningún tipo de condiciones. En segundo lugar, la certeza de que este espectáculo tiene una singularidad que merece proclamarse. Yo no he visto en Ronda nada que se le parezca (no hablo de calidad) y creo que tiene dentro una serie de potencialidades que si sabemos actualizarlas nos llevarán con seguridad al éxito. Y nos llevarán, sobre todo, a pasar muy buenos ratos juntos, que es de lo que se trata.
Lo que tengo escrito, aunque bastante elaborado, no deja de ser un bosquejo, un ensayo, un borrador. Borrador en el sentido literal de que se puede borrar todo aquello que sirva para depurarlo, pulirlo y dejarlo en la mejor situación para cuando se levante el telón. Todo lo que aquí puedes ver es susceptible de cambio, alteración, mengua o ampliación. Sólo déjame que considere innegociable (aunque sin demasiado fanatismo) una sola cosa y esa cosa no es, nada más y nada menos, que el objetivo de llevar a la gente una copla actualizada, desprendida de adherencias innecesarias y estériles que sólo han servido para condenarla durante mucho tiempo al olvido y al desprestigio.
Quiero que nuestra copla se presente lo más desnuda posible: con un vestuario actual en los/las intérpretes, con una músicas sencillas y modernas y unas interpretaciones que cedan todo el protagonismo a las canciones, sin estridencias ni aspavientos de mal gusto. Por eso estamos eligiendo a las personas que andan en esta línea de poner la copla (lo sustantivo y esencial) por encima de lo adjetivo y accesorio.
La labor puede que no sea fácil, porque hay mucho tópico y demasiados estereotipos asociados a este género como para pretender que se entienda fácilmente esta pequeña revolución, pero creo que merece la pena nuestro esfuerzo por dignificar la copla y darle ese carácter de cantar perenne que debe tener, que de hecho tiene, por encima de modas, épocas y circunstancias históricas. La copla es eterna porque eternas son las cuitas del corazón.
Descendiendo ya, sin más preámbulos, a lo concreto, habría que discutir y reflexionar seriamente y despacio (yo ya lo he hecho) sobre los siguientes puntos:
Los DETALLES. Entiendo que esas pequeñas cosas a las que apenas prestamos atención los aficionados al “artisteo”, son las que le dan un aire de profesionalidad a los espectáculos y crean una sensación en el espectador de que están asistiendo a un trabajo bien hecho. En el caso que nos ocupa resumo algunas de esas pequeñeces:
Unos 10 minutos antes de empezar la función deberemos poner la música del tema de la obra titulado LA COPLA TIENE LA CULPA, en una versión instrumental que grabaremos , para que la gente vaya interiorizando la única copla de las que va a escuchar que no conoce en absoluto.
Al final de la obra y justo antes de que se cierre el telón tras los saludos, pondremos la grabación de la citada canción en la versión cantada por todos los componentes del reparto musical, de manera que el público al ir saliendo siga con la cantinela hasta la puerta. Deberemos grabar un disco (del que podríamos hacer unas 500 copias) con todas las coplas cantadas y recitadas y los textos poéticos, recitados y cantados por los mismos intérpretes de la obra (tenemos la facilidad de poderlo hacer en el estudio de mi hijo). En el folleto de mano y al comienzo de la obra y en el descanso, habría que anunciar por los altavoces que actores e intérpretes estarán encantados de firmar un ejemplar a todo aquél que lo adquiera en la antesala del teatro. Ello motivaría su compra, que podría rondar los 5 euros.
Creo que debemos aprovechar todas las virtualidades que las nuevas tecnologías nos ofrecen, por lo que habrá que cuidar mucho los efectos de luz y las proyecciones que realicemos sobre la pantalla.
La parte ECONÓMICA. Aclarado de antemano que, como siempre ha ocurrido en el TES, nadie se compromete en este proyecto por asuntos económicos; habrá que prescindir, pues, de convocar a aquellas personas (músicos en especial) que puedan ver en él alguna posibilidad de lucro. Esto también debe ser innegociable, para que los gastos del espectáculo procedan exclusivamente del SONIDO, que en su apartado trataremos. Ni el vestuario, ni el atrezzo, decorados, etc. supondrán ningún tipo de gasto adicional.
La MÚSICA: al igual que en el resto de elementos que componen la obra, hay que buscar un sonido fresco y actual, sencillo y subordinado al esplendor de la copla. Para darle el toque moderno debemos incorporar una guitarra eléctrica y una acústica y mantener la guitarra flamenca para darle el toque tradicional. En la percusión, para evitar los problemas de sonorización que una batería ocasiona, tal vez baste con una caja flamenca y algún otro elemento de ritmo (bongos, congas, cortinas de agua, panderetas, triángulos, etc). El bajo y el piano (eléctrico) son imprescindibles y, como colofón, necesitaremos un teclado o varios que sirvan de colchón al conjunto y vayan propiciando la orquestación. Preferiblemente habremos de contar con músicos de la casa, por razones obvias, económicas y de integración. En cualquier caso, lo ideal sería contar con músicos capaces de dominar más de un instrumento, como es el caso de los que hemos convocado.La DIRECCIÓN ESCÉNICA. Antonio Becerra, por su experiencia y talento especial para este tipo de espectáculos sería el ideal. José María Ortega en la producción en un elemento absolutamente imprescindible.
El SONIDO. Tenemos la experiencia de que el teatro, si no se oye a los actores, si el público tiene que estar esforzándose para escuchar, pierde una buena parte de su fuerza y va rompiendo el clima necesario de complicidad entre los intérpretes y el público. En el caso de un espectáculo con música, el problema se agrava hasta límites que lo hacen insostenible. Sin un buen sonido es inviable un montaje de estas características. Como sabemos que el teatro nuestro de Ronda no lo tiene, habremos de procurarnos una sonorización profesional y adecuada a la sala. Será el único gasto que habremos de soportar.
Los ENSAYOS. Los textos en prosa no son abundantes. Los textos en verso son más fáciles de memorizar y los locutores pueden leer. Si a esto se añade que las canciones son muy conocidas y que los cantantes las sabrán de memoria, el esfuerzo inicial de retener el papel es mínimo. Más trabajo tendrán los músicos en conjuntarse, coordinar los arreglos y aprenderse todas las coplas. Aun así, entiendo que desde mitad de septiembre hasta final de enero o principios de febrero que estrenemos, habrá tiempo suficiente con un ensayo quincenal, lo que hace más llevadero el tema para todos aquellos que habrán de desplazarse hasta nuestra ciudad por vivir fuera de ella.