En la OPOSICIÓN siempre;

Mande quien mande.

 

Más de los mismo. ¿Hasta cuándo? Yo tengo la impresión de que caen los torpes; los listos están, de momento, a salvo. Tal vez nunca caigan. Sin duda, esta es la punta del iceberg de un modo miserable de entender la función pública. Ojalá algún día cambie; me da igual el partido que capitanee la imprescindible regeneración. Sin ella, esto se ha vuelto irrespirable.

En cualquier conflicto (entre personas, amigos, matrimonios, sociedades, países…) se olvida de manera interesada el origen, de forma que se atribuye a los contendientes la misma responsabilidad. Nunca es justo; en esta caso, tampoco. Pedro Sánchez era el Secretario General, democráticamente elegido, incluso apoyado por Susana Díaz.. Luego, todos sabemos lo que ocurrió: el ansia de poder se ésta propició un «golpe de estado», que acabó con el líder legítimo en la calle. Ahora, la prensa y las fuerzas vivas del país, promocionan  descaradamente  a la golpista para auparla al poder. 

Un ejemplo más de cómo nos venden la película casi siempre: el malo es el bueno y la mala es la buena. ¡Qué cosa, ¿no!?

GUERRA EN EL PSOE

EL PROBLEMA CATALÁN

El problema catalán se sigue enconando y no solo son responsables los independentistas. Mucha culpa la tienen los políticos del gobierno de España por poner en manos de los jueces lo que es un tema estrictamente politico. Por si fuera poco, nuestros gobernantes también utilizan a la policía para resolver aquello que solo a ellos les compete.

Como consecuencia de esos dos erroes, el nacionalismo catalán sigue sumando más y más mártires a su nómina y ya se sabe que estos son esenciales para extender y potenciar las creencias.

O el gobierno cambia de actitud o esto tiene muy mala pinta. Al tiempo.

Esto no quiere decir que los independentistas tengan la razón. Ni mucho menos. Quiere decir tan solo que los políticos tienen la ineludible obligación de hacer política, es decir, dialogar, dialogar y dialogar. Una vez agotada esa vía, hay que volver a empezar a dialogar.

La polémica del cuadro del ex ministro Wert ha servido para que los medios nos cuenten el despilfarro que supone el egotismo de nuestros políticos, empeñados en pasar a la historia por sus imágenes, que no por sus hechos positivos para la comunidad. Sería una anécdota, si no fuera un síntoma más del saqueo al que someten nuestros políticos al Estado y una muestra de la podredumbre que nos rodea.

El gran problema  que tienen los que deben administrar el patrimonio común es pensar que el «dinero de todos» es «dinero de nadie». Por eso lo usan como lo usan.

 

Corrupción, podredumbre, tráfico de influencias, la justicia en manos de los políticos, intereses inconfesables, los dos partidos tradicionales repartiéndose cargos y prebendas, la izquierda dividida…PERPLEJIDAD es lo que siento. No termino de acostumbrarme a tanta mierda. Creo que no lo haré nunca.

Y mientas, España rompiéndose, más gente en riesgo de pobreza, más desigualdad, menos diálogo y Rajoy como siempre, defendiendo a un corrupto.

Aquí están; tan felices, tan impunes y a salvo. Protegidos vergonzosamente por todos los resortes del Estado, ese tinglado mafioso, que mezcla poderes y tentáculos a su antojo. ¡Viva la independencia judicial! ¡Viva la separación de poderes! Todo lo que garantiza una auténtica democracia está donde le interesa a los poderosos que esté: en el suelo, noqueado por intereses privados de aquellos que debieran defender lo público. Y luego se quejan de la desafección del pueblo hacia la política y de que aparezcan formaciones como Podemos.

12 de febrero
También eran casta. Nos tenían engañados. Pobre izquierda: siempre resignada, siempre dividida. Sin capacidad para hacer una oposición decente y poniendo en manos del PP el presente y el futuro.

La lucha por el poder, por pequeño que éste sea, siempre prevalece por encima de los objetivos importantes. La mezquindad siempre se impone a la nobleza. ¡Hay que ver lo  pronto que aprenden los jóvenes los malos comportamientos de los mayores! Fin de Podemos.

31 de enero de 2017.
Desde mi escaño pretende exponer lo que pienso con sinceridad, con honestidad. No pretendo molestar a nadie; de hecho, muchas veces me callo para no hacerlo; por delicadeza. Pero no debemos callar.

Lo de esta mujer es alucinante: prefirió a Pedro Sánchez antes que a Madina, tal vez, porque veía en éste a un rival más fuerte para sus futuras ambiciones. Luego, enseguida, empezó a ponerle zancadillas a Sánchez, de una manera rastrera y descarada, en cuanto vio que podía convertirse en un líder fuerte. Ahora, sigue trapicheando por ahí, leal a esa cultura de partido que tiene como norma pisotear cuantas más cabezas mejor, para alcanzar los objetivos propios.

PRESENTACIÓN

Me acabo de dar cuenta de que ya llevo más años viviendo en democracia de lo que lo hice viviendo en la dictadura. No es un dato baladí. Uno, tal vez por ósmosis, va asumiendo los valores dentro de los cuales crece y va forjando su vida. Yo ya he vivido más tiempo en libertad y, tal vez por eso, a este valor otorgo el carácter de supremo como a ningún otro.
Tengo muchos amigos nostálgicos. Tanto, que aún sienten la añoranza del autoritarismo perdido. Ideológicamente no han evolucionado nada. Con Franco vivíamos mejor y tente tieso. Sin más matices, sin más reflexión. Y son buenas personas y hay que quererlos. No creo que su atavismo ideológico los convierta en seres inferiores moralmente. En absoluto. Son gente que merece la pena y la alegría. Que siempre tienen la mano tendida y el corazón abierto. ¿Qué más se puede esperar de un ser humano? Pero no se puede hablar con ellos de política. Directamente, vuelven a las cavernas. Su ideario es muy sencillo: uno que manda y todos que obedecen. Sin más matices. Un sólo Dios, una sola fe y un sólo movimiento nacional. El Parlamento, para expresión sublime del pensamiento único. Y, sin embargo, son buena gente de verdad.
¿De dónde procede esa incapacidad para aceptarse y aceptar a los demás como seres libres y con criterio, soberanos e inviolables? ¿Qué los lleva a aceptar y desear una tutela permanente sobre su vida y sus obras? ¿Qué desconfianza total en el ser humano los aturde? No son de derechas; defienden al PP, porque es lo más parecido al ideal que proclaman, pero no creen en el libre juego que propician las ideologías y el respeto al pensamiento del otro y a su derecho a tenerlo y a disentir. Eso se les hace insoportable. Lo que no es orden, es chusma. Los que no coincide con sus valores (su valor, mejor sería decir) es simple comunismo. No son del PP (si lo fueran, aceptarían el juego parlamentario), sino nostálgicos e inmaduros desde el punto de vista social. Tienen atrofiada esa capacidad que hace que uno se sienta un ser valioso dentro del grupo y no un simple número, un elemento sometido a dudosas creencias y a aberrantes y esclavizadoras convicciones.
Sin duda, esa incapacidad nace del caldo de cultivo, que yo apuntaba en el primer párrafo, donde bebieron los primeros avatares de su existencia consciente y, sin duda alguna, de su absoluta certeza de que a ninguna parte conduce cuestionarse los asuntos que, en todo caso, deben resolver otros. Ven con absoluta naturalidad el hecho de dejar en manos ajenas la dirección de sus propias vidas. No les importa perder independencia y libertad de criterio, desde el presupuesto incuestionable de que son valores que no sirven absolutamente para nada.
Funcionar como siempre se ha hecho y actuar como Dios manda, aunque no mande y, tal vez, ni exista. Eso es lo de menos; lo de más es aferrarse a valores seguros, es decir, avalados por la tradición, por la costumbre, por la historia.
Prefieren poner sus vidas en manos de hipótesis (Dios) y entelequias (patria), que hacerlo en el buen juicio, en el estudio o en el intercambio inteligente y generoso de ideas y voluntades.
Son trabajadores honrados: cumplen con su horario como la mayoría y ponen en sus empresas algo más que su simple y remunerada fuerza de trabajo. Pero, no les hables de sindicatos, de organización de obreros, que eso suena a hordas marxistas y a contravención del orden lógico y natural de las cosas. Los que se entregan a semejantes organizaciones son unos subversivos que están aplastados por la indolencia y por las ideas liberales y progresistas.
Y, no obstante, su sinrazón tiene su lógica. Si uno piensa que Dios hizo las cosas y a los hombres, cabe pensar también, que de la misma manera, organizó sus relaciones y sus circunstancias. Poco puede cuestionarse, quien así reflexiona, la bondad de un mundo forjado por semejante y todopoderoso Creador. Lo que hay, lo que subyace a lo que hay, es obra de un Ser sabio y misericordioso. Su mente no puede errar, aunque sospechemos tortuosos caminos en su proceder, dado lo precario y defectuoso de su obra prodigiosa. Lo que es no puede ser mejorado (¿quién podría corregir la tarea ingente de Dios?). Si hay un reparto de los bienes de la Tierra que sonroja, si la injusticia es norma evidente en las relaciones humanas, si la verdad o la bondad son objetivos subordinados a la posesión y la avaricia, eso no es más que la forma peculiar que tiene el Creador de poner a prueba nuestra fidelidad y confianza.
¿Qué argumentos caben ante tamaño desafuero? Ninguno; no hay manera de atacar semejantes convicciones, aunque vayan contra la razón y el buen sentido, aunque atenten contra la propia sensatez y la estabilidad colectiva. Son dos lenguajes incompatibles, dos códigos que no admiten traducción y, lo que es peor, dos sistemas mentales sin posibilidad de acuerdo porque uno de ellos no piensa hacia afuera, hacia el diálogo, sino hacia adentro, hacia el monólogo que no admite réplica.
De manera que, habiendo uno constatado esta situación a lo largo de los tiempos, DESDE MI ESCAÑO, sección de mi web que inauguro con esta PRESENTACIÓN, no pretende otra cosa que invitar a estos personajes y a todo el que por aquí se acerque a:
1.- Cuestionarse todas las cosas, por muy trilladas que uno las tenga y por mucha seguridad que nos proporcionen.
2.- Ejercer un pensamiento de verdad independiente, alejado de verdades inamovibles y de lealtades absurdas. Éstas hay que dejarlas para el equipo de cada uno, porque eso es un juego y ahí es donde únicamente valen.
3.- Estar dispuesto a negar las propias conclusiones si los datos de la experiencia nos muestran su incapacidad o su insolvencia. Postura opuesta a lo habitual de acomodar la realidad a las propias hipótesis, fundadas casi siempre en suposiciones y opiniones interesadas.
4.- Asumir la imprescindible voluntad de aceptar las buenas intenciones en las palabras, las ideas y la conducta de los demás. Lo habitual es suponer que el otro dice, piensa o hace tan o cual cosa respondiendo a intereses miserables (por ejp. si discutes algo del PSOE es que eres del PP o viceversa; si los discutes a los dos es que eres un comunistas; y si también cuestionas a estos es que eres un insoportable y redomado coñazo que ni come ni deja comer).