Pinchando en los enlaces puedes escuchar o BAJAR las canciones del disco MÚSICA PARA POEMAS DE ANDALUCES, del grupo Al-Arriadh, en el que he tenido el honor de participar.
A RONDA…P. Pérez-Clotet.
ANOCHE CUANDO DORMÍA…A. MACHADO
RIMA VII… G.A.BECQUER
EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO…F.GARCÍA LORCA
EL TONTO DE RAFAEL…R.ALBERTI
LA FLAUTA Y EL ARROYO…J.R. JIMÉNEZ
LA MÁS BELLA NIÑA…L. DE GÓNGORA
PROFECÍA…R. DE LEÓN
LA SANDÍA…S. RUEDA
TE QUIERO…L. CERNUDA
(Todos los poemas han sido musicados por mi amigo y maestro Pablo Jiménez Prieto).
ESTOS SON LOS COMENTARIOS QUE HICE PARA EL LIBRETO DEL DISCO
LA MÁS BELLA NIÑA (Luis de Góngora y Argote)
Este cordobés, barroco y universal, que vivió entre los siglos XVI y XVII tiene dos etapas bien diferenciadas en su poesía: una tradicional, sencilla y popular y otra, oscura, difícil y personal. A la primera de esas etapas pertenece este delicioso romance, que tiene la peculiaridad de que incorpora un estribillo. Sin duda, se trata de la obra maestra dentro del grupo de sus llamados romances líricos. En él se aprecian las características del género: sentimiento, ternura y lenguaje popular.
RIMA VII (Gustavo Adolfo Bécquer)
Bécquer es un romántico tardío, que vivió en el siglo XIX. Sevillano y sensible, se enfrentó a todos los géneros literarios: teatro, narrativa y poesía. En esta última es donde alcanzó la cima de su arte y la que lo ha hecho un poeta universal. Sus Rimas aportan la gran novedad de poner la expresión al servicio del sentimiento. Los versos en ellas son transparentes, desnudos de artificios literarios, llenos de concisión y silencios para ponernos en el sendero de sus obsesiones: la poesía, el amor, el desengaño, la angustia y la muerte. La rima VII pertenece al grupo de las que nos hablan y nos enseñan qué es la Poesía, en este caso de la situación del genio, reflejado en la imagen del arpa olvidada.
LA FLAUTA Y EL ARROYO (Juan Ramón Jiménez)
Este poeta andaluz, retraído y melancólico, narcisista y enfermizo, nace en el siglo XIX, pero desarrolla su obra en pleno siglo XX. Una obra marcada por la vocación de alejamiento del mundo, por la búsqueda del idealismo como norma estética, por el anhelo de encontrar una poesía pura y descarnada. El poema que aquí escuchamos pertenece a la sección La flauta y el arroyo de su poemario La soledad sonora. Se trata de un romance que bebe en fuentes clásicas: Lope de Vega y Quevedo; de ahí sus reminiscencias barrocas, a las que Juan Ramón aporta su acento intimista.
ANOCHE CUANDO DORMÍA (Antonio Machado)
Antonio Machado, hijo y hermano de poetas, que vivió a caballo de los siglos XIX y XX , representa una de las cumbres de la lírica española , ya en sí misma cima de la lírica universal. Su obra es reducida, pero profundamente intensa; imbuida de pensamiento, de reflexión, sin que se note, pese a ello, la ausencia de sentimiento y de la ineludible expresión de los dolores del alma. Su poesía es clara como el agua y, como ella, inaprensible; en ella hay dificultad, pero no oscuridad. El poema Anoche cuando dormía muestra estos matices y expresa el anhelo que el poeta siente de absoluto, de trascendencia.
EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO (Federico García Lorca)
Federico ha conseguido tanta grandeza, que basta su nombre para que sea reconocido en todo el mundo. Fuentevaqueros lo vio nacer en el famoso año de 1898. Músico apasionado, dramaturgo grande y poeta de doble rostro: vitalidad arrolladora e íntimo malestar. El dolor de vivir, la frustración, el destino trágico, se mezclan en su obra con la creación bulliciosa, llena de gracia, incluso juguetona.
Este poemita, que Lorca dedica a madmoiselle Teresita Guillén tocando un piano de siete notas, es una de sus abundantes poesías para niños que Lorca compuso a lo largo de su breve vida y que muestran su cara más divertida.
TE QUIERO (Luis Cernuda)
Poeta sevillano, nacido en 1902, en el seno de una familia acomodada, donde fue interiorizando un ambiente de disciplina estricta y de desafecto, que se reflejan en su carácter tímido, introvertido y amante de la soledad. Lírico exquisito, fue encasillado entre los representantes de la “poesía pura”. A lo largo de su vida trabó amistad con los principales poetas de su generación: Alberti, Aleixandre, Prados y García Lorca, entre otros. Exiliado tras la guerra civil, fue profesor de Literatura en Cambridge, Londres, EE.UU. y México.
Su poema Te quiero, es una muestra impresionante de su delicadeza y sensibilidad.
A RONDA (Pedro Pérez Clotet)
Entre Villaluenga del Rosario y Ronda paseó su existencia este ilustre representante de la poesía pura y profunda, sin andamiaje, sin más ropaje que su propia sustancia. Enamorado de una pureza inasible, Pérez-Clotet la perseguía desasiéndose de cuanto consideró accesorio. La luz y el viento, son, tal vez, los asideros únicos para su representación paisajística. Solos, la luz y el viento.
El poema que aquí cantamos está dedicado a su Ronda (No sé qué hondo misterio / fiel Ronda, en ti me lleva,/ me duele y me acompaña).
EL TONTO DE RAFAEL (Rafael Alberti)
También andaluz, del Puerto de Santa María. Nace en 1902, como Cernuda, como Pérez Clotet. Su poesía comparte vocación con la pintura, a la que también dedica una pequeña parte de su talento. Hubo de exiliarse tras la guerra hasta que regresa con la democracia. Lo característico de su obra es la enorme variedad de temas y estilos. En sus versos se entrecruzan con naturalidad la poesía pura y la tradicional, lo barroco y lo vanguardista, el humor y la angustia, el juego y la pasión política
Este autorretrato burlesco es expresivo del dominio del lenguaje y de la capacidad irónica de este maestro del 27.
LA SANDÍA (Salvador Rueda)
Este malagueño modernista, vivió entre los siglos XIX y XX, desarrollando una labor de renovación poética similar a la que, en América realizara Rubén Darío. Su poesía está repleta de colorido y de musicalidad, conseguida por medio de nuevos ritmos y originales combinaciones de inusitadas estrofas. Los temas que trata son de una gran variedad, aunque entre ellos destacan los que se refieren al mundo de la naturaleza y la meridional geografía andaluza.
La sandía refleja a la perfección el tono general de su obra: brillantez en la expresión rítmica y sensualidad descriptiva.
PROFECÍA (Rafael de León)
A principios del siglo XX nace este maestro de la lírica más cercana a la gente; pese a su origen noble, fue con el pueblo y para el pueblo para el que dejó lo mejor de su exquisita sensibilidad.
Nuestra memoria popular está jalonada por sus versos, que aletean en la mejor tradición de nuestra copla: son hitos insuperables Ojos verdes y Tatuaje. Supo como nadie fundir su corazón con el alma popular, aún a riesgo de perder así su propio nombre, haciendo honor a la estrofa de Manuel Machado: Hasta que el pueblo las canta / las coplas coplas no son / y cuando las canta el pueblo / ya nadie sabe su autor.
LA MÁS BELLA NIÑA (Luis de Góngora y Argote)
Este cordobés, barroco y universal, que vivió entre los siglos XVI y XVII tiene dos etapas bien diferenciadas en su poesía: una tradicional, sencilla y popular y otra, oscura, difícil y personal. A la primera de esas etapas pertenece este delicioso romance, que tiene la peculiaridad de que incorpora un estribillo. Sin duda, se trata de la obra maestra dentro del grupo de sus llamados romances líricos. En él se aprecian las características del género: sentimiento, ternura y lenguaje popular.
RIMA VII (Gustavo Adolfo Bécquer)
Bécquer es un romántico tardío, que vivió en el siglo XIX. Sevillano y sensible, se enfrentó a todos los géneros literarios: teatro, narrativa y poesía. En esta última es donde alcanzó la cima de su arte y la que lo ha hecho un poeta universal. Sus Rimas aportan la gran novedad de poner la expresión al servicio del sentimiento. Los versos en ellas son transparentes, desnudos de artificios literarios, llenos de concisión y silencios para ponernos en el sendero de sus obsesiones: la poesía, el amor, el desengaño, la angustia y la muerte. La rima VII pertenece al grupo de las que nos hablan y nos enseñan qué es la Poesía, en este caso de la situación del genio, reflejado en la imagen del arpa olvidada.
LA FLAUTA Y EL ARROYO (Juan Ramón Jiménez)
Este poeta andaluz, retraído y melancólico, narcisista y enfermizo, nace en el siglo XIX, pero desarrolla su obra en pleno siglo XX. Una obra marcada por la vocación de alejamiento del mundo, por la búsqueda del idealismo como norma estética, por el anhelo de encontrar una poesía pura y descarnada. El poema que aquí escuchamos pertenece a la sección La flauta y el arroyo de su poemario La soledad sonora. Se trata de un romance que bebe en fuentes clásicas: Lope de Vega y Quevedo; de ahí sus reminiscencias barrocas, a las que Juan Ramón aporta su acento intimista.
ANOCHE CUANDO DORMÍA (Antonio Machado)
Antonio Machado, hijo y hermano de poetas, que vivió a caballo de los siglos XIX y XX , representa una de las cumbres de la lírica española , ya en sí misma cima de la lírica universal. Su obra es reducida, pero profundamente intensa; imbuida de pensamiento, de reflexión, sin que se note, pese a ello, la ausencia de sentimiento y de la ineludible expresión de los dolores del alma. Su poesía es clara como el agua y, como ella, inaprensible; en ella hay dificultad, pero no oscuridad. El poema Anoche cuando dormía muestra estos matices y expresa el anhelo que el poeta siente de absoluto, de trascendencia.
EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO (Federico García Lorca)
Federico ha conseguido tanta grandeza, que basta su nombre para que sea reconocido en todo el mundo. Fuentevaqueros lo vio nacer en el famoso año de 1898. Músico apasionado, dramaturgo grande y poeta de doble rostro: vitalidad arrolladora e íntimo malestar. El dolor de vivir, la frustración, el destino trágico, se mezclan en su obra con la creación bulliciosa, llena de gracia, incluso juguetona.
Este poemita, que Lorca dedica a madmoiselle Teresita Guillén tocando un piano de siete notas, es una de sus abundantes poesías para niños que Lorca compuso a lo largo de su breve vida y que muestran su cara más divertida.
TE QUIERO (Luis Cernuda)
Poeta sevillano, nacido en 1902, en el seno de una familia acomodada, donde fue interiorizando un ambiente de disciplina estricta y de desafecto, que se reflejan en su carácter tímido, introvertido y amante de la soledad. Lírico exquisito, fue encasillado entre los representantes de la “poesía pura”. A lo largo de su vida trabó amistad con los principales poetas de su generación: Alberti, Aleixandre, Prados y García Lorca, entre otros. Exiliado tras la guerra civil, fue profesor de Literatura en Cambridge, Londres, EE.UU. y México.
Su poema Te quiero, es una muestra impresionante de su delicadeza y sensibilidad.
A RONDA (Pedro Pérez Clotet)
Entre Villaluenga del Rosario y Ronda paseó su existencia este ilustre representante de la poesía pura y profunda, sin andamiaje, sin más ropaje que su propia sustancia. Enamorado de una pureza inasible, Pérez-Clotet la perseguía desasiéndose de cuanto consideró accesorio. La luz y el viento, son, tal vez, los asideros únicos para su representación paisajística. Solos, la luz y el viento.
El poema que aquí cantamos está dedicado a su Ronda (No sé qué hondo misterio / fiel Ronda, en ti me lleva,/ me duele y me acompaña).
EL TONTO DE RAFAEL (Rafael Alberti)
También andaluz, del Puerto de Santa María. Nace en 1902, como Cernuda, como Pérez Clotet. Su poesía comparte vocación con la pintura, a la que también dedica una pequeña parte de su talento. Hubo de exiliarse tras la guerra hasta que regresa con la democracia. Lo característico de su obra es la enorme variedad de temas y estilos. En sus versos se entrecruzan con naturalidad la poesía pura y la tradicional, lo barroco y lo vanguardista, el humor y la angustia, el juego y la pasión política
Este autorretrato burlesco es expresivo del dominio del lenguaje y de la capacidad irónica de este maestro del 27.
LA SANDÍA (Salvador Rueda)
Este malagueño modernista, vivió entre los siglos XIX y XX, desarrollando una labor de renovación poética similar a la que, en América realizara Rubén Darío. Su poesía está repleta de colorido y de musicalidad, conseguida por medio de nuevos ritmos y originales combinaciones de inusitadas estrofas. Los temas que trata son de una gran variedad, aunque entre ellos destacan los que se refieren al mundo de la naturaleza y la meridional geografía andaluza.
La sandía refleja a la perfección el tono general de su obra: brillantez en la expresión rítmica y sensualidad descriptiva.
PROFECÍA (Rafael de León)
A principios del siglo XX nace este maestro de la lírica más cercana a la gente; pese a su origen noble, fue con el pueblo y para el pueblo para el que dejó lo mejor de su exquisita sensibilidad.
Nuestra memoria popular está jalonada por sus versos, que aletean en la mejor tradición de nuestra copla: son hitos insuperables Ojos verdes y Tatuaje. Supo como nadie fundir su corazón con el alma popular, aún a riesgo de perder así su propio nombre, haciendo honor a la estrofa de Manuel Machado: Hasta que el pueblo las canta / las coplas coplas no son / y cuando las canta el pueblo / ya nadie sabe su autor.