MIS 100 SEGUNDOS SONETOS

misciensegundossonetos

Aunque estos sonetos han aparecido ya esparcidos en otros lirbos, los reúno aquí por aquello de la unidad formal que los vincula. Es la misma operación que ya hice con mis CIEN PRIMEROS SONETOS. Empezaron a nacer en 2013… y aún siguen apareciendo, casi siempre por sorpresa.

EL POEMA

Hay un peso empujando el poema
en el aire podrido y maltrecho
y en el patio escarchado del pecho
hay un trozo de hielo que quema.

Se adivina en la suerte suprema
el amargo sabor del despecho
y hay un cáliz repleto y deshecho
derramando la tóxica flema.

Pobre suerte del alma que llora
con palabras y versos al viento,
triste carga que ingrávida implora

el descanso fugaz de un momento.
Inocencia del alma que ignora
la terrible verdad de este cuento.

YO NO QUIERO (8/9/2013)

Yo no quiero más cosas del pasado
que el amor que me trajo lo vivido,
yo prefiero vivir equivocado
antes que ser rehén de lo ocurrido.

No me gusta que marquen mi camino,
apenas me interesa el porvenir,
y prefiero ir creando mi destino
a tener una senda que seguir.

No me agitan los vientos que regresan
ni me gusta seguir ninguna senda,
me entusiasman las bocas cuando besan

y me encanta aprender aunque no aprenda.
Que me quieran tan solo me interesa,
aunque no exista nadie que me entienda.

PERDIDOS (22/8/2013)

Negados por un cielo que se inhibe,
cercados por un fuego que nos quema,
perdidos en un mar que nos ahoga,
vencidos por los dueños de la Tierra.

Quemados por un tiempo sin memoria,
deshechos por las trampas de la escena,
ganados por la causa de los fuertes
camino hacia un pasado qu regresa.

Sedientos por el polvo del camino,
batidos por un mosntruo sin cabeza,
heridos por el hacha del verdugo,

desnudos ante un viento que nos lleva.
Caminando sin rumbo hacia un ocaso,
que se extiende por todas las aceras.

ÉRASE UNA VEZ UN HOMBRE DECENTE

Érase una vez un hombre decente,
rara avis, pero rara con cojones,
que cumplía con sus obligaciones
y pecaba de espléndido y prudente.

Un ser de otro planeta, un insolente
facedor de poemas y canciones,
un paria sin motivos ni razones
para sentirse a gusto entre la gente.

Un hombre encadenado a una utopía,
sin dogmas, sin doctrinas y sin credos,
con sangre, con grandeza y osadía,

sin maldad, sin bajezas y sin miedos.
Un ser humano armado de alegría,
luchando contra el mundo con denuedo.

EL NUEVO AMANECER

Ya viene el Sol trepando por la sierra
de Oriente, que es su sierra preferida,
viene de nuevo ardiendo en su salida
a repartir sus besos por la Tierra.

Sube al paso del ritmo que le impone
su propia condición de ser errante,
condenado a ese sino caminante,
que la ley de los ángeles dispone.

Asoma su pujante llamarada
y deshace las sombras del sendero;
se encarama llenando por doquier

los recodos secretos de la nada,
mientras surge con sino pasajero
otro cálido y nuevo amanecer.

CANTAR
Cantar es alejarse de la muerte
llorar  es sucumbir a su presencia,
deshojar margaritas es la ausencia
o tenderse en los brazos de la suerte.

Cantar para envolverse en el misterio,
llorar para morir desesperado,
olvidar el futuro y el pasado,
escapar de la paz del cementerio.

Cantar, siempre cantar, eternamente,
solo llorar cuando se apague el canto
y gritar con la fuerza suficiente

para que huya horrorizado el llanto.
Esperar las cosechas de la frente
entonando canciones mientras tanto.

AMAR

Amar es renunciar a la memoria,
entregarse sin miedo, sin reservas,
perderse en una selva peligrosa,
sentirse Dios en medio de la Tierra.

Amar es perdonar y perdonarse,
estar dispuesto al todo y a la nada,
jugarse la partida en cada instante
sin pensar en el hoy ni en el mañana.

Amar es caminar sin rumbo cierto,
la meta y el camino confundidos;
amar es navegar al son del viento,

confundir lo fugaz con lo infinito;
entender que lo efímero es eterno
y reír y llorar siempre contigo.

QUE SE OLVIDEN DE MÍ

Que se olviden de mí, los alacranes,
los buitres, los fantasmas, los enanos,
y todos los que roban a tres manos,
la Merkel y sus rubios alemanes.

Que se alejen de mí los carcamales,
los fachas, los dogmáticos, los necios,
los que confunden el valor y el precio,
los fulanos, los tales y los cuales.

Que se alejen por siempre, eternamente,
que se quiebre el resorte de su noria,
que escapen como ratas indecentes,

que lloren desolados en su escoria
y que Dios desde el trono de su gloria
se los lleve al infierno eternamente.

EL MUNDO

El mundo se despeña mansamente
por el oscuro terraplén del miedo,
por los rotos cristales de los credos,
por el triste seguir de la corriente.

El mundo, con sus ansias y valores,
con sus lógicas frías y terribles,
con sus tanques y monstruos invencibles
con sus oros, sus modas y sus flores.

Ese mundo gastado y maloliente
se escapa por la piel del sumidero
sin remedio, certera, lentamente,

de sus grandes principios prisionero,
entregado al olvido servilmente,
poderoso y radiante caballero.

¿QUÉ SERÁ?
¿Qué será de las fuentes sin tu boca?
¿Y del Sol y la Luna sin tu risa?
¿Qué será de los vientos sin tu brisa?
¿Qué será de mi piel si no la tocas.

¿Qué será de mi mal, de mi aflicción?
¿Qué será de mi pena y de mi hastío?
¿Qué será de mis lágrimas, mi frío?
¿Qué será de mi pobre corazón?

¿Qué será de mi vida sin tu vida?
Qué será de mis noches sin tus noches?,
¿Qué será de mis huesos sin tus huesos?

¿Qué será de mi herida sin tu herida?
¿Qué seré yo sin ti, sin tus reproches?
¿Qué será de mis labios sin tus besos?

LO QUE SOMOS
No somos más que fuego enamorado,
algunas veces cielo, otras infierno,
unas veces verano, otras invierno
y siempre, siempre polvo envenenado.

Veneno que acaricia y que envenena,
veneno que te gana y que te pierde,
veneno que te besa y que te muerde,
veneno que transita por las venas.

Fuego fugaz, rescoldo intermitente,
ambición descarada y desmedida,
hielo negro, seráfico, imprudente,

cabeza y corazón, placer y herida,
voluntad de vivir eternamente,
soledad solitaria y compartida.

NO PERMITAS

No permitas que pase por tu puerta
ese tren atestado de ocasiones,
no dejes que se apaguen tus pasiones,
esperando sentado en la cubierta.

Tírate al mar, desnudo, de cabeza,
no pienses en los riesgos del camino
y aléjate sin más del asesino
indiscutible valor de la certeza.

No niegues los ardores de tu pecho,
conviértelo en un viento enamorado,
que contagie a las cosas y a los hechos;

no te quedes llorando lo pasado.
Más vale lamentar lo que se ha hecho,
que llorar por no haberlo procurado.

EL TÚNEL SAGRADO
La nave se introduce en el olvido,
que nace del placer del abandono,
del calor celestial que proporciono,
del gozo extraordinario recibido.

En la guerra que gano soy vencido,
en la lucha más fiera me traiciono,
su alevosa lujuria le perdono
y gano en la ansiedad de lo perdido.

Desierta está la noche fuera de ella,
vacía, solitaria, despoblada,
trasunto de la muerte y de la nada,

silenciosa la vida sin su huella;
toda la luz manando de su estrella,
todo mi ser varado en su mirada.

DUELE

Se pudre en un infierno el corazón
y duele, duele y duele sin motivo,
porque nadie merece este dolor,
porque nadie merece este castigo.

Y no vale la pena el sufrimiento,
ella nunca pensó que me doliera,
¿por qué? “La carne es débil” no consuela
ni la farsa brutal de tantos besos.

No hay que llorar, febril, desesperado,
hay que apretar, intrépido los dientes,
darle aire al corazón para que vuele.

Perder, ganar, son cosas del pasado,
resistir, resistir eternamente
perdonándolo todo, pero duele.

CURA DE HUMILDAD (17/7/2013)

Que alguna vez pensaras que eras grande
es síntoma de poca embergadura
no más demuestra que te equivocaste
mirándote en los ojos de la luna.

Prueba a crecer si quieres ser más alto,
pero no te complazcas solamente
con estar por encima de los bajos,
sé más alto que tú, a ver si puedes.

Y corre siempre todo lo que puedas,
aunque no sepas cómo ni por donde;
y aunque consigas solo alguna pieza

nunca solo con ella te conformes
y piensa sabiamente que la meta
siempre está donde se halle el horizonte.


EVOCACIÓN
(7/7/2013)

Vuelan las notas en la sala oscura,
se suben por los hilos de la sombra,
trepan hasta el desván de la memoria
y allí se instalan, leves y desnudas.

despiertan con la luz que las alumbra
a un nuevo amanecer, fugaz victoria,
eterna liviandad que vuelve otra
la cruel fragilidad de la fortuna.

Y allí se inslatan para siempre vivas,
perpetuamente miel enamorada,
virtual golosina de las almas,

y esperan con la fe de los ausentes
que una frase, otra nota, alguna esquina
las sorprenda otra vez y las despierte.

CUERPO A CUERPO (5/9/2013)

Lo nuestro es un combate cuerpo a cuerpo,
lo nuestro es una lucha sin cuartel,
una guerra civil a fuego lento,
una lid donde no hay nada que perder.

No hay nada que perder puesto que todo
estaba ya perdido previamente,
¿qué puede hacer un hombre frente al rostro
brutal y sanguinario de la muerte?

Sumergirse en la nada es el destino,
perderse en la corriente que nos lleva,
disfrutar de la dicha de estar vivo,

derrochar cada gota con paciencia
de la vida, sabiendo que es lo mismo
vencer o ser vencido en esta guerra.

CALOR (/13/7/2013)

Contagia su inocencia la mañana,
teje una alfombra su verdad de lunes,
se asoma la ciudad al horizonte,
mientras crece una nube despistada.

En el fuego de julio se vislumbran
los áridos paisajes del estío
y crece como hiedra la certeza
de la escasa firmeza de la vida.

El Sol va desplazando, indiferente,
las pobres levedades a su paso;
el camino se torna quebradizo.

Las chumberas soportan la plomiza
voluntad de poder de las alondras,
el polvo de la tierra calcinada.

AUSENCIA

Estás en mí, pero te siento ausente,
perdida, escurridiza, delirante,
como una veleidad alucinante,
una diosa desnuda y contingente.

Se muestra tu hermosura, indiferente
a la mueca febril de mi semblante;
prisionero soy yo de tu inquietante
pericia para hacerte transparente. 

Estás, pero no estás, verdad furtiva,
pálida realidad sin existencia,
poderosa, sutil y fugitiva

entidad disfrazada de conciencia.
Luminosa  presencia primitiva,
tu existir es lo mismo que tu ausencia.

AMOR PRIMERO

Igual que una amapola en los trigales,
como el viejo perfume de un bolero,
igual que una balada de Perales,
o el alma preludiando un aguacero.

Así sabe el amor, fugaz, primero,
cuando la lluvia enturbia los cristales
y abrasan los ardores naturales,
como un volcán violento y pasajero.

Efímero y fugaz como una rosa,
ardiente como el fuego del infierno,
frágil como la frente de una diosa,

como el calor del vientre del invierno,
como la vida de una mariposa:
tan breve que parece que es eterno.

EL REGRESO
Ese aroma que vuelve del pasado
te inunda con tal fuerza y de tal forma,
que en un instante solo te transforma
en un jugueteroto alucinado.

Se instala como un pájaro en tu nido,
remeciendo tus venas y tus canas,
se cuela como el sol por la ventana
y deja tu semblante malherido.

Y claro como el agua de la fuente
te atrapa con su pátina ilusoria
y casi sin querer, tranquilamente

regresas por la puerta giratoria
y vuelves sometido, dócilmente,
a los primeros pasos de tu historia.

DEJAR DE SER

Dejar de ser para seguir contigo,
perderme, pervertirme y anularme,
dejar de ser quien soy hasta olvidarme
de todo lo que fui, triste castigo

le pones a mi pobre patrimonio,
escueto, pobre, triste, pero mÍ­o,
maltrecho entre tus dudas y el vacÍ­o
que pinta con su rabo tu demonio.

Tendré que decidir si deshacerme
para seguir, cadáver, a tu lado
o, por contra, quedarme como estoy;

volverme otra persona o mantenerme
Íntegro, pero solo y olvidado.
fundirme en ti o seguir siendo el que soy.

MI MEDIDA
Ese pozo que esconde tu mirada,
ese mar que se oculta tras tus ojos,
son un premio que gano y que recojo
como un trasunto exacto de la nada.

La nada es el espejo donde el todo
refleja su cabeza malherida,
su mentira lunática, engreí­da,
también su sed de ser de cualquier modo.

Pero yo te recibo bienvenida,
porque yo te construyo al contemplarte,
porque sé que en tu vida está mi vida,

porque te llevo dentro sin mirarte.
Sabes bien que tu nada es mi medida
y traspasas mi mundo parte a parte.

EL SOL ENAMORADO
La prudencia aconseja no llorar,
pero al llanto convida esta locura
de versos crepitando en la hermosura
de un Sol que se resiste a declinar.

Al otro lado espera el ancho mar,
la diosa del placer y la aventura,
suspendida en lo alto de su altura,
y el deber de seguir y no esperar.

Pero Ronda, ay, encima de su roca,
lo cautiva, lo enreda, lo arrebata,
lo embauca, lo enmaraña, lo provoca

y el Sol desde su trono desbarata
la baraja de albores que convoca
con lágrimas doradas y escarlatas.

AMANECER

Ya viene el Sol trepando por la sierra
de Oriente, que es su sierra preferida,
viene de nuevo ardiendo en su salida
a repartir sus besos por la Tierra.

Sube al paso del ritmo que le impone
su propia condición de ser errante,
condenado a ese sino caminante,
que la ley de los ángeles dispone.

Asoma su pujante llamarada
y deshace las sombras del sendero;
se encarama llenando por doquier

los recodos secretos de la nada,
mientras surge con sino pasajero
otro cálido y nuevo amanecer.

CONSEJOS

Hay que buscar el ritmo lentamente,
el compás que se adapte a tu poder,
a tus formas, tus modos y a tu ser,
el tuyo, el mío, el nuestro, simplemente.

Sabiendo que es mejor, sinceramente,
mucho mejor perderse que perder
mucho mejor, correrse que correr,
aunque la misma cosa se aparente.

Hay que pisar despacio y con cuidado,
medir bien las palabras y la euforia
olvidar las heridas del pasado,

no fiar demasiado en la memoria;
sentirse bien, incluso acompañado,
pasar de todo, incluso de la gloria.

LA DUDA

La duda tiene un precio que se paga,
dudar no es un asunto gratuito,
ni un acontecimiento fortuito;
es una certidumbre que naufraga.

Dudar tiene un trabajo que no tiene
la firme convicción de la evidencia,
dudar es un ciclón en la conciencia,
un barullo infernal que no conviene.

Pero el que duda sabe que no sabe,
y justo ahí reside su grandeza,
saber que en el crisol de su cabeza

solo una duda hercúlea le cabe.
Solo quien duda se hace con la llave,
que alguna vez lo lleve a una certeza.  


NO DEJES

No permitas que pase por tu puerta
ese tren atestado de ocasiones,
no dejes que se apaguen tus pasiones,
esperando sentado en la cubierta.

Tírate al mar, desnudo, de cabeza,
no pienses en los riesgos del camino
y aléjate sin más del asesino
indiscutible valor de la certeza.

No niegues los ardores de tu pecho,
conviértelo en un viento enamorado,
que contagie a las cosas y a los hechos;

no te quedes llorando lo pasado.
Más vale lamentar lo que se ha hecho,
que llorar por no haberlo procurado.

LA FUENTE INTERIOR

Esa fuente interior que no se agota,
eterno manantial de luz sin dueño,
interminable sol, que alumbra sueños,
y vierte al exterior su inmensa gota.

Origen ideal, que empuja y manda,
que llena los estanques de la vida
que ilumina la cara y que convida
a seguir sus designios en volandas.

Si no fuera por ella no darías
ni un paso en el camino que te espera,
perdido entre las dudas, estarías,

al capricho de toda ventolera,
que acechando en las horas de tus días,
pasara  suspirando por tu vera.

EL VICIO DE QUERERTE

Me crezco ante el castigo como el toro;
si es justo, rectifico como el sabio,
solo tengo el oasis de tus labios
y si miro tus piernas me enamoro.

¿Qué más puede ofrecer quien solo mira
por los altos andamios de tus ojos?
¿Qué le puedes pedir a quien respira
postrado ante el imán de tus cerrojos?

No tengo nada nuevo para darte,
ni tengo nada nuevo que pedirte,
mas temo la desgracia de perderte

si sigues en el caso de olvidarte
que más que la impostura de decirte
no tengo más que el vicio de quererte.

AYER OTRA VEZ

Y pasó nuevamente como un rayo,
sin apenas dejar ninguna huella,
etéreo y vulgar como una estrella
sin luz y sin color; como un caballo

respingado y veloz; triste  vasallo
de una vulgar y anémica epopeya,
que se pierde en la noche y que destella
al ojo que lo mira de soslayo.

Y volverá a pasar y volveremos
a sentir nuevamente su presencia
anodina, trivial, intrascendente.

Y enseguida muy pronto notaremos
el último vestigio de su ausencia,
engullido sin más por el presente.

EL ARTE DE VIVIR

Me miro y me devuelven los espejos
unos ojos cansados de mirarse,
una razón de ser sin encontrarse,
una simple oquedad, puros reflejos

de un alma en otro tiempo poderosa,
intensa como el Sol del mediodÍ­a,
alegre como un pozo de alegrÍ­a,
profunda, trascendente y cavilosa.

El arte de vivir lleva en su seno
la pena de crecer sin completarte,
de andar y andar sin encontrar destino;

la congoja de no sentirte pleno,
la lucha de perder sin humillarte,
el cansancio de estar siempre en camino.

RONDA INQUEBRANTABLE
Aparece inundando el horizonte
como una diosa lánguida y eterna,
aferrada al paisaje como tierna
rosa fresca parida por el monte.

Ronda, esencia simpar, inquebrantable,
Ronda vieja, preñada de romero,
Ronda, ajena al bullicio viajero
Ronda eterna, serrana e inmutable.

Reposo del sufrido peregrino,
tentación del poeta apasionado,
dulce beso temblándome en la boca,

leyenda dibujada en el camino
orgullo del rondeño enamorado,
perpetua seducción que me provoca.

PROMETO

Prometo no decir más la verdad
y prometo callar, sellar la boca,
cuando mi lengua furibunda y loca
clame al mundo pidiendo libertad.

No tendré con mi lengua más piedad,
desde ahora diré lo que me toca,
que el que cierra la mui no se equivoca
y gana por su bien tranquilidad.

Prometo, si hace falta, no sentir,
prometo, si es preciso, no pensar,
y quitarme de en medio, darme el piro;

ni opinar, ni enfadarme, ni decir,
ni juzgar, ni creer, ni molestar,
y si hay que retirarse, me retiro.

OTRO SONETO
Quiero escribir un soneto pomposo
un soneto con rima consonante,
un soneto solemne, altisonante,
campanudo, pedante y ostentoso.

Un soneto esplendente, aparatoso,
con cuartetos sonoros, rimbombantes,
con tercetos divinos, redundantes,
con compás remarcado y melodioso.

Que no tenga ni un ápice de fondo,
simple y pura oquedad, solo apariencia,
que no demuestre nunca lo que escondo,

una ristra de versos sin conciencia,
un soneto más mondo que lirondo,
pero fiel a la norma de su esencia.

ENTREGARSE
Entregarse hasta el fondo es el destino,
andar, correr siguiendo a aquella estrella,
perseguir a esa chica, la más bella
de ese mundo mundial que yo imagino.

Volar sobre las tristes osamentas
de tanto mequetrefe anquilosado,
que duerme en los andamios del pasado
atizando el ardor de las tormentas.

Soñar y caminar, seguir soñando,
estar enfrente siempre de la nada,
seguir solo a los que alzan la bandera

del sueño mientras siguen batallando,
contra aquella tristeza anquilosada,
que sofoca a la ardiente primavera.

LA ESPAÑA ETERNA

La España de charanga y pandereta
sigue asida a las faldas de María,
a la cruz del Señor de la Agonía,
al poder seminal de la bragueta.

La España de los cambios de chaqueta,
de incienso, boquerón y romería,
de toros, de Pasión, de sacristía
de caña, de balón y de escopeta.

Aquella España que lloró Machado
sigue viva, presente, incombustible,
dormida en el din dan de una campana,

navegando en los mares del pasado
segura en sus valores invencibles:
la España del ayer y del mañana.