LA COPLA TUVO LA CULPA

LA COPLA TUVO LA CULPA
(La culpa fue de la copla)


ESPECTÁCULO en 2 ACTOS

original de

JOSÉ Mª TORNAY

y producido por el

TES de RONDA

Producción

JOSÉ MARÍA ORTEGA

Dirección Musical

JOSÉ MARÍA TORNAY

Dirección de escena

ANTONIO BECERRA

PERSONAJES

NARRADORA Auxiliadora Madrid
NARRADOR José María Tornay
VIEJO Vicente Ramírez
LOCUTOR Paco Mena
LOCUTORA Milagros Calle
CHICA 1 Rocío Orozco
CHICA 2 Virginia Durán

BANDA

GUITARRA FLAMENCA Carlos Becerra
TECLADOS Antonio Gª Montes
BAJO José Mª Tornay Rasero
PIANO Pablo Jiménez

PERCUSIÓN 1 Jacobo García
PERCUSIÓN 2 Paco Becerra

CANTANTES (Por orden de aparición)

MARÍA DEL MAR LUQUE
CARMEN MORALES
AINHOA PÉREZ
LOLA MARI ALCALÁ
MARI CARMEN Gª MELGAR
CARMELI GAMARRO
JOSÉ MARÍA TORNAY

PRIMERA PARTE
(Media hora antes del comienzo del espectáculo se pondrán por megafonía una versión musical de LA COPLA TUVO LA CULPA.
El escenario no tendrá más decorado que las cortinas negras y unas cuantas macetas dispuestas en función de la colocación de la Banda, que se situará al fondo y en alto si es posible, y una pantalla por encima de los músicos para colocar fotos, vídeos y letras, de acuerdo al desarrollo de la acción. Una cabina, situada en un lateral, simulará una tal de radio; en el otro lateral, un espacio simulando la habitación de dos jóvenes, con una mesa y dos sillas. Antes de abrirse el telón, una voz en off (Antonio Becerra) recita el siguiente poema sobre el fondo del tema de la obra, LA COPLA TUVO LA CULPA, en su versión de guitarra y piano):
(Hay que hacer una pausa larga entre cada estrofa).

Guitarras de terciopelo,
gargantas de porcelana,
besos robados al tiempo,
sueños que anuncian el alba.

Las promesas que se olvidan,
los”te quiero” que no valen:
verdades que son mentiras,
mentiras que son verdades.

Pasiones envenenadas,
desengaños y traiciones:
versos que brotan del alma
convertidos en canciones.

Besos ardiendo en la hoguera
donde se abrasa la vida;
jardín que dulce te entrega
sus rosas y sus espinas.

(Pausa y cesa la música. Pregonando).

Con el fuego del sol en el pecho,
con el alma temblando en la boca,
con la luz atrapada del cielo;
sin peineta, sin bata de cola,
sin adornos, discreta, desnuda:
con ustedes, señores, la COPLA.

(Un tono rojo iluminará la escena. Coincidiendo con el último verso, empieza a abrirse el telón y, a la vez, suena el piano introduciendo la primera de ellas, Antonio Vargas Heredia) (JOSÉ MARÍA / MARÍA DEL MAR).

Con un clavel grana temblando en la boca,
con una varita de mimbre en la mano,
por una «verea» que llega hasta el río,
iba Antonio Vargas Heredia el gitano.

Entre los naranjos la luna lunera
ponía en su frente la luz de azahar
y cuando apuntaban las claras del día,
llevaba reflejos del verde olivar,
del verde olivar.

Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé.
Cayó el mimbre de tu mano
y de la boca, el clavel,
y de la boca, el clavel.

De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí,
las mocitas de Sierra Morena
se mueren de pena llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia,
se mueren de pena llorando por ti.

Era Antonio Vargas Heredia el gitano,
el más arrogante y el mejor plantao
y por los contornos de Sierra Morena
no lo hubo más bueno, más guapo, ni «honrao».

Pero por «curpita» de una hembra gitana,
su faca en el pecho de un hombre se hundió.
Los celos malditos nublaron sus ojos
y preso en la trena, de rabia lloró,
de rabia lloró.

Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé.
Cayó el mimbre de tu mano
y de la boca, el clavel,
y de la boca, el clavel.

De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí,
las mocitas de Sierra Morena
se mueren de pena llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia,
se mueren de pena llorando por ti.

(Luz iluminando la escena y, en la pantalla, proyección del cartel de LA COPLA
TUVO LA CULPA).

AUXI:
Antonio Vargas Heredia,
luz que alumbra la mañana,
la copla tuvo la culpa
de tu amor y tu desgracia.
Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza gitana.

(En alguna parte del escenario, un gran clavel o cualquier otro motivo floral, representará durante toda la obra a Antonio Vargas Heredia, al que se dirigirán habitualmente los narradores y, a juicio del director de escena, los cantantes. A él si dirigirá José María después de acabar su copla, como antes lo ha hecho Auxi).

JOSÉ MARÍA: Antonio Vargas Heredia, los barrotes que ciegan tu libertad serán convertidos en alas por la magia de la copla. En alas para que nos acompañes en esta singladura, que hemos arrancado con tu pena. Tu pena y muchas penas…una ristra de penas y algunas alegrías forman los eslabones de esta cadena que es la copla.

AUXI: La copla. ¡Ay, la copla! Nuestros tiernos oídos infantiles fueron acariciados por los pétalos de una partitura que brotaba por las rejillas encantadas de las radios de galena y que marcaron nuestros gustos musicales para siempre.

(Luz a la cabina de radio y un locutor y una locutora aparecen en la situación de presentar un programa de discos dedicados, con anuncios de aquella época incluidos. De alguna manera hay que hacer ver que están emitiendo en los años 60. Justo al encenderse la luz de la cabina suena “la canción del Cola-Cao” en su fragmento final. Al terminar la canción comienza a hablar la locutora). Habra un cartel que indique RADIO SINDICAL DE RONDA.

LOCUTORA: Están ustedes en la sintonía de Radio Sindical de Ronda. En esta tarde plomiza de abril de 1961, con el cielo amenazando lluvia, continuamos con nuestro programa para que sigan ustedes dedicando sus canciones favoritas a los amigos y familiares. “Clotet vende barato, barato vende Clotet”.

LOCUTOR: Señoras y Señores, por gentileza de la mejor malta de España, “La Braña”, de su nieta Maruja para su abuela Isabel, que la estará escuchando, la predilecta de sus coplas, el “Romance de la reina Mercedes”.

(Suena un fragmento, editado convenientemente para que se escuche al estilo radiofónico de aquellos años. En concreto, debe sonar desde el principio hasta que vaya a empezar el estribillo).

Una dalia cuidaba Sevilla
en el parque de los Monpansié.
Ataviada de blanca mantilla
parecía una rosa de té.
De Madrid, con chistera y patilla,
vino un real mozo muy cortesano.
Que a Mercedes besó en la mejilla,
pues son los niños primos hermanos.
Un idilio de amor empezó a sonreír,
mientras cantan en tono menor
por la orillita del Guadalquivir.

(Justo cuando toca seguir con el estribillo, José María interrumpe la copla con su discurso).

JOSÉ MARÍA: La copla, Antonio, nos enseñó a apreciar las letras y a enamorarnos de la melodía, esos dos valores casi olvidados en la música de consumo actual. La copla tuvo la culpa de que hoy estemos encima de un escenario pregonando nuestro amor por la música, de que buena parte de nuestra vida la hayamos invertido en mecernos arrullados por sus acordes embriagadores.

AUXI: Bendita inversión, que siempre deja beneficios, que nunca pierde y siempre aporta dividendos en la cuenta corriente del corazón. Hoy queremos invitarte, Antonio, a soñar, a recorrer ese paseo frondoso y encantador que transita la historia de este género singular y único. La copla, ese hilo conductor de nuestros sentimientos, esa banda sonora de nuestras vidas.

JOSÉ MARÍA: La culpa fue de la copla, Antonio; la copla tuvo la culpa.

(Sobre el fondo de La copla tuvo la culpa, en su versión lenta, los dos narradores recitan el siguiente poema).

JOSÉ MARÍA
Justo al abrir mis pestañas
una mañana de invierno
me encontré con el eterno
suspiro recio de España.
Entre espigas y guadañas,
una amable tonadilla
hizo en mi alma cosquillas
y me prendió a sus entrañas.

AUXI:
La culpa fue de ese cante
que la radio de galena
deshojaba entre la pena
y la alegría de antes.
Una pena hecha guirnalda
cubriendo los corazones;
un dolor hecho canciones
vestidas de rojo y gualda.

(Mientras se va apagando la melodía, continúa nuestra historia, mezclándose con el final de la misma, para dar paso a la introducción de OJOS VERDES) (CARMEN).
Los dos primeros versos serán recitados por AUXI, en actitud soñadora:

Apoyá en el quicio de la mancebía,
miraba encenderse la noche de mayo.

(Sigue la cantante).

Apoyá en el quicio de la mancebía,
miraba encenderse la noche de mayo.
Pasaban los hombres y yo sonreía,
hasta que en mi puerta paraste el caballo.
Serrana, me das candela y yo te dije gaché.
Ay ven y tómame mis labios y yo fuego te daré.
Dejaste el caballo
y lumbre te di
y fueron dos verdes
luceros de mayo
tus ojos pa’ mí.
Ojos verdes,
verdes como,
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes,
con brillo de faca,
que se han clavaíto en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles,
lucero, ni luna,
no hay más que unos ojos
que mi vida son.
Ojos verdes,
verdes como
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en la torre la vela.
Dejaste mi brazo cuando amanecía
y en mi boca un gusto a menta y canela.
Serrana para un vestido yo te quiero regalar.
Yo te dije estás cumplío; no me tienes que dar ná.

Subiste al caballo
te fuiste de mí
y nunca otra noche
más bella de mayo
he vuelto a vivir.
Ojos verdes,
verdes como,
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes,
con brillo de faca,
que se han clavaíto en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles,
lucero, ni luna,
no hay más que unos ojos,
que mi vida son.
Ojos verdes,
verdes como
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

(Se hace el oscuro sobre la cantante y los músicos y vuelve la luz sobre los narradores. Continúan el piano y la guitarra poniendo fondo a la continuación del poema anterior).

JOSÉ MARÍA:
Los ayes de Lola Flores
y Marifé de Triana
entraban por mi ventana
como arpegios de colores
y se quedaban colgando
de la blancura del techo
mientras mi boca, cantando,
los cobijaba en mi pecho.

AUXI:
La tonadilla es un pozo
lleno de hiel y ambrosía,
de pesares y de gozos,
de ¡ay, Señor y ay, alma mía!
De suspiros anhelantes
de Doña Concha Piquer
y de cuitas abundantes
de las cosas del querer.

JOSÉ MARÍA:
La copla, dulce, embebida
de calor y de consuelo
puso acordes en mi vida
y en la boca un caramelo.
La copla tuvo la culpa
con su letal melodía,
la copla fue la culpable
de mi amor por la armonía.
La copla tuvo la culpa,
la copla, la copla mía.
(Comienza sin interrupción la introducción de PENA, PENITA, PENA). (MARÍA DEL MAR).

Si en el firmamento poder yo tuviera,
esta noche negra lo mismo que un pozo,
con un cuchillito de luna lunera,
cortaría los hierros de tu calabozo.
Si yo fuera reina de la luz del día,
del viento y del mar,
cordeles de esclava yo me ceñiría
por tu libertad.

¡Ay, pena, penita, pena -pena-,
pena de mi corazón,
que me corre por las venas -pena-
con la fuerza de un ciclón!
Es lo mismo que un nublao
de tiniebla y pedernal.
Es un potro desbocado
que no sabe dónde va.
Es un desierto de arena -pena-,
es mi gloria en un penal.
¡Ay, penal! ¡Ay, penal!
¡Ay, pena, penita, pena!

Yo no quiero flores, dinero, ni palmas,
quiero que me dejen llorar tus pesares
y estar a tu vera, cariño del alma,
bebiéndome el llanto de tus soleares.
Me duelen los ojos de mirar sin verte,
reniego de mí,
que tienen la culpa de tu mala suerte
mi rosa de abril.

¡Ay, pena, penita, pena -pena-,
pena de mi corazón,
que me corre por las venas -pena-
con la fuerza de un ciclón!
Es lo mismo que un nublao
de tiniebla y pedernal.
Es un potro desbocado
que no sabe dónde va.
Es un desierto de arena -pena-,
es mi gloria en un penal.
¡Ay, penal! ¡Ay, penal!
¡Ay, pena, penita, pena!


(Con aire solemne y ensimismado, un viejo (proyección de los sueños y pensamientos de los narradores), que atraviesa el proscenio, recita el siguiente poema, muy lento y masticado):

VIEJO:
Llora el jilguero en su rama
y lamenta su quebranto;
su dolor se vuelve canto,
indiferente a su drama.
Y lo mismo que el jilguero
yo adormezco en mi rincón
la pena con mi canción
mientras pasa el aguacero.

Cantar es también llorar
al compás del sufrimiento:
la canción es un lamento
que es imposible guardar.
AUXI: Éste es el origen, Antonio, la raíz de la copla, de cualquier canción, de cualquier poema: lágrimas del alma que se escapan sin remedio, sin que haya manera de detenerlas: desesperación, amor, desamor, nostalgia… la precariedad humana buscando una salida, un destino, otro calor, una esperanza, otra pasión. Por eso la copla es eterna.
(Auxi se dirige a los músicos y las cantantes y les pregunta a su vez, para corroborar su afirmación)
¿ A ver, de dónde viene la copla?

ANTONIO Gª MONTES:
De las suculentas ubres
generosas de la tierra;
del dulce licor sagrado
del amor hecho poema.

PABLO:
De la sombra y de la luz,
de la paz y de la guerra.
Del cielo azul luminoso,
de la negra noche, negra
y del veneno que fluye
de sus entrañas morenas.
De esos claros manantiales
bebe la copla su esencia.

AUXI:
En la lava que discurre
por las venas de las cosas
de los hombre y mujeres,
de la vida y de la historia,
hunde sus dedos ardientes
las raíces de la copla.

(Comienzan los músicos la introducción de TENGO MIEDO). (AINHOA)

Cuando de veras se quiere
el miedo es tu carcelero,
y el corazón se te muere
si no te dicen te quiero.

Y cualquier cosa te hiere
como a mí me esta pasando,
que me despierto llorando
con temblores de agonía,
porque tus ojos, mi vía,
y ese color de tu pelo,
aun dormía me dan celos,
gitano, gitano, del alma mía.

ESTRIBILLO

Miedo, tengo miedo,
miedo de quererte.
Miedo, tengo miedo,
miedo de perderte.
Sueño noche y día
que sin ti me quedo.
Tengo, vida mía,
miedo, mucho miedo.

Tiemblo de verme contigo
y tiemblo si no te veo.
Este queré es un castigo
castigo que yo deseo.

Yo en tus palabras no creo
ni en las mías tú tampoco.
Por tu avenate de loco
ya me duele el pensamiento
de este puñal que presiento
que llenará de agonía,
gitano, gitano, de mis tormentos.

ESTRIBILLO

Miedo, tengo miedo,
miedo de quererte.
Miedo, tengo miedo,
miedo de perderte.
Sueño noche y día
que sin ti me quedo.
Tengo, vida mía,
miedo, mucho miedo.
JOSÉ MARÍA: A mí me gusta la copla, Antonio. La Copla, Tonadilla, Canción Española o Canción Andaluza. Sobre todos estos nombres yo sigo prefiriendo el de COPLA. ¡qué curioso, Antonio! no hace tanto lo de escuchar una Copla era poco menos que algo clandestino; te llamaban antiguo. ¡Tu historia antigua, Antonio, si es moneda corriente ahora y siempre y lo será mientras quede un corazón latiendo en este mundo!

AUXI (dirigiéndose a Antonio y a José María): Pero es que, además, ha tenido que soportar muchas mentiras. Se le llamó el género musical de la dictadura, pero La verdad, Antonio, es que la copla también sufrió las dentelladas del régimen. También padeció la censura en sus letras y la cárcel en algunos de sus intérpretes.

JOSÉ MARÍA (dirigiéndose a Auxi y, luego, a Antonio): Luego, le atacó otro fantasma: folclórico pasó a usarse de forma despectiva, como un insulto nada menos y, sin embargo, fíjate, Antonio, cómo ha sido recuperada por la gente joven, que ve en ella reflejadas sus zozobras y y en esus letras identifica sus anhelos y ansiedades, porque es un género vivo, que conecta con las almas, con la gente de ayer, de hoy y de siempre.

(Se ilumina el espacio donde habrá una mesa, con un ordenador y una silla en la que aparecen sentados dos jóvenes ataviadas al estilo de la época actual. Una de ellas pincha en youtube la copla ROCÍO, del disco TATUAJE, que se proyectará en la pantalla y de la que oiremos un fragmento).

CHICA 1: Mira lo que he encontrado en you tube, a Andrés Calamaro cantando la copla de tu nombre, Rocío.
CHICA 2: No me digas. A ver, a ver.

De Sevilla un patio salpicao de flores
y una fuente en medio con un surtidor,
rosas y claveles de tos los colores
que no lo soñara mejor que un pintor.
Tras de su cancela de hierro forjado
hay una mocita de tez bronceá
y juntito a ella,moreno y plantado
un mozo encendido que hablandole está.
La luna rosa de plata bañó el patio con su luz,
muy cerquita de su novia dijo el mocito andaluz:
Rocío, ay mi Rocío!, manojito de claveles
capullito florecio , de pensar en tus quereres
voy a perder el sentido
porque te quiero mi vida, como nadie te ha querido
Rocio, ay mi Rocio!
AUXI: Pero vayamos, Antonio, al principio. Allá por el siglo XVIII, cuando la música italiana reinaba en España, la gente se rebela, cansada de tanta moda extranjera y crea la tonadilla. Esa es la madre de nuestra copla, que nace en los primeros años del siglo XX. Y aquí la tienes, acaba de cumplir 100 años y sigue tan guapa y tan lozana, viviendo su segunda juventud.
JOSÉ MARÍA: Pero ya en la lejana Edad Media, los juglares y los trovadores cantaban coplas, es decir, contaban historias. ¡Cómo nos gusta a los seres humanos que nos cuenten historias! Donde hay una historia, donde hay una emoción, allí hay una copla.

(Suena la introducción de “Romance de valentía”, que se cantará entera). (LOLA MARI)

Era muy poco en la vida,
tan poco, que nada era.
Por no tener no tenía
ni mare que lo quisiera.
Era un triste afisionao
que buscaba la ocasión
de dejar en un cercao
frente a un toro el corazón.
Romance de valentía,
escrito con luna blanca
y gracia de Andalucía
en campos de Salamanca.

Embiste, toro bonito,
embiste por cariá.
Morir se me importa un pito,
pues nadie me iba a llorá.
Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un niño muy hombre,
que está delante de un toro.
En matarme no repares,
te concedo hasta el perdón,
y como no tengo mare,
la Macarena me ampare
si me cuelgas de un pitón.

Todas las noches saltaba
sin miedo la talanquera
y a cara y cruz se jugaba
al toro la vía entera.
Quizá fuera colorao
el buré que lo embistió
y mordiendo su costao
malherido le dejó.
Romance de valentía
teñido con luna blanca
y sangre de Andalucía
en campos de Salamanca.

¡Adios, plaza de Sevilla,
ya nunca me habrás de ver
pisar tu arena amarilla
con tanto que lo soñé!
¡Adios, capote de seda,
que fuiste mi compañero,
morir en esta pelea
es cosa de buen torero!
Ya vestío de alamares
no ha de verme la afición
y como no tengo mare,
la Macarena me ampare
y me dé su bendición.

Allí quedó ante la fiera,
ninguno lo vio caé,
nadie rezó tan siquiera
un padrenuestro por él.

Por él ninguna serrana
lloró de luto vestía.
Por él ninguna campana
dobló amaneciendo el día.
Pero, en cambio, entre asusenas
y entre velas enrisás,
en San Gil la Macarena
sí que lloraba de pena
por la muerte del chavá.

VIEJO: ¡Qué mujer, Raquel Meller, la que voló más lejos de nuestras cupletistas tonadilleras; ella cantó por el mundo «La Violetera», «El Relicario», «Flor de té». Convirtió en devotos suyos y de la tonadilla a casi todos los intelectuales de la época: Manuel Machado, Mariano Benlliure, Joaquín Sorolla, Rusiñol, Pemán, Marquina, González-Ruano, Eugenio D’ors, Aldous Huxley, Charlot o Rodolfo Valentino. Todos se rindieron a sus trinos. Pese a ello, Raquel murió olvidada.

(Sobre las últimas palabras comienza la proyección del vídeo “El relicario”, interpretado por Raquel Meller).

El día de San Eugenio,
yendo hacia El Prado lo conocí.
Era el torero de más tronío
y el más castizo de «to» Madrid.
Iba en calesa, pidiendo guerra
y yo al mirarlo me estremecí.
Él, al notarlo, salió del coche
y muy garboso, vino hacia mí.
Tiró la capa con gesto altivo,
y descubriéndose me dijo así:

Pisa, morena,
pisa con garbo,
que un relicario,
que un relicario,
me voy a hacer
con el trocito
de mi capote
que haya pisado,
que haya pisado
tan lindo pie.

VIEJO: Este cuplé ¡del maestro Padilla! pueda considerarse como la primera copla. La primera copla, fíjate, Antonio, lo que ha llovido. Curiosamente, se trataba de una música jocosa, alegre y liviana arropando una historia dramática, triste.
Más adelante, aparecen esplendorosas dos mujeres inolvidables, eternas: Imperio Argentina y Doña Concha Piquer. ¡Qué grandeza: «Ojos Verdes», «La Parrala», «A la lima y al limón», «No te mires en el río», «Tatuaje». ¡Hay que ver el papel que soportaban las mujeres en los tiempos en que fue compuesta esta copla, “A CIEGAS” (CARMEN):

(Auxi recita la primera parte de esta copla y una de las cantantes (CARMEN) arranca desde el estribillo acompañada exclusivamente por algunos elementos de percusión).

Yo muchas noches sentía,
cercano ya el día,
tus pasos en la casa.
Gracias a dios que has llegao,
que no te ha pasao,
ninguna cosa mala.
En tus manos, un aroma,
que trasminaba como el clavel,
pero yo lo echaba a broma,
porque era esclava de tu querer,
¡Que me he entretenio,
las cosas del juego!
y yo te decía,
cerrando los ojos,
lo mismo que a un ciego:

(Entra la cantante):

No tienes que darme cuentas,
a ciegas yo te he creío,
yo voy por el mundo a tientas ,
desde que te he conocío,
Llevo una venda en los ojos,
como pintan a la fe,
no hay dolor como esta gloria,
de estar queriendo sin ver.
Mi corazón no me engaña,
y a tu caridad se entrega,
duerme tranquilo mi entraña,
que te estoy queriendo a ciegas.

No sé que mano cristiana,
abrió una mañana,
mi puerta de repente;
luz que cortó en mil pedazos,
como un navajazo ,
la venda de mi frente.

Me quitaron la ceguera,
con un cuhillo de compasión
y hoy va solo por la acera,
sin lazarillo mi corazón.
Toda esa mentira,
lo firmo y lo pruebo,
y yo te decía ,
queriendo ponerme,
la venda de nuevo.

No tienes que darme cuentas,
él no te las ha pedío,
quien va por el mundo a tientas,
lleva los rumbos perdíos,

Dios me clavará en los ojos,
alfileres de cristal,
pa no verme cara a cara,
contigo y con tu verdad,

Miente de noche y de día,
y a jurarme en falso llega,
sigue mintiendo, alma mía,
que te estoy queriendo a ciegas.

JOSÉ MARÍA: ¿Se concebiría hoy día una letra como ésta? Pero no pienses, Antonio, que todas son así. En el baúl de la copla hay otras en las que se defiende justamente lo contrario, como en ésta en la que la señora suplica “No me quieras tanto”. (MARI CARMEN)

(Se enciende la parte en la que están los músicos con la cantante que arranca sin dilación, a la vez que se apaga la luz que ilumina a los narradores).

NO ME QUIERAS TANTO
Yo tenía viente años
y él me doblaba la edad.
En mis sienes había noche
y en las suyas madrugás.
Antes que yo lo pensara
mi gusto estaba cumplido.
Nada me faltaba con él,
me quería con locura,
con tos sus cinco sentidos.
Yo me dejaba querer.
Amor me pedía,
como un pordiosero,
y yo le clavaba,
sin ver que sufría,
cuchillos de acero.

No me quieras tanto,
ni llores por mí;
no vale la pena,
que por mi cariño
te pongas así.
Yo no sé quererte
lo mismo que tú,
ni pasar la vida
pendiente y esclava
de esa esclavitud.
No te pongas triste,
sécate ese llanto
hay que estar alegre.
Mírame y aprende.
No me quieras tanto.

Con los años y la vida
ha cambiado mi querer
y ahora busco de sus labios
lo que entonces desprecié.
Cegadita de cariño
yo le ruego que me ampare,
que me tenga caridad;
se lo pido de rodillas,
por la Gloria de su madre
y no me sirve de nada.
Como una mendiga estoy a su puerta
y con mis palabras mi pena castiga
dejándome muerta.

No me quieras tanto,
ni llores por mí;
no vale la pena
que por mi cariño
te pongas así.
Yo no sé quererte
lo mismo que tú,
ni pasar la vida
pendiente y esclava
de esa esclavitud.
No te pongas triste,
sécate ese llanto,
hay que estar alegre.
Mírame y aprende.
No me quieras tanto.

De to lo del mundo sería capaz
con tal que el cariño que tú me tuviste
volviera a empezar.
Por lo que más quieras,
sécame este llanto;
maldigo la hora que yo a ti te dije:
¡No me quieras tanto!

VIEJO: Vino la guerra. ¡Ay, esa tragedia entre hermanos, que partió a muchas familias en dos. Eso también le ocurrió a la familia de la copla: Miguel de Molina y Antoñita Colomé cantaban en el frente «rojo» y Concha Piquer y Celia Gámez lo hacían en el de los “nacionales”. ¡Ay, aquél Miguel de Molina!

(El Viejo, medio canta, medio recita, en tono nostágico y arrebatado el siguiente fragmento de la BIEN PAGÁ). (VICENTE).

Ná te pido,
ná te debo
me voy de tu vera,
olvídame ya,
que he pagao con oro
tus carnes morenas;
no maldigas paya,
que estamos en paz.

Bien pagá, bien pagá,
bien pagá fuiste mujé.

AUXI: ¿Y quién no se ha sentido en “Tierra extraña” (CARMEN) acompañando a Concha al compás de esa melodía absolutamente clásica, a quién no se le han llenado los ojos de lágrimas ante estas notas estremecedoras?

…Mas de pronto se escuchó
un gramófono sonar:
callad todos, dije yo
y un pasodoble se oyó
que nos hizo suspirar…

(Arranca la banda y una de las cantantes (CARMEN) interpreta, recitando, este fragmento):

Cesó la alegría,
ya todos callaban,
ya nadie reía,
que todos lloraban
oyendo esta música
allá, en tierra extraña;
eran nuestros suspiros,
«Suspiros de España»
JOSÉ MARÍA:
Pero,¡ay!, Antonio, esa guerra entre hermanos y la censura convierte los “burdeles” en “quicios de mi puerta un día”; pero las coplas siguen hablando de “otras”, de amor prohibido, de “oscuras clavellinas que van de esquina en esquina”, o salvaoras que pierden pa to la vía al que de tí se enamora”.

AUXI: Un mundo dónde se amaba, se odiaba, se reía, se soñaba, se lloraba con Lola, Estrellita, Juana, Mari Fe, Miguel, Antonio, Juanito…

JOSÉ MARÍA: Un mundo de coplas con sabor a madres cantando delante de un lebrillo, a pastillas de jabón verde y a Norit “El Borreguito”.
Un mundo de coplas que ha vuelto, porque nunca se fue. Y ha vuelto, sin bata de cola y sin peineta, y ha vuelto para quedarse, trascendiendo épocas y modas. (El piano empieza la introducción de EL CLAVEL) La copla puede vestirse como le dé la gana, porque a la copla, igual que a cualquiera le gusta gritar…

(Una de las cantantes (MARI CARMEN) ataca, cantando, este fragmento de la famosa copla de Rocío Jurado. Previamente, los músicos harán una breve introducción).

Me gusta ser libre lo mismo que el viento,
que mueve el olivo y riza la mar…
tenderme a la sombra de mi pensamiento
y luego de noche ponerme a cantar.

«Me importa tres pitos que diga la gente
que voy y que vengo por el arenal,
que tengo gastadas las losas del puente
de tanto cruzarlas por la madrugá» .

Un clavel…
un rojo, rojo clavel,
un clavel,
a la orilla de mi boca
cuidé yo como una loca
poniendo mi vida en él.

Y el clavel…
al verte, cariño mío,
se ha puesto tan encendío
que está quemando mi piel
que está quemando…
que está quemando mi piel.

AUXI:
Fíjate, Antonio, qué cambio, con respecto a aquel sometimiento de la mujer. Libertad. Nada más y nada menos. También la ha defendido la copla. Nuestra copla, que no pertenece a nadie, a ningún régimen político, a ninguna época, porque es nuestra, del pueblo; ese que canta cuando lo que le pide el cuerpo es llorar y que canta cuando hay que cantar y que se cuenta historias para aligerar los pesares.

JOSÉ MARÍA:
Y así es, Antonio. La mayoría de las coplas son como la tuya: nos cuentan una historia, un argumento; como una película, como una obra de teatro…

(Mientras empieza a sonar la introducción de la canción, se oscurecen los rapsodas y se hace la luz sobre la intérprete de LA NIÑA DE PUERTA OSCURA). (CARMELI).

La niña de Puerta Oscura
se dio de cara con él,
los ojos de calentura,
la boca como un clavel.

¿A dónde vas, niña hermosa,
a dónde vas por ahí?
Que estoy buscando una rosa,
la rosa del mes de abril.

Y al verla ponerse como una amapola,
Manolo Centeno le dijo a la Lola:

«Limoná»
y en medio del limoná, limoná,
de conchas y caracolas,
le tengo que hacer a mi Lola
una casa de coral.

Limoná, limoná,
y que de noche las olas,
con verde bata de cola,
le bailen por soleá.

La niña de Puerta Oscura
a verlo no ha vuelto más.
Y Málaga la murmura
del palo hasta el limoná.

Qué pena Manuel Centeno,
que no quiera ver venir,
pa’ ve este clavel moreno
que me ha nacido de ti.

Bordando pañales para su criatura
lloraba Canales, la de Puerta Oscura.

«limoná»,
en medio del limoná, limoná
de concha y caracola le tengo
que hacer a mi Lola
una casa de coral.

Limoná, limona
y que de noche las olas
con verde bata de cola
le bailen por soleá.

Limoná, limoná,
hay que pena de mi limoná,
hay que pena de mi limoná.

(Se hace un oscuro total y el título de la obra aparece destacado y en solitario mientras AUXI recita el siguiente poema y comienzan los acordes de LA COPLA TUVO LA CULPA).

AUXI:
La copla roba sus sueños
donde crecen las pasiones,
allí donde las espinas
taladran los corazones.

A mí me dejó rendida
una mañana de invierno
la ternura de una copla
jurando amores eternos.

La copla tuvo la culpa,
entre espigas y chumberas,
la copla fue la culpable
de mi amor de primavera.

(Se va apagando la luz que iluminaba a Auxi y empiezan los acordes de LA COPLA TUVO LA CULPA). (TODOS).

JOSÉ MARÍA
Como una luna de mayo,
como una brisa de abril,
entró la copla en mi vida
y ya no pudo salir.
Ella me volvió su esclavo,
yo la hice prisionera
y entre los dos nos pusimos
un acorde por montera.¬¬¬
La copla tuvo la culpa
bajo la luna lunera.

AINHOA
La culpa fue de la copla,
esa lluvia de fuego y rocío,

LOLA MARI
ese arpegio temblando en la boca,
ese fuego de amor encendío.

TODOS con JOSÉ MARÍA
La copla sabe contarnos
la vida en cada canción
y hace que digan los labios
lo que manda el corazón.

CARMEN
Y que vuelva la voz de Rocío,
y que venga la Lola Puñales
que la luna se bañe en el río,
convirtiendo en oro los trigales.

MARI CARMEN
Que Juanito regrese a su España,
y que Antonio nos siga cantando,
y que Concha no esté en tierra extraña
y que siga la copla sonando.

MARÍA DEL MAR
A mí me llenó de fuego
el sol de la Zarzamora
mientras la Lirio pintaba
de sangre negra las olas.
La copla tuvo la culpa,

TODOS
la culpa fue de la copla.

CARMEN
La culpa fue de la copla,
esa lluvia de fuego y rocío,

MARI CARMEN
ese arpegio temblando en la boca,
un soñar con los cinco sentíos.

TODOS con JOSÉ MARÍA
La copla sabe contarnos
la vida en cada canción
y hace que digan los labios
lo que manda el corazón.

AINHOA
Mientras broten besos de una boca
y a compás latan dos corazones
hará falta el fuego de una copla
convirtiendo el amor en canciones.

LOLA MARI
Mientras haya un corazón herío
y en el pecho se instale una sombra,
hará falta una voz que lo aclare
y el consuelo que presta una copla.

MARÍA DEL MAR
Entre rosas y claveles
y entre ardientes amapolas
fui creciendo entre sus redes,
navegando entre sus olas.
La copla tuvo la culpa
TODOS
La culpa fue de la copla.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

SEGUNDA PARTE

(Nuevamente, vuelve a sonar la introducción a piano de LA COPLA TUVO LA CULPA, mientras se va abriendo el telón. El final de la apertura debe coincidir con el principio del estribillo, que cantarán las cantantes. Al final del mismo José María recitará (o cantará) el siguiente soneto):

La sombra de una copla fue la cuna
que arrulló mis primeros movimientos;
sus notas fueron mis primeros cuentos,
sus caricias, más dulces que ninguna.

En sus versos quedaba yo prendido,
de sus notas quedaba yo prendado,
de su aroma perpetuo enamorado
quedó mi corazón tierno rendido.

Despertad al milagro de la aurora
que la copla destila en sus razones,
que gocen los sentidos sin demora;

dejad que ardan los pechos de pasiones,
y al cielo de esa copla que enamora
abrid de par en par los corazones.

(Las cantantes vuelven a repetir el estribillo)

Justo al terminar el estribillo empieza a sonar la CORTINILLA de una radio (RADIO SERRANÍA)

LOCUTOR: Por gentileza de UNICAJA, en esta mañana fría de diciembre y a punto de cerrar el 2011, seguimos con nuestro programa semanal LA COPLA TUVO LA CULPA.

LOCUTORA: Hoy queremos recordar a 3 genios que representan a todo el gremio de letristas y compositores, auténticos y robustos poetas llenos de inspiración y armonía: Rafael de León, Manuel López Quiroga y Antonio Quintero. Quintero, León y Quiroga.

VIEJO: La radio, ese aparato misterioso y mágico derramó durante algunas décadas las únicas gotas de color en aquella España sombría. La copla tuvo la culpa de que en las casas de entonces, teñidas de lutos recientes, de escasez y de penurias, entrara de vez en cuando algún rayito de luz a la grupa de sus sones.

AUXI: Pero la radio, ay Antonio, más tarde, se olvidó de la copla y dejó de volar por las ondas durante mucho tiempo, aunque siguió viva en los heridos corazones. Esos corazones que la han terminado resucitando, porque necesitan de su pálpito para seguir latiendo al compás de sus historias.

VIEJO: ¡Ay, Antonio! D. Rafael de León, un poeta mayor de nuestras letras. Curiosamente, tu historia, Antonio, no es suya. Tú no eres hijo de Rafael de León, ese padre prolífico de historias imposibles y tiernas. ¿Qué es eso de llamarlo popular para quitarle categoría? ¿Quién no ha recitado, tarareado o sentido algunos de aquellos versos admirables?

JOSÉ MARÍA:
Adónde vas tan deprisa 

sin desirme ni ¡con Dió!? 

Me puedes mirá de frente, 

que estoy enterao de tó. 

Me lo contaron ayer 

las lenguas de doble filo, 

que te casaste hase un mé 

y me quedé tan tranquilo. 

Otro cualquiera en mi caso, 

se hubiera echao a llorá, 

yo, crusándome de brasos 

dije que me daba iguá.

AUXI: ¿Es que no es poesía grande, Antonio, aquel maravilloso Réquiem por Federico?
Lo mataron en Granada,
una tarde de verano
y todo el cielo gitano
recibió la puñalada…

VIEJO: Y no lo es aquélla historia llena de drama, de desgarro interior, de desesperación, de olvidos, de esperanza…de vida apasionada derramándose por cada nota dolorida. ¡Qué inspiración inigualable!

(Los músicos comienzan la interpretación de TATUAJE). (LOLA MARI).

Él vino en un barco, de nombre extranjero,
lo encontré en el puerto un anochecer,
cuando el blanco faro sobre los veleros,
su beso de plata dejaba caer.

Era hermoso y rubio como la cerveza,
el pecho tatuado con un corazón;
en su voz amarga, había la tristeza
doliente y cansada del acordeón.

Y ante dos copas de aguardiente
sobre el manchado mostrador,
él fue contándome entre dientes
la vieja historia de su amor:

Mira mi brazo tatuado
con este nombre de mujer,
es el recuerdo del pasado
que nunca más ha de volver.

Ella me quiso y me ha olvidado,
en cambio, yo, no la olvidé
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer.

Él se fue una tarde
con rumbo ignorado
en el mismo barco
que lo trajo a mí,
pero entre mis labios
se dejó olvidado
un beso de amante,
que yo le pedí.

Errante lo busco
por todos los puertos
a los marineros
pregunto por él,
y nadie me dice
si está vivo o muerto
y sigo en mi duda
buscándolo fiel.

Y voy sangrando lentamente
de mostrador en mostrador,
ante una copa de aguardiente
donde se ahoga mi dolor.

Mira tu nombre tatuado
en la caricia de mi piel,
a fuego lento lo he marcado
y para siempre iré con él.
Quizá ya tú me has olvidado,
en cambio yo no te olvidé
y hasta que no te haya encontrado
sin descansar te buscaré.

Escúchame marinero,
y dime que sabes de él,
era gallardo y altanero,
y era más rubio que la miel

Mira su nombre de extranjero
escrito aquí, sobre mi piel.
Si te lo encuentras marinero
dile que yo, muero por él.

AUXI: ¡Ay, la copla! ¡Cómo ha marcado nuestra historia musical! Si hasta la gente del pop, Antonio, y los rockeros, se atreven con ella y lo hacen bien y la dignifican y ellos mismos se ennoblecen bebiendo en las raíces. Porque ellos también son capaces de conmoverse ante algo o ante alguien que lo arrebate, lo sorprenda, lo embriague, lo embelese, lo extasie, lo encante…
La guitarra flamenca arranca A TU VERA. (MARÍA DEL MAR).

A tu vera
a tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.
Que no mirase tus ojos,
que no llamase a tu puerta,
que no pisase de noche,
las piedras de tu calleja.
A tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.
Mira que dicen y dicen,
mira que la tarde aquella,
mira que se fue y se vino,
de su casa a la alameda.
Y así mirando y mirando,
así empezó mi ceguera,
así empezó mi ceguera.
A tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.
Que no bebiese en tu pozo,
que no jurase en la reja,
que no mirase contigo,
la luna de primavera.
A tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.

Ya pueden clavar puñales,
ya pueden cruzar tijeras,
ya pueden cubrir con sal,
los ladrillos de tu puerta.
Ayer, hoy, mañana y siempre
eternamente a tu vera,
eternamente a tu vera.
A tu vera, siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya,
hasta que de amor me muera.

(Entran las dos chicas a escena y se colocan en posición de volvear a teclear en el ordenador).

CHICA 2:
Parece que aquí sólo cantan mujeres, como si la copla fuera cosa de ellas nada más. Fíjate, fíjate como canta Bisbal Triniá.

(Se proyecta en la pantalla la primera parte de la copla TRINIÁ.)

CHICA 1: No me lo puedo creer.

Al Museo de Sevilla iba a diario Juan Miguel,
a copiar las maravillas de Murillo y Rafael.
Y por la tarde como una rosa
de los jardines que hay a la entrá,
pintaba Trini, pura y hermosa,
como si fuera la Inmaculá.
Y decía el chavalillo:
¿Pa que voy a entrar ahí,
si es la virgen de Murillo
la que tengo junto a mí?
Triniá, mi Triniá,
la de la Puerta Real;
carita de Nazarena,
con la Virgen Macarena
yo te tengo compará;
y algo tu vía envenena.

(Oscuro a las chicas y luz sobre Auxi).

AUXI: Cuánta razón tiene esta chica. La presencia de los hombres en la copla ha sido muy importante. Miguel de Molina, Rafael Farina, Antonio Molina, Juanito Valderrama. Ahí es nada. Nada más y nada menos.

JOSÉ MARÍA (recitando):
Vino amargo es el que bebo
por culpa de una mujer,
porque dentro de mi llevo,
porque dentro de mi llevo
la amargura de un querer.
Quiere reir la guitarra
pero… a mí a llanto me suena,
cada nota me desgarra,
cada nota me desgarra
el alma como una pena,

(El resto de la canción seguirá proyectado en la pantalla en la voz de Rafael Farina).

Vino amargo, que no da alegría,
y aunque me emborrache
no la pueo olvidar.
Porque la recuerdo,
dame vino amargo
que amargue, que amargue
pa quererla más.

(El piano o el teclado comienzan los acordes iniciales de ADIOS MI ESPAÑA QUERIDA)
JOSÉ MARÍA:
Escucha, escucha, Antonio, otro maestro que nos visita (José María canta):
Tengo una copla morena
hecha de brisa, de brisa y de sol;
cruzando la mar serena,
con ella te digo adiós.

(Sigue Antonio Molina, proyectado en la pantalla).

Adiós mi España preciosa,
la tierra donde nací,
bonita, alegre y graciosa
como una rosa de abril.
Ay, ay, ay, voy a morirme de pena
viviendo tan lejos de ti.

AUXI:
Y mira, Antonio, cómo endulzaba Juanito el amargo trago de la emigración. Esa sangría de españoles buscando el pan fuera de su tierra.

(Se proyecta este fragmento de EL EMIGRANTE):

Cuando salí de mi tierra
volví la cara llorando,
porque lo que mas quería
atrás me lo iba dejando.
Llevaba por compañera
a mi virgen de San Gil,
un recuerdo y una pena
y un rosario de marfil.

Adiós mi españa querida
dentro de mi alma te llevo metía
y aunque soy un emigrante
jamás en la vida yo podré olvidarte.

LOCUTOR: Seguimos con nuestro programa LA COPLA TUVO LA CULPA. El éxito y la comercialidad de la copla, empujó a muchos artistas flamencos a coquetear con ella. Pepe Marchena, Pepe Pinto, La Niña de los Peines, La Niña de la Puebla, Manolo Caracol, la Paquera de Jerez …y tantos y tantos …cayeron uno tras otros en las redes de la copla, bebieron de su veneno y se convirtieron para siempre en sus ardientes enamorados.

LOCUTORA: Y siguen haciéndolo aún hoy: Mayte Martín, Diego El Cigala, El Negri, Estrella Morente o Miguel Poveda, el número 1 del flamenco actual, metiéndole mano a coplas como ésta:

(Empieza la banda con la introducción de Y SIN EMBARGO TE QUIERO). (AINHOA).

Me lo dijeron mil veces
mas yo nunca quise poner atención,
cuando vinieron los llantos
ya estaba muy dentro de mi corazón.

Te esperaba hasta muy tarde,
ningún reproche te hacía
lo más que te preguntaba
era que si me querías.

Y bajo tus besos, en la madrugá
sin que tu notarás la cruz de mi angustia
solía cantar:

Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida
más que al aire que respiro,
y más que a la mare mía.

Que se me paren los pulsos
si te dejo de querer,
que las campanas me doblen
si te engaño alguna vez.

Eres mi vida y mi muerte
te lo juro compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo te quiero.

Vives con unas y con otras
y na’ se te importa de mi soledad
sabes que tienes un hijo
y ni el apellido le vienes a dar.

Llorando junto a la cuna
me dan las claras del día,
mi niño no tiene pare
que pena la suerte mía.

Anda, rey de España, vamos a dormir
y sin darme cuenta en vez de la nana
yo le canto así:

Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida,
más que el al aire que respiro
y más que a la mare mía.

Que se me paren los pulsos
si te dejo de querer,
que las campanas me doblen
si te falto alguna vez.

Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo te quiero.

VIEJO:
¡Rocío Jurado! Rafael de León llegó a afirmar de ella que era la última cantaora de la Edad Dorada de la copla, y que para ella había escrito “El Clavel”, como antes había escrito canciones para la Piquer, Juanita Reina, Lola Flores o Marifé de Triana, y con ella, él cerraba el ciclo de la copla.

AUXI: ¿Y Carlos Cano? Él nos enseñó que la copla tiene un valor en sí misma, por encima de tópicos, dejando a un lado peinetas y batas de cola. Lo mismo, más o menos, que nosotros estamos defendiendo aquí.

Los músicos arrancan la introducción de LIMOSNA DE AMORES). (MARI CARMEN).
Yo debí serrano cortarme las venas,
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas
con unas palabras que no conocía.
Sólo de pensarlo me da escalofríos.
¡Que ciega que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
me dijiste así:

Dame limosna de amores, Dolores,
dámela por caridad;
pon en mi cruz unas flores, Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de beber.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi ser.
¿No te da pena que llore? Dolores,
¿No te da pena de mí?
Dame limosna de amores,
dámela tú, mi Dolores
porque me voy a morir.

Yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento;
me basta y me sobra que llores canales,
comido de pena por tus malos hechos.
Pero lo que nunca jamás en la vida
podrás tú saber
es que hasta el momento que esté en la agonía
te habré de querer.
Dame limosna de amores, Dolores,
dámela por caridad;
pon en mi cruz unas flores, Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de beber.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi ser.
¿No te da pena que llore? Dolores,
¿No te da pena de mi?
Dame limosna de amores,
dámela tú, mi Dolores
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú, mi Dolores
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú, mi Dolores
porque me voy a morir.

AUXI: Tengo que decirte también, Antonio, que hoy ya no hay artistas que vivan de la copla. La cantan como los ángeles, pero han terminado recurriendo a canciones más comerciales y más rentables. Te siguen cantando, Antonio, pero ya no lo hacen en exclusiva.

JOSÉ MARÍA: Hoy hay muchas cosas compitiendo por el interés y la atención de la gente. Demasiado negocio contaminando y envenenando el mundo del arte. Pero la copla sigue teniendo su sitio, su hueco ganado a pulso, a base de fuerza, de ternura y de poderío.

LOCUTORA: Y continuando con nuestro programa, dispónganse a disfrutar de una de las joyas más preciadas del tesoro de la copla. Una perla más de los maestros Quintero, León y Quiroga. Otro pellizco en el corazón. Los músicos empiezan ME EMBRUJASTE (MARÍA DEL MAR).


No sé por dónde me vino
este querer sin sentir,
ni sé por qué desatino
todo cambió para mí.
¿Por qué hasta el alma se me iluminó
con luces de aurora al anochecer?
¿Por qué hasta el pulso se me desbocó
y toda mi sangre se puso de pie?

Me miraste, me miraste
y toda mi noche, oscura de penas
ardió de luceros.
Me embrujaste, me embrujaste
y un río de coplas cantó por mis venas
tu amor verdadero.

¿Si estaré, mi dios, soñando
y tendré que despertar?
Lo que a mi me está pasando
no es mentira, ni verdad.
¿Qué me diste? ¿Qué me diste
que así me has cambiao de nieve
en hoguera de roja pasión?
No te alejes de mi vera
que sin ti no hay pa’ mí remission.
¿No estás viendo que al llamarte como loca,
desde el alma hasta la boca
se me sube el corazón?

No sé si hay otro que quiera
Con la pasión que yo a ti
Vivir y de esta manera más que vivir es morir
Por que despierto temblando asogao
Y miro a la calle desierta y sin luz
Porque yo tengo la corazoná
De que vas a darme sentencia de cruz.

Me miraste, miraste
y al punto mis ojos
de frente a los tuyos
brillaron de celos.
Me embrujaste, me embrujaste
e igual que la arena
mis torres de orgullo
vinieron al suelo.
Si sera de brujería
el néctar de tu querer,
que la luz de mi alegría
la oscureces tú con él.

¿Qué me diste? ¿Qué me diste
que así me has cambiao de nieve
en hoguera de roja pasión?
No te alejes de mi vera
que sin ti no hay pa’ mí remission.
¿No estás viendo que al llamarte como loca,
desde el alma hasta la boca
se me sube el corazón?

AUXI: La copla, Antonio,con sus amores imposibles y trágicos y sus pasiones desbordadas, forma parte de las emociones más vivas de nuestra gente, de nuestro pueblo andaluz y español.

JOSÉ MARÍA:
La copla, fugaz te quiero
crepitando en la candela
sabe a tomillo y romero
y a natillas con canela.

Nuestra copla es una flor
vestida de luna llena,
que se alimenta de amor
y se perfuma de penas.

(Suenan los acordes de MARÍA DE LA O). (CARMEN).

Para mis manos tumbagas,
pa´ mis caprichos monedas
y pa´ mi cuerpo lucirlo
mantones bordados, vestidos de seda.
La luna que yo pida, la luna que me da,
que pa eso mi payo ha visto
más parnés que tiene un sultán.
Envidio tu suerte,
me dicen algunas al verme lucir
y no se desplome
la envidia que ellas me causan a mí.

María de la O, que desgraciadita
gitana tu eres teniéndolo to´.
Te quieres reír y hasta los ojitos
los tienes morados de tanto sufrir.
Maldito parné, que por su culpita
dejé yo al gitano que fue mi querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios
es la crucecita que llevas a cuestas María de la O.

Para su sed fui el agua,
para su frío candela
y pa´ sus besos amantes
dejé entre sus brazos
mi carne morena.
Querer como aquel nuestro,
no hay en el mundo dos,
maldito dinero que así de su vera
a mí me apartó.
Serás más que reina,
me dijo a mí el payo y yo le creí.
Mi vida y mi oro daría yo ahora
por ser lo que fui.
María de la O, qué desgraciaíta
gitana tu eres teniéndolo to.
Te quieres reír y hasta los ojitos
los tienes morados de tanto sufrir.
Maldito parné que por su culpita
dejé yo al gitano que fue mi querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios.
es la crucecita que llevas a cuestas María de la O.

VIEJO: La Copla brota del pueblo. El pueblo que sueña imprime a la Copla ese impulso telúrico que conduce a esas apasionadas y sensuales historias. (Arranca la guitarra de Carlos) La Copla es un tesoro de una enorme riqueza, un romancero rico y profundo.
La copla es vieja, tan vieja como la necesidad de descargar el pecho de una pena que lo agobia; como el impulso de lanzar a los cuatro vientos una alegría trepidante. ¡La copla brota del pueblo!

LOCUTOR:
Seguimos con nuestro programa. La copla, por fin, ha sido recuperada, para nuestro orgullo y sin que ya nadie se avergüence de tener estas raíces en nuestro patrimonio colectivo. Vamos a celebrarlo con una canción que es una copla; por su argumento, por su aire general, por su dramatismo, aunque a algunos les pueda sonar extraño que venga de un cantautor. Un cantautor que siempre ha manifestado que sus raíces están en la copla y que considera a Juanito Valderrama como su maestro. De Juan Manuel Serrat, el Romance de Curro El Palmo.

AUXI: Pobre Curro. Colaíto por Merceditas, la guapa del tablao flamenco, tan solo recibe de ella indiferencia y desprecio. Él, pequeño, feo y maltrecho, pasa del amor al desengaño, del desengaño a la desesperación y, como desenlace, a la muerte…La vida…la muerte…La copla.

ROMANCE DE CURRO EL PALMO (JOSÉ MARÍA).
La vida y la muerte
temblando en la boca
tenía Merceditas
la del guardarropa.
La del guardarropa
del tablao del «Lacio»,
un gitano falso
ex-bufón de palacio.

Alcahuete noble
que al oír los tiros
recogió sus capas
y se pegó el piro.
Se acabó el jaleo
y el racionamiento
le llenó el bolsillo
y montó este invento,
en donde «El Palmo»
lloró cantando…

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Mil veces le pide…
y mil veces que «nones»
de compartir sueños
cama y macarrones.
Le dice burlona…
…»Carita gitana,
¿cómo hacer buen vino
de una cepa enana»?

Y Curro se muerde
los labios y calla,
pues no hizo la mili
por no dar la talla.
Y quien calla, otorga,
como dice el dicho,
y Curro se muere
por ese mal bicho.

¡Ay! quién fuese abrigo
pa’ andar contigo…
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Buscando el olvido
se dio a la bebida,
al mus, las quinielas…
Y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente,
por no ir tras su paso
como un penitente.

Y una noche, mientras
palmeaba farrucas,
se escapó Mercedes
con un «curapupas»
de clínica propia
y Rolls de contrabando
y entre palma y palma
Curro fue palmando.

Entre cantares
por soleares.
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Quizá fue la pena
o falta de hierro…
El caso es que un lunes
nos tocó ir de entierro.
Pésames y flores
y una lagrimita,
que dejó ir la Patro
al cerrar la cajita.

A mano derecha
según se va al cielo,
veréis un tablao
que montó Frascuelo,
en donde cada noche
pa’ las buenas almas
el Currito «El Palmo»
sigue dando palmas.

Y canta sus males
por «celestiales».
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

AUXI: ¡Ay! La copla tuvo la culpa, la culpa fue de la copla. La copla fue la que nos acercó a la música, nos inundó de ella y en ella seguimos refrescando nuestros corazones y consolando nuestros malos momentos. Con ella, con la copla, empezó todo. Nos enganchamos a su magia y ella nos enganchó al misterio de la música.

MARÍA DEL MAR:
La copla llora su llanto
al compás de la guitarra,
enamorada del aire,
cómplice de una garganta.

LOLA:
La copla va pregonando
cicatrices olvidadas
y heridas que están latiendo
mientras la voz las desgrana.

MARÍA DEL MAR:
La copla cuida un jardín
de claveles y de dalias,
de clavellinas de fuego,
y violetas moradas.

LOLA MARI:
La copla, siempre la copla
crepitando entre las llamas
del fuego que arde en el fondo
de las penumbras del alma.

MARÍA DEL MAR
Nuestra copla se alimenta
de dolores y esperanzas
de corazones ardiendo,
del hielo de la venganza.

LOLA MARI:
La copla tiembla, se agita,
reverdece, ríe, canta,
se hace eterna, se consume
y en granos de amor se inflama.
¡Ay, coplas, ascuas ardiendo
rompiendo la madrugada;
soles que alumbran la noche,
lunas que anuncian el alba!

(Coincidiendo con el último verso,la banda inicia LA ZARZAMORA (TODOS), que será interpretada por todos los cantantes).

MARÍA DEL MAR:
En el café de levante,
entre palmas y alegrías
cantaba la Zarzamora.
Se lo pusieron de mote
porque dicen que tenía
los ojos como las moras.

LOLA MARI:
Le hablo primero a un tratante ¡y olé!
y luego fue de un marqués,
que la lleno de brillantes ¡y olé!
De la cabeza a los pies.

MARI CARMEN:
Decía la gente que si era de hielo,
que si de los hombres se estaba burlando,
hasta que una noche con rabia de celos,
a¬¬¬¬ la zarzamora la vieron llorando.

TODOS (incluidos narradores, actores y músicos):
¿Qué tiene la zarzamora
que a todas horas
llora que llora
por los rincones?
Ella que siempre reía
y presumía
de que partía
los corazones.

CARMEN:
De querer hizo la prueba
y un cariño conoció,
que la trae y que la lleva
por la calle del dolor.

AINHOA:
Los flamencos del colmao
la vigilan a deshora
porque se han empestillao

TODOS
en saber del querer desgraciao,
que embrujo a la zarzamora.

MARÍA DEL MAR:
Cuando sonaban las doce.
una copla de agonía
lloraba la zarzamora.
Mas nadie daba razones
ni el intríngulis sabía
de aquella pena traidora .

LOLA MARI:
Pero una noche al levante ¡y olé!
fue a buscarla una mujer.
Cuando la tuvo delante ¡y olé!
se dijeron no sé qué.

MARI CARMEN:
De aquello que hablaron
ninguno ha sabío,
mas la Zarzamora
lo dijo llorando
en una coplilla
que pronto ha corrió
y que ya la gente
la va publicando.

TODOS (incluidos narradores, actores y músicos):
¿Qué tiene la Zarzamora
que a todas horas
llora que llora
por los rincones?
Ella que siempre reía
y presumía
de que partía
los corazones.

CARMEN:
Lleva anillo de casao,
le vinieron a decir,
pero ya lo había besao
y era tarde para huir.

AINHOA:
Que publiquen su pecao
y el pesar que la devora
y que tos le den de lao

TODOS
al saber del querer desgraciao
que embrujó a la Zarzamora.

(En el momento final del saludo y antes de cerrarse el salón, volverá a sonar la grabación de la canción LA COPLA TUVO LA CULPA (desde el estribillo), que seguirá sonando mientras el público abandona la sala).

FIN DE LA OBRA