NATURALMENTE

naturalmente


Naturalmente es un conjunto de poemas que quieren hacer referencia a cosas muy cotidianas. Tan cotidianas como los días de la semana, los meses del año, las estaciones, las diferentes partes del día, las horas, los minutos, los segundos.En buesca siempre de la verdad escurridiza de las cosas. Tan escurridiza que es imposible de atrapar. Irán surgiendo, poco a poco, de forma casi casual, espontánea, naturalmente. Empezaron a nacer el 1 de enero de 2016.

LUNES

Arena seca y desierta
en el cielo de la boca,
aridez desalentada
en el paladar sin hojas.
Nubes sin sol ni alegría
ensombreciendo las sombras,
oscuridad que desnuda
las fatigadas zozobras.
Fuego lento en las entrañas,
por debajo de la ropa.

MARTES

Hay un mohín de esperanza
vislumbrándose entre rejas,
un rictus de hielo negro
que sabe a miedo y tristeza.
Hay un rayito de luna
columpiándose en la niebla
y una furtiva sonrisa,
que no es ni franca ni fresca.
Un velo viejo de mugres
tapiando  todas las puertas.

MIÉRCOLES

Se escapan las soledades
en busca de compañía,
en lúgubre algarabía
repleta de oscuridades.
Se marchan, se van muy lejos,
con rumbo a ninguna parte,
llevando como estandarte
muchos corazones viejos.
Cabizbajas y olvidadas,
mustias de tanto llorar,
su destino es caminar
ignorantes, ignoradas.

JUEVES

En medio de la nada,
desnudo entre tinieblas
dentro de una coraza,
pisando sobre piedras.
¡Ay, amor, cómo mata
la luz que tú te llevas,
desnuda de mañana,
vestida de tristeza!
Nadando en la ensenada
de la esperanza muerta
se marchitan las brasas
de la pasión desierta.
¡Ay, amor, cómo escapan
Contigo las estrellas!

DOMINGO

El viernes es nostalgia
de un lunes negro,
el sábado, esperanza,
el domingo, un deseo,
que vuela como vuelan
todos los sueños.
Vieja es la historia,
sabio es el tiempo,
y frágil la memoria
que va tejiendo
los hilos que sostienen
nuestro esqueleto.
El domingo es derrota,
final de un sueño.

VIERNES

 

Hay un fuego que no arde,
hay un sol que no calienta,
un resplandor que no alumbra
y una luna que da pena;
una estrella que da sombra
y un aire que no refresca.
Hay un oasis sin agua,
hay un peso que no pesa,
una certeza imposible
y un soñador que no sueña.

ENERO

 

Reina con su aguijón
de hielo negro,
que clava en las entrañas,
-blanco desierto-,
de arenas movedizas
en el cerebro.
Perdido en las tinieblas
de mi esqueleto
me encierro mientras dura
su cruel imperio,
pero hasta allí se cuelan
sus níveos dedos.

SÁBADO


Un rayo de luz, travieso,
ha atravesado mis cejas,
ha liberado a mi preso,
ha quebrantado mis rejas.

A veces transforma en día
mis rincones más oscuros,
con esa sed de futuro
que atesora la alegría.

Pero no suele durar
ni lo que dura un momento
y antes que pueda alumbrar
ya se lo ha llevado el viento.

FEBRERO

Rayo de sol que alumbra
¡ay!, por dentro y por fuera,
que me inunda y te inunda,
de tambores de fiesta.

¡Ay, quién supiera
encender a tu paso
la primavera!

Princesa sin palacio
y reina de mis penas,
horizonte que escapa,
soledad que no cesa.

¡Ay, quién pudiera
derribar las defensas
de tu frontera.

 AMANECER
Y todo vuelve a la vida,
desnudos cuerpos desiertos
regresan a la intemperie,
vuelven al mundo de nuevo.
Un nuevo Sol se avecina
detrás de los montes viejos
y la carne se hace carne
en los pobres esqueletos.
Amanece la esperanza
igual que un viejo recuerdo
vuelve del viejo desván
donde guardamos los sueños.

LA MAÑANA
Subido a un rayo de sol
viene el jinete del alba
iluminando el sendero
y calentando las almas.
Poco a poco, lentamente,
en el corazón se instala
y viene a ser el presagio
del tiempo que nos traspasa.
Por el camino que corre
más allá de la montaña,
tristemente se despide
con un beso la mañana.

LA TARDE
Como una sombra caliente
se encamina hacia la nada,
a su propio atardecer
sin tristeza y sin nostalgia.
La tarde, fugaz delirio,
sin futuro y sin mañana,
como el hombre que camina
hacia la noche sin pausa.
Como una nube se agita
desde el cielo mientras pasa
y va dejando a su paso
más congoja que esperanza.

ATARDECER
Su trabajo es apagar
poco a poco, paso a paso,
los últimos resplandores,
de la tarde que, en sus brazos
sepulta el último duelo
de una luz que, sin embargo,
se resiste a sucumbir
ante el destino obligado.
Paréntesis que limite
la soledad y el ocaso;
la tarde viene a morir
en su tranquilo regazo.

FEBRERO
Rayo de sol que alumbra
¡ay!, por dentro y por fuera,
que me inunda y te inunda,
de tambores de fiesta.
¡Ay, quién supiera
encender a tu paso
la primavera!
Princesa sin palacio
y reina de mis penas,
horizonte que escapa,
soledad que no cesa.
¡Ay, quién pudiera
derribar las murallas
de tu frontera!

MARZO
Muchas gracias, ¡vive Dios!,
clama el creyente hacia el cielo:
“gracias, Señor, tú me das
Tu verdad y Tu misterio,
la fe que mueve montañas
y a Tu hijo como ejemplo,
la paz a mi corazón
y a mi vida Tu consuelo”.
Y así transcurre su vida,
igual que un niño pequeño
esperando una caricia,
su regalo por ser bueno.

ANOCHECER
Ya viene la noche
con su negro manto
a esconder la tarde
con paso callado,
del negro futuro
que abriga en sus brazos.
Soledad de bruma,
tibieza de antaño,
que deja sin rumbo
los inciertos pasos.
La noche se acerca
con su traje largo.

NOCHE
Tejedora de fronteras
que limitan con la tarde,
con el viejo atardecer,
que precede sus instantes.
La noche se abre camino
apagando voluntades,
sofocando desalientos,
cegando las rancias calles.
La noche es la gran frontera,
que nos lleva a cualquier parte,
que nos invita a soñar
y nos cuenta sus verdades.

MEDIANOCHE
A la hora convenida
ascienden por los balcones
las brujas que cabalmente
va fabricando la noche.
Florecen por todas partes,
se esconden en los rincones
y no se dejan mirar
por los ojos de los hombres.
Pero sé que están ahí,
son algo más que rumores,
son verdades imposibles,
que nacen a medianoche.

MADRUGADA
Desnudo en el desierto
de la noche más larga,
me atrevo con los sueños,
que las luces me apagan.
Y con todas mis armas
me lanzo a las batallas,
que perderé muy pronto,
justo en la madrugada.
La noche me despierta
la sed de la mañana,
de asaltar los caminos,
de perderme en las ramas.

PRIMAVERA

La alondra del canto verde
vuelve a acariciar el alba
con sus notas cristalinas
y sus victoriosas alas.
Clama al cielo con su canto
la verdad de su garganta,
que es la verdad de la Tierra,
ese llanto sin palabras,
que brota del corazón
de las noches olvidadas.

PARTIR
Partir para abrir los ojos,
para romper las cadenas,
para destripar las penas,
para romper los cerrojos.

Partir para abrir las puertas,
para cerrar las oscuras
maldades de las criaturas
de calabazas desiertas.

Partir para hacer camino
y para hallar otros mares,
para hollar otros lugares,
para ser un peregrino.

MAYO
Mayo reina en el pecho
como un volcán en llamas,
se despliega por dentro,
(ejército que sangra),
con todas sus banderas
y con todas sus armas.
Enseña sus colores
y gana la batalla
de la luz infinita
a la noche más larga
Mayo invita a salir
a besar la mañana.

JULIO
Estoy intentando imitar
a ese pájaro que canta,
tengo un nudo en la garganta,
que no lo puedo soltar.
Tal vez él sepa contar
con su voz limpia y cetrina
la pena que lo domina
y el dolor del verbo amar.
Quiero imitarlo y no puedo,
porque me falta su canto,
por eso me duele tanto
y en esta jaula me quedo.

REGRESAR
Yo prefiero regresar,
aunque sea lentamente,
no me sumo a la corriente
tan de moda de viajar.

A mí me gusta escapar,
pero solo de mis miedos,
de mis dudas, de mis credos,
del afán de controlar.

Regresar tras la partida
es recobrar tu estandarte,
es otra vez engancharte
naturalmente a la vida.

REÍR
De una forma natural
viene a los labios la risa
cuando sorteas la prisa
y te sientes especial.

Una vaga sensación
de placidez pasajera,
que para siempre quisiera
guardar en mi corazón.

Pero, siempre tiene un pero
este oficio de vivir,
esta ilusión de sentir,
que uno es más que un viajero.

ABRIL
Porque se hace el silencio
en mi página en blanco,
he aprendido a ganar
perdiendo sin descanso.
Se bate en retirada
la tristeza ante tanto
aprender a soñar,
a caminar soñando.
Las cosas me lastiman,
las dudas me hacen daño
y mi pobre verdad
se acuna entre mis brazos.

JUNIO
Estoy intentando imitar
a ese pájaro que canta,
tengo un nudo en la garganta,
que no lo puedo soltar.
Tal vez él sepa contar
con su voz limpia y cetrina
la pena que lo domina
y el dolor del verbo amar.
Quiero imitarlo y no puedo,
porque me falta su canto,
por eso me duele tanto
y en esta jaula me quedo.

VERANO
El corazón se desnuda
al compás del Sol que pasa
con su fuego abrasador
incendiándole las canas.
Fuego febril, fuego lento,
verdugo de lo que ama,
amigo de lo que hiere,
amante de lo que mata.
Fuego que reina en el cielo,
fuego que en el cielo manda.

OTOÑO
Microscópicas presencias
invitan a la nostalgia,
a esas ganas de volver
donde ya no queda nada.
Microscópicas angustias,
que ocultan la luz del alba
se abren paso cual ejército
invisible que te ataca.
Y diminutas verdades,
que duelen igual que balas
disparadas por el miedo,
ese enemigo sin alma.

INVIERNO
El beso solitario
en la noche más larga,
sabe a hielo y letargo,
a dudas y esperanzas.
El viento se convierte
en congojas del alma
y la luz languidece
como la noche al alba.
Hay un cielo que rompe
a llorar mientras canta
y una tierra que espera
con ansia otro mañana.

LLORAR
Yo no soy un poeta
yo no tengo esa musa
agraciada y confusa
metida en mi maleta.
Solo soy un cantor,
solo escribo canciones,
que muestran mis rincones
y enseñan mi dolor.
Cantar, amar, soñar,
es lo que yo pretendo,
lo demás no lo entiendo
ni lo quiero pensar.

DORMIR
Hay que esperar la ocasión,
esperar y estar alerta,
no dejar la puerta abierta
y cuidar tu habitación.
El contrario nunca duerme,
y el enemigo, es sabido,
te puede coger inerme
o sorprenderte dormido.
Así que si has de dormir
pon la escopeta cargada
debajo de la almohada
por lo que pueda ocurrir.

DESPERTAR
Mañana vuelvo a nacer
igual que cada mañana;
empezar a amanecer
es mi lucha cotidiana.
Ayer, lo mismo que hoy,
empecé mi recorrido,
entre despierto y dormido,
renaciendo a lo que soy.
Seguir siendo y renacer,
esa es la auténtica clave
para mover esta nave:
cambiar sin dejar de ser.

PERDER
Estoy tan hecho a perder,
que ya disfruto perdiendo,
un placer más que encomiendo
a quien quiera padecer.
Perder ayuda a vivir,
porque la vida es derrota,
que te exprime gota a gota,
para enseñarte a morir
Y me revuelvo en el lodo
como un sabio perdedor,
que sabe que lo mejor
es acomodarse a todo.

GANAR
Esa tremenda obsesión
de resultar el mejor
es, como poco, peor,
que atropellar la razón.
¿Ganar contra el corazón,
ganar para ser primero
o para ser prisionero
de tu obsesiva ambición?
Detente, amigo, detente,
y empieza ya a comprender,
que ganar es no perder,
con eso ya es suficiente.

SABER
En esa laguna negra
donde navegan mis viejos
amigos entrometidos
pesares y desconsuelos,
ando a tientas, confundido,
tropezando como un ciego.
En sus aguas me consumo,
desde mi barca peleo
contra los viejos piratas,
que me atacan sin saberlo.
Solo me salvan las ganas
de entender lo que no entiendo.

IGNORAR
Afanarse en los banales
intestinos de las cosas,
donde hay abrojos ver rosas,
ser todos tales por cuales.
Avanzar sin una duda,
regresar sin un bagaje,
ir con la cabeza muda,
pero muy lustroso el traje.
Cruzar impasible el lodo,
transitar sin un lamento,
vivir sin saber que todo
es un capricho del viento.

PENSAR
Pensar solo para ser,
pensar para conquistar
el milagro de crecer
sin tener que derribar.
Pensar para ser mejor,
pensar para construir,
para empezar a subir,
para no hacerme mayor
Pensar para hacer historia
pensar para ser feliz,
pese a tanta cicatriz
que soporta mi memoria.

 CREER
Ignorar conscientemente
la verdad de lo que ha sido,
perdonar a tu partido
y defender a tu gente;
encadenar la memoria
y creer a pies juntillas
que hay que vivir de rodillas
para merecer la gloria.
Sonreír, aunque te espanten,
ser del miedo prisionero,
pensar que eres el primero,
aunque todos te adelanten.

LA VERDAD
Esperando estoy, tranquilo,
en la puerta de mi casa,
para ver si la verdad
quiere visitarme al alba.
No suele ser puntual
esta caprichosa dama,
que si tal vez aparece
es para darte la espalda.
Pero yo sigo esperando,
con más paciencia que canas,
por si por casualidad
pasa a mi lado y se para.

LA MENTIRA
Sentirse más que un gigante,
creer que el mundo no gira
enfangarse en la mentira
sin mirar nunca adelante.
Ser tan solo traficantes
de murmullos y rumores,
poner cara de señores,
siendo no más que tunantes.
Y repetir como un loro
lo que dicen los de arriba
y cuidar como un tesoro
su verdad definitiva.

LA TRISTEZA
En el cóctel de las penas
hay un punto de agonía,
un racimo de cadenas
y algo de melancolía.
Un combinado que sabe
en su anómala estructura,
más que a razón a locura,
menos a miel que a jarabe.
Y en la etiqueta su nombre
con letras de agobio reza:
es natural de los hombres
el cóctel de la tristeza.

 LA ALEGRÍA
Sin saber por qué ni cómo,
a veces, algunos días,
a la ventana me asomo,
disfrazado de alegría.
Y me abrazo a las farolas
y trepo por los balcones
y en la cresta de las olas
voy bordando mis canciones.
Y hasta le hago una peineta
a esos señores tan serios,
con cara de cementerio
y relucientes chaquetas.

LA IRA
A pesar de tantos años
como acopia mi esqueleto,
a mí me duele la vida,
a mí me siguen doliendo
tanta ceguera en los ojos,
tanta tristeza en los pechos,
tanta mentira en las almas,
tanto dolor en los cuerpos.
A pesar de los pesares,
siempre ha de ser buen momento
para decirle a la vida,
que no guardaré silencio.

LA CALMA
A pesar de los pesares,
hay que mantener la calma,
aunque te invadan por dentro
con mentiras y palabras,
que suenan bien al oído,
pero están llenas de nada.
¡Ay, cuánto cuesta escapar
de ficciones y patrañas!
Hay que perderse muy lejos,
en tu mismidad sagrada,
dentro de ti, tan adentro,
que nadie alcance tu alma.

EL DOLOR
Solo mi guitarra sabe
lo que sangra por mis dedos,
lo que llora por mis venas,
lo que vuela por mi pecho.
Solo ella sabe sacar
lo que yo llevo y no puedo
sacarme de otra manera
sin que se rompan mis sueños.
Mi guitarra es mi dolor
vestido de terciopelo;
solo mi guitarra sabe
lo que yo lloro por dentro.

FELICIDAD
El cuerpo con sus goteras
y el alma con sus pesares
no impiden mis singulares
ataques de primavera.
Y cuando nada me duele,
hasta me subo a la chepa
de ese miserable trepa
que está saliendo en la tele.
No hay nada como saltar
sobre la melancolía
para sentir la alegría
prodigiosa de volar

TERNURA
Lo mismo que Don Quijote
le hago frente a los gigantes
y yo, como un sacerdote
cabalgo sin Rocinante,
en busca de los entuertos,
que me depare el camino,
en el fatal torbellino
de los destinos inciertos.
A lo que mande el azar,
a donde me lleve el viento,
a cualquier sitio y momento,
que me lleve el verbo amar.

 ODIO
En nombre de Dios se hiere,
en nombre de Dios se aplasta,
en nombre de Dios se miente
y en su nombre se difama.
En nombre de Dios se quiebra
la verdad como si nada
y en su nombre se marchita
la bondad y la esperanza.
En nombre de Dios se odia,
En nombre de Dios se mata
Y todo en nombre de Dios,
de Dios y de su palabra.

PACIENCIA
Toda la del mundo y más
reclama este mundo extraño
en el que todo hace daño
y nada marcha al compás.
Ni el santo Job que volviera
soportaría la insufrible
banalidad imposible,
que llevamos por bandera.
Sinrazón, trivialidad,
sandez, mojigatería,
apuntan al alma mía
con su torpe crueldad.

ANGUSTIA
En una inmensa tormenta
de lluvia, rayos y truenos,
desnudo, en medio del campo,
desahuciado, sin remedio.
Ni una pizca de esperanza
calentándote los huesos,
tan solo un negro vacío,
que te vuelve tan pequeño,
que cualquier dolor se vuelve
una montaña de miedo.
Solo en medio de la nada,
rodeado de silencio.

5AMOR
Ella me mima y me entiende
más que a nada, más que a nadie,
me transporta con su abrazo
a soñar a cualquier parte.
Solo ella sabe sacar
las zozobras que me invaden
y convertirlas en canto
a pesar de mis pesares.
La música me consuela,
me vuelve un poco más grande
algunas veces, un héroe
a veces, casi un gigante.

 ODIO
Me duele esta sed de sangre,
este carrusel del miedo,
esta maldita conciencia
de ser libre un prisionero.
Me amarga esta hiel tan negra,
este asfixiante veneno,
que nos mata poco a poco,
que nos condena al infierno.
Me mata esta algarabía
de este coro de siniestros
portavoces de la muerte,
sus impagables voceros.

EL MISTERIO
¿Por qué sigue adelante
este carro tan viejo?
¿Cómo ruedan sus ruedas
sin gomas y sin frenos?
¿Cómo quieren seguir
nadando los “te quiero”
en un charco sin agua,
sin brazos y sin cuerpo?
¿Cómo puede seguir
girando este universo?
Nadie sabe la causa,
ese es el gran misterio.