Fue un acto entrañable y multitudinario. Impresionantes los dos temas que interpretaron Curro, Jorge y Erwin. Magníficos Tito Frutos, Pepe Luis Jiménez y Pedro Gallo en sus intervenciones. Todos ellos trataron la faceta humana y artística del personaje, que he tenido la fortuna de biografiar.

El patio del casino a rebosar. El sonido de José María, como siempre, perfecto. El trabajo de José Manuel Ríos, perfecto y la producción de Queco Roca, a la altura habitual de su eficacia.

Crónica de la presentación


El pasado día 20 de octubre de 2017, a las 8 de la tarde, en el Casino de Ronda, recibí el espléndido regalo de que el Centro Andaluz presentara mi último trabajo, dedicado a ese artista rondeño de la guitarra, la pintura y la vida, conocido como “El Cuqui”.
Tal gentileza fue aprovechada para organizar un acto que contó con todos los ingredientes que merecía el personaje, desde intervenciones brillantes de los invitados hasta la extraordinaria actuación musical que nos acompañó.
Comenzó la presentadora, Ani Rosillo, exponiendo los objetivos del Centro Andaluz, entre ellos, el de divulgar la cultura andaluza, que era el que mejor sintonizaba con el acontecimiento que nos congregaba en el espléndido patio del Casino de Ronda. A continuación, dio paso a la intervención de Frutos Barbero, antiguo jefe de la Obra Social de Unicaja y responsable de Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, que hizo una semblanza humana de Antonio González Muñoz, destacando su enorme naturalidad en el trato con los demás y su desapego de cualquier bien material, incluida la fama y el reconocimiento público.
Pasó luego a presentar al experto flamencólogo Pepe Luis Jiménez, quien hizo un canto literario a la guitarra flamenca, adornado con imágenes de Federico García Lorca y su poema dedicado a nuestra querida sonanta; siguió con una breve y sentida recapitulación de textos y notas de prensa dedicados a nuestro personaje.
Acto seguido tuve la ocasión, como autor del libro, de explicar las razones del mismo y la peripecia de su elaboración, a través de más de cien horas de conversaciones con el Cuqui, un personaje entrañable y poliédrico, artista y bohemio, capaz de recordar los episodios más lejanos de su vida con todo detalle, aunque incapaz de acordarse de una sola fecha. ¡Cosas de los artistas! Tracé algunas pinceladas de aquella Ronda de su infancia y juventud, que, a través de los hechos y ocurrencias de Antonio se presenta al lector con todo un variopinto carrusel de personajes y lugares propios y típicos de nuestra caridad y monumental ciudad.
En cuanto al libro, expuse que se trata de una edición para cubrir los gastos, sin que haya habido más beneficio por mi parte, que haber ganado, y no es poco, la amistad de Antonio, al que ya desde los años de mi niñez admiraba, pero que nunca tuve la oportunidad de conocer en profundidad.
A continuación, Ani Rosillo, invitó a tomar la palabra al prologuista del libro, Pedro Gallo, un escritor madrileño y director de la Tabacalera Española en los tiempos en los que El Cuqui andaba conquistando Japón, con el que compartió algunos años de su estancia en aquel exótico país, hasta donde éste había llegado impulsado por su sed de alcanzar nuevos horizontes. Destacó Pedro la increíble facilidad de nuestro personaje para llegar al corazón de la gente y para ganarse la simpatía de los demás. Hasta tal punto que pronto fue adoptado nada menos que por el “Picasso japonés”, Togo Seyi, alcanzando lo que ningún otro extranjero ha conseguido jamás, ganar el premio más importante que se concede a un pintor en Japón. Pedro Gallo se mostraba admirado de que la enorme notoriedad adquirida por Antonio en aquel país como pintor y guitarrista no hubiera trascendido hasta España.
José Manuel Ríos nos obsequió con una galería de imágenes de El Cuqui, en la que pudimos apreciar algunas de sus obras pictóricas y recuerdos familiares y sociales, entre ellos, sus encuentros con la emperatriz de Japón y con el primer ministro, Sato.
Curro Bautista, Jorge Garcés y Erwin Grafe se encargaron de poner el acento musical entre las distintas intervenciones. En primer lugar interpretaron una versión creada por Curro de “La leyenda del tiempo”, de Camarón de la Isla; luego nos deslumbraron con el tema “Orobroy”, de Dorantes. Fue una actuación primorosa, llena de delicadeza y virtuosismo, que extasió a todos los presentes.
Por último, Antonio González Muñoz, “El Cuqui” tomó la guitarra y nos regaló un par de muestras de su arte genuino y original, llenas de entrega y talento, poniendo un brillante colofón a un acto cargado de cultura y emotividad.
Como punto y final quiero constatar mi agradecimiento a todos los participantes, a los que tengo que añadir la colaboración siempre inestimable de Queco Roca, la desinteresada asistencia técnica de mi hijo José María y, en especial, a la presidenta del Centro Andaluz, Ani Rosillo, por el interés mostrado hacia esta obra y a todos los asistentes al acto, que con su masiva presencia dieron lustre y esplendor al mismo.