SINTIENDO A MACHADO

MACHADO VUELVE A RONDA
Parece mentira que se llene por segunda vez un recinto anunciando versos y canciones basadas en ellos. Con la alergia que tiene el personal a las cosas elevadas, al mundo trascendente de la cultura. Pero ENTREAMIGOS no tiene límites. Y lo volvimos a conseguir. Lleno absoluto y gente que no pudo entrar. Es un indicio muy claro que indica que estamos en el buen camino. Por ahí vamos a seguir. Por el sendero de la elegancia, del rigor, del trabajo…
Fue en el Salón de Actos de la Fundación Unicaja Ronda (antiguo Colegio Santa Teresa), bajo la dirección de Pablo Jiménez y la coordinación de José M. Ríos.
Machado y Serrat, mano a mano, nos han trasladado a un mundo casi definitivamente olvidado, el de la sensibilidad, la inteligencia, el corazón, el buen gusto y la delicadeza. Un mundo que se nos ha escapado como el agua entre los dedos, sustituido por la morralla, el mal gusto, la vacuidad y las prisas.
Empezó la representación con el tema “Retrato”, un magnífico autorretrato de Antonio, mientras éste iba acercándose lentamente a la escena. Empezó Antonio a desgranar su vida, sus recuerdos, sus vivencias, su Andalucía y su Castilla.
Poco a poco, fueron alternándose canciones como “Las moscas”, “Llanto y coplas por la muerte de don Guido”, “A un olmo seco”, con poemas que el mismo Antonio ha ido desgranando con maravillosa calidez.Un momento muy emotivo se produjo con la interpretación de “Anoche cuendo dormía”, el precioso poema de Machado, al que nuestro director escénico, Pablo Jiménez, puso música en sus comienzos como compositor. Una melodía que encaja en la letra como anillo al dedo.
El momento culminante de la noche llegó cuando fueron apareciendo en escena las tres invitadas especiales:
Carmen Hita, Martha Pérez y Ainhoa Pérez. Carmen bordó el tema “Guitarra del mesón” llevándolo a su terreno, original y único.
Martha, por su parte, hizo una versión impresionante de “La saeta”, tal vez la pìeza más clásica y versionada de la música española. Aún era posible engrandecerla más; ella lo consiguió. Y los vellos de punta no cesaron con la versión de “Cantares”, a cargo de Ainhoa Pérez, toda frescura y pasión en su interpretación magistral.
Siguió Antonio desgranando sus cosas y el resto de canciones, interpretadas por José María Tornay, con la ayuda imprescindible Antonio García Montes. Ellos mismos, al piano el primero, y al teclado y a la guitarra, el segundo, se encargaron de acompañar todos y cada uno de los temas.
Fue una noche inolvidable, con un público entregado y disfrutando de Antonio Machado, un hombre bueno, ligero de equipaje, presentado de otra manera, en una representación original y diferente, al estilo de ENTREAMIGOS, conjugando Música, Teatro y Poesía, las señas de identidad del grupo.
Avelino Écija estuvo en su línea de maestría, recreando a Machado de una manera creíble, certera y apasionada. Él es un actor minucioso que analiza y luego desgrana todas y cada una de las características de cada uno de los personajes que interpreta.
Todos consiguieron que Antonio Machado visitara Ronda: ¡La magia del teatro!