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  Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2014 se irán sucediendo estos manojos de desolaciones, esperanzas, deseos, quejas, reproches…esa purga del alma que clama en el desierto. Estamos pillados. Nos tienen cogidos por los huevos (o por los ovarios) y no piensan soltarnos. La vida consiste en vivir…a pesar de todo.
EN EL AIRE La tarde se ha dormido, como duermen los ángeles el sueño sin remedio que provoca la tarde. Un sueño, que no es sueño, sino besos de nadie, caricias de unas manos sin dedos ni lenguaje; las manos de la noche vagando por las calles, buscando a tientas algo dibujado en el aire.
EL CAMINO IMPOSIBLE El camino se hace estrecho, largo y duro es el camino, esa senda que no lleva, ni conduce a ningún sitio. Sin sombra, sin horizonte, enmarañado en sí mismo, como una noche sin alba, lo mismo que un laberinto. Ese camino imposible que va trazando el destino.
EL BESO DE LOS OJOS Pues los ojos besan mejor que los labios, mIÍrame sin miedo, mÍ­rame despacio. Mira mis heridas, mÍ­ralas mirando también mis miradas, que asÍ­, sin descanso te miran, te miran despacio, despacio.
HOY TE QUIERO DECIR Hoy te quiero decir que no todo el camino está lleno de espinas. que a veces la distancia viene bien a los ojos para ver lo que miran. Porque a pesar de todo, hoy quiero que comprendas, que no todo es mentira, que hay verdades pequeñas, sabrosas, admirables, aunque estén escondidas. Hoy te quiero decir, que nunca desesperes y que nunca te rindas; que vivir es luchar, combatir, pelear abrazarse a la vida.
LA FIESTA La azucena, con salsa y salero, prepara la cena. Y la margarita, algo indiferente, con patatas fritas engorda a su gente. Y las otras flores con aire de fiesta tienden sus colores por toda la cuesta. Feliz romerÍ­a, que endulza el camino con su algarabÍ­a.
LA VIDA Por mucho que se empine la encaramada cuesta y por muchas mentiras que manchen mi cabeza. Por mucho que se cierren a mi paso las puertas y los dueños del mundo negocien con mis cuentas, yo seguiré soñando como quien algo espera. Porque, a pesar de todo, de las falsas monedas, de los falsos quijotes, de las dudas eternas, sigo asido a la vida, sigo creyendo en ella.
LAS MAÑANAS Como todas las mañanas las calles están repletas de personajes curiosos, de marqueses y marquesas; de niños uniformados, con las mochilas a cuestas y de señoras muy guapas, bien vestidas y compuestas. De señores presumidos y turistas en hilera y de olores exquisitos que salen de las tabernas.
TUS OJOS, MI MUNDO Tus ojos levantan cada dÍ­a mi mundo, me llevan, me abrazan, me dejan desnudo. Tus ojos me prestan tu fuego y tu pulso, rompen mis cadenas, me marcan el rumbo. Tus ojos me llevan a un lugar oculto, donde estoy a salvo, mimado, seguro.
PAISAJE En Ronda reina el paisaje, y sus cielos intangibles, un prodigioso oleaje de colores imposibles. Hay en el aire una fiesta prodigiosa y encantada, y en la interminable cuesta se hipnotiza la mirada. ¡Ay sierra, arisca, encantada, interminables abrojos, que dan reposo a mis ojos, y a mi alma enamorada
EL ARTE DE VIVIR Me miro y me devuelven los espejos unos ojos cansados de mirarse, una razón de ser sin encontrarse, una simple oquedad, puros reflejos de un alma en otro tiempo poderosa, intensa como el Sol del mediodÍ­a, alegre como un pozo de alegrÍ­a, profunda, trascendente y cavilosa. El arte de vivir lleva en su seno la pena de crecer sin completarte, de andar y andar sin encontrar destino; la congoja de no sentirte pleno, la lucha de perder sin humillarte, el cansancio de estar siempre en camino.
RONDA INQUEBRANTABLE Aparece inundando el horizonte como una diosa lánguida y eterna, aferrada al paisaje como tierna rosa fresca parida por el monte. Ronda, esencia simpar, inquebrantable, Ronda vieja, preñada de romero, Ronda, ajena al bullicio viajero Ronda eterna, serrana e inmutable. Reposo del sufrido peregrino, tentación del poeta apasionado, dulce beso temblándome en la boca, leyenda dibujada en el camino orgullo del rondeño enamorado, perpetua seducción que me provoca.
ESPERAR El que espera, desespera, dice el refrán popular, yo solo espero quimeras, que nunca van a llegar. Por eso espero y espero, mi destino es esperar, esperar lo que no quiero, buscar para no encontrar. Subir para descender, salir solo para entrar, apostar para perder, y perder para ganar. El que espera, desespera, dice el refrán popular; solo espero que me quieras, ¿acaso es mucho esperar?
AMIGOS Hay amigos de todo, amigos sempiternos, amigos para siempre amigos de los buenos; amigos de la noche, amigos sin complejos. Amigos de los gatos, amigos de los perros, amigos del teatro y amigos de los cuentos; también viejos amigos, también amigos viejos; amigos de la Tierra, amigos del océano, Amigos de lo propio, amigos de lo ajeno, amigos de lo antiguo, amigos de lo nuevo; amigos de las plantas, del vino y del dinero. Hay amigos del alma y amigos de lo nuestro hay amigos de bares, del campo y de los huertos. Hay amigos que hablan, que no guardan secretos y amigos que se callan y que guardan silencio.
QUE NO Que no se apague la tarde, ni se descubra el misterio, que no regrese la noche, que el valor no tenga precio. Que la luna no se esconda, ni acabe nunca este cuento, que las estrellas me quieran lo mismo que yo las quiero. Que la verdad no me acose, ni me abandonen los sueños, que los disfraces se esfumen, que se conserve lo auténtico. Que las mentiras se pudran en el túnel de los tiempos, que el Sol salga para todos: ricos, pobres, niños, viejos CUANDO TÚ TE VAS Cuando tú te duermes, se apaga una estrella, se enciende un lucero, se acaba la fiesta. Cuando tú te vas me invade la pena, no puedo sentirme, ni soy el que era. Pero cuando vuelves se mueve la Tierra y hay un terremoto en todas mis venas.
SENSIBILIDAD Hasta el clamor de las alas de las leves mariposas se hace silbido de balas rebotando entre mis cosas. ¡Esta angustia de sentir más allá del sentimiento! ¡Esta ansiedad de vivir en el vientre de un lamento! Me duele el sol de la tarde, me hiere la luz del día y hasta la brisa cobarde de la triste algarab­ía. SILBA EL VIENTO Silba el viento su canción, monótona, aguda, limpia, mientras el Sol se congela, desnudo tras la cornisa. Viento del Este que trae frialdades granadinas, en sus alforjas cargadas de locuras variopintas. Silbador desesperado, a lomos de helada brisa, va cantando con estruendo su agitada melodÍ­a.
SAGRADO Llorar con todo el que llora, hacerse gota del llanto, incrustarse en su dolor, eso es sagrado. Buscarte a pesar de todo, perder el tiempo en tus brazos, sentirme dentro de ti, eso es sagrado. Hacer todas las preguntas, que puedan hacer mis labios, aunque no tenga respuestas, esos es sagrado. Y pelear hasta el fin contra monstruos, contra enanos, combatir hasta la muerte, eso es sagrado.
CRISIS Ya se dibuja en el aire la incertidumbre del cielo, que no sabe si salir o quedarse en el invierno. Ya la duda se ha instalado en las entrañas del tiempo y nada es lo que parece y todo parece nuevo. Tiempo de cosas fugaces, que duran solo un momento, de infinitas levedades que se escapan de los dedos.
MI DESCANSO En las cumbres de tus ojos he instalado mi bandera, porque en tus ojos yo quiero reponer mis pobres fuerzas. ¡Qué descanso en tu jardín! ¡Que reposo en tu ribera! Pobre de aquel que no tiene el calor de tu presencia. En tus ojos yo me miro con sed de estar a tu vera, y solo en ellos me busco y en ellos descanso mientras.
SIN NADA Sin nada vive el amante, el amante sin amada, sin nada el fiel caminante, que no espera la llegada. Sin nada esperan las flores unas manos asesinas, sin nada están los amores que acechan por las esquinas. Sin nada, a través del viento vuela el alma enamorada aferrada a su tormento, sin nada, o más bien, con nada .
EL LLANTO Hay que olvidar el llanto, olvidarlo ahora mismo y reír ciegamente, desterrando al destino, ese terrible duende que anda por los pasillos, de la vida y la historia, vulgar, empedernido, dibujando tinieblas y trazando caminos. Olvidarse del llanto, orgullosos y altivos y entregarse al placer de vivir en peligro, de morir sonriendo, de reír sin motivo. Hay que olvidar el llanto, ponerlo por escrito: una alianza fuerte, un fuerte compromiso; pero si no es posible, si no encuentras los hilos, al menos, simplemente, entregarse al olvido.
ESTE QUIERO Y NO PUEDO Te presiento a lo lejos, humana, indiferente; invades los espejos, te instalas en mi frente. Me aparto, te retiro, mas no puedo perderte, mientras huyo suspiro, soñando con tenerte. ¡Este quiero y no puedo, este puedo y no quiero! A esperarte me quedo, huyendo te prefiero.
LOS ECOS Cuando tú te marchaste todo quedó en silencio, silencio contagioso, ruidoso silencio. Y las horas de plomo paralizando el tiempo suspendieron las noches en lúgubres recuerdos. Y me quedé si nada, sin ti, sin mí­, sin ellos. Y si no tus palabras tengo al menos los ecos, que dejaron tus pasos, que sembraron tus besos.
SIN REMEDIO Ese mar infectado, teñido de tristeza, ese sabor a plástico, que inunda las tabernas. Ese cielo sin luz, sin Sol y sin estrellas,, esos dioses supremos machacando la Tierra y esa verdad precaria, inútil, justiciera, es el triunfo del mal, el final de la guerra, la derrota de todos, el fin que nos espera.
PEREGRINOS Aunque vengan del infierno no hallarán el paraÍ­so, no hay paraÍ­so posible aguardando al peregrino. Y no hay luces esperando, ni esposas, madres ni hijos, sino pelotas de goma, y una corona de espinos. Ni nadie, nadie que escuche, ni que responda a sus gritos; tan solo la boca amarga y el corazón abatido; y el silencio de los cielos presidiendo su destino.
SUS ARMAS Es la pluma su espada, con ella en ristre, combate a los malvados con brazo firme. Corazón de poeta, de piel sensible, acomete con rabia, igual que un tigre. Vencedor de la muerte y sus confines, su palabra es eterna, su voz sublime.
MI CANCIÓN En el mar de la mañana a bordo de mi velero, -singladura cotidiana, debajo de mi sombrero – navego por las esquinas de mis asuntos pendientes, lo mismo que una ruina que se lleva la corriente. Con las velas extendidas apenas toco el timón: otros manejan mi vida yo manejo mi canción.
PRIMAVERA IX Estos dÍ­as azules vestidos de tibieza, de atuendos transparentes, de sonrisas inquietas, son la luz de la vida, su sal y su pimienta; La carne que persigue su lugar y su presa, su ritmo y su color su piel dorada y fresca; la sangre de los dioses, el grito de la Tierra.
PRIMAVERA X En la noche de los tiempos, mundo viejo, luna nueva, iIluminando los cuerpos que inventa la primavera. Luna reinando en el cielo, luna de plata que tiembla, regando los rostros negros de luz pueril y traviesa. En el templo de los versos, la luna canta sus penas, penas con sabor a cuento, cuentos de la luna nueva.
RABIA Viendo pasar la locura por las calles de mi patria, sintiendo el vasto cansancio de las luchas aplazadas. Disfrutando de ese Sol, suave sol de la mañana, me siento a esperar las horas sin miedo y sin esperanza. Cargado de desengaños, en una tierra que ladra, que te muerde y te lastima, que te hiere y que te engaña; que se olvida de sus hijos, cargado de miel amarga, escribo mientras me roigo entre el silencio y la rabia.
LA HERIDA Tengo abierta una herida desde hace tanto tiempo, que ya no es algo extraño, es parte de mi cuerpo. Tiene tantas raÍ­ces, que me llega a los huesos y ocupa cada célula como un pirata obseso. Forma parte de mÍ­, soy yo, yo sin consuelo, conmigo para siempre, a mi lado, por dentro. La herida me consume y de la herida bebo, para la herida vivo y por la herida muero.
MANCHARSE Aunque se afrente todo aunque se ensucie el traje, vivir es apretarse contra el mundo, limpiamente mancharse. En el centro del ruedo, como mandan los cánones, de frente y por derecho, desafiando al miedo y al desastre, vivir es confundirse con los otros, beberse cada instante. Aunque pierdas tu paz, aunque te falte el aire, aunque te sientas solo, enfrente del demonio y de los ángeles, vivir es apretarse contra el mundo, limpiamente mancharse.
MIS DUDAS Como pez en el agua, me muevo entre mis dudas, seguro, en equilibrio entre el Sol y la Luna. Yo no quiero certezas ni evidencias seguras me va más la esperanza que la certeza cruda. Me gusta estar alerta, prefiero las preguntas, las preguntas eternas, las preguntas desnudas. Que caminar sin red y tener muchas dudas vale más, mucho más, que no tener ninguna.
LUNA DE DÍA Luna de dÍ­a, pálida, transparente melancolÍ­a. Luna sin brillo, desolada y errante como un chiquillo. Luna sin llama, desnuda y taciturna como una dama. ¡Ay, luna llena, sin luz y sin color, penita, pena.
AMOR PELIGROSO El peligro de perderte me impone más desearte, me convierte en tu estandarte, me obliga más a quererte. El amor en la batalla se remoza y fortalece; porque sin riesgo no crece, y sin albur no se halla. Sin fracaso no hay victoria, ni placer sin sufrimiento, amor a salvo del viento, amor ganado sin gloria.
EL JUEGO El filo de una espada amenaza mi cuello, pero el tuyo también corre bastante riesgo. El dueño de la espada tiene un feroz ejército, de sicarios feroces y soldados siniestros, que usa sin compasión, contra todos los nuestros. Has de poner cuidado, pero no tengas miedo, vivir y perecer forma parte del juego.
EL GEN EGOÍSTA El gen sigue saltando de cuerpo en cuerpo, danzarÍ­n consumado, indomable y eterno. Su destino es pasar a través de los tiempos, juguetón, egoÍ­sta, misterioso y travieso. A lomos de fugaces y ajados esqueletos, camina sin descanso rumbo al infierno. Siempre sobreviviendo, añoso y viejo; eterno amanecer distinto y nuevo.
LAS FIERAS En el vientre negro de la gruta negra, los pies emboscados en la gris moqueta, con ojos de vÍ­drio esperan las fieras, con trajes, corbatas y blusas de seda. Se miran con rabia, pero se respetan, y nunca se hieren ni hay sangre entre ellas. Dentro del despacho, las fieras esperan con dientes siniestros a las pobres presas.
LOS OJOS DE LA LUNA Y me mira la luna y la miro y me escondo; de sus claras pupilas se protegen mis ojos. Porque la luna mira por encima del hombro y su voraz mirada te traspasa hasta el fondo. Y aunque huyo y me escapo, y aunque cierro mis ojos, los suyos me persiguen sin piedad, sin reposo.
PRIMAVERA VIII Explosión de colores, que suenan como arpegios febriles, contagiosos, poderosos, soberbios. Los jugos de la vida subiendo por los cuerpos, como pompas azules ascendiendo hasta el cielo. El vuelo de las almas infinitas, sin freno, jugando por el aire en incansable vuelo.
EL VIEJO Se resbalan los días con languidez de siesta, despacio, lentamente, lo mismo que la niebla se derrama sutil desnudando la sierra. Aburridas, monótonas sus horas se congelan en el mar de la tarde pegajosa y eterna. Y sin nada que hacer el viejo abre la puerta y posa su mirada en lacalle desierta.
LAS BROMAS DEL LENGUAJE Aunque tengas razones, no tienes la razón y no tienes pasión, aunque tengas pasiones.Son bromas del lenguaje, confuso, intermitente, desazón de la mente perdida en su paisaje.Como leves mariposas, Las voces las lleva el viento; quiero decir lo que siento. pero me sale otra cosa.
EN LA RED la red de las cosas que pueblan nuestro espacio, dejándose llevar, cual juguete de plástico, el hombre es un insecto dormido, acorralado. En la tela de araña, que fabrica el pasado, con heridas que duelen con dolor sin descanso así­ vamos muriendo, en la red atrapados.
SILENCIO Silencio. Para lo que hay que decir es mejor guardar silencio. por respeto a los mayores, a los vivos y a los muertos. Silencio. Si la verdad no se dice es mejor guardar silencio, cerrar la boca y callar, sellarla con cuatro sellos. Silencio. Aquello que hay que olvidar, mejor dejarlo en silencio.
VIVIR Vivir es cabalgar a lomos de una duda, vivir es caminar tú solo, sin ayuda. Porque la vida invita, a cogerla del brazo, a echarse en su regazo y llamarla “bonita”. No hay que vivir llorando, hay que vivir sonriendo, hay que vivir cantando, hay que morir viviendo.
EL VIEJO PIANO Ved, cómo duerme el piano, viejo piano sin notas, sin arpegios y sin manos, que apacigüen su derrota. Vencido, desvencijado, tiranizado a su suerte, condenado ya a la muerte, desnudo y abandonado. Pobre piano que antaño gozó de amor y fervores, hoy olvidado y extraño, sin pasión y sin amores.
DESPACIO Para llegar a tiempo hay que correr despacio, detenerse las veces que dispongan los astros y seguir el camino a pesar del cansancio. Que no se pierda nada, que no toquen tus manos y que nada nos pase tristemente de largo. Agarrarse a las cosas, que pasen por tu lado como si fuera lo último que estrecharán tus brazos, y tener siempre a punto el arma entre los labios.
IMPOSIBLE EL OLVIDO Me olvido del olvido, cuando regreso a ti y me instalo en la luz de tu memoria. no hay olvido posible que te ignore, ni conoce la duda quien te nombra. Hasta el miedo se apaga y el dolor se disuelve, como una pompa de jabón se pierde al roce de tu mano temblorosa. No hay olvido posible que te manche, ni soledad más triste que tu ausencia, apenas queda nada si no estás, si no reina tu boca.
CANTAR Algunas veces canto por no llorar, lo juro, pero no es triste el llanto, es tan solo un conjuro, una forma de hablar, de decir “aquÍ­ estoy”, otra forma de amar, de daros lo que soy. Cantar es trascender la piel y la memoria, disponerse a vencer ¡ay, sin pena ni gloria!
DEJAR DE SER Dejar de ser para seguir contigo, perderme, pervertirme y anularme, dejar de ser quien soy hasta olvidarme de todo lo que fui, triste castigo le pones a mi pobre patrimonio, escueto, pobre, triste, pero mÍ­o, maltrecho entre tus dudas y el vacÍ­o que pinta con su rabo tu demonio. Tendré que decidir si deshacerme para seguir, cadáver, a tu lado o, por contra, quedarme como estoy; volverme otra persona o mantenerme Íntegro, pero solo y olvidado. fundirme en ti o seguir siendo el que soy.
EL SALTO Tendré que saltar un dÍÍ­a igual que un titiritero, de la pena a la alegrÍ­a, de lo grave a lo ligero. Será un salto inesperado y dejaré boquiabiertos a solteros y casados, a los vivos y a los muertos. Sé que tendré que saltar, seguro que saltaré, pero tengo que entrenar y aún no sé cuándo lo haré.
EL PÁJARO El pájaro anuncia, con su voz de plata, la fugaz visita de la madrugada. Sus trinos son perlas teñidas de alba, que pintan el aire de sutiles nanas. El pájaro anuncia, con su voz dorada, el sol que se asoma detrás de las casas.
ELLA Porque siempre está alegre, porque nunca defrauda, porque tiene en la piel el Sol de la esperanza. Porque suma y no resta, porque mira al mañana, convirtiendo el futuro en una buena causa. Porque tiene verdades, que dice mientras canta, porque nunca te niega, porque nunca me engaña, siempre la llevo dentro calentándome el alma.
TENEMOS QUE HABLAR Hablar para sentir las claves del misterio, el misterio de hablar sin decir nada nuevo. Hablarle a la memoria, hablar con los recuerdos hablarle a las paredes, conversar con los muertos. Hablar para sembrar palabras en el viento, porque hablar de verdad es hablar en silencio.
EL SOL Y MIS PENA El Sol me mira travieso y yo le cuento mis penas; él las recoge solÍ­cito y, alegremente, las quema, y mis penas se disuelven como el paisaje en la niebla, como una parte en el todo, como un tronco en la candela. El Sol me sigue mirando y mientras me mira vuela y yo me pongo a volar, sin la carga de mis penas.
LA NIÑA La niña sonrÍ­e, leve, vaporosa, mirando el espejo con ojos de novia. Su imagen devuelve su cara dichosa un halo la envuelve y besa su boca. La niña se mira Complacida toda, No está más bonita, pero va a la moda.
PRIMAVERA VII Se han ido quedando atrás los témpanos transparentes, las tardes breves, fugaces, las noches largas, de nieve; como un suspiro se van y volverán, como siempre. Otra vez la primavera viene a rescatar mi frente de la caverna invernal, trasunto fiel de la muerte.
VIVIR II ¡Hay tanto que olvidar para seguir viviendo y tanto que perder para ganarlo luego! Vivir es un milagro, la vida es un misterio, un azar imposible, un seguro con riesgo. Si tienes que jugar, Juega, pero en secreto; no le digas a nadie los trucos de tu juego.
PRIMAVERA VI El viento agita sus hojas, el árbol vuelve la cara, hay un velo incandescente en el blanco de las casas. En la veleta se posa un jilguero que le canta su plegaria al hortelano, que en su trabajo se afana. Entre los floresta croa lánguidamente una rana y entre las ramas frondosas teje su tela la araña.
EL VERDE El verde se ha hecho dueño del monte y la pradera, del alma y sus refugios, del cuerpo y sus tinieblas. Ha sometido al gris a una pena sin tregua y ha encadenado al hielo a un pozo de tristeza. El verde se ha extendido como una plaga buena, por todos los rincones de mi vieja osamenta.
PRIMAVERA V ¡Ay, la primavera, dulce como un niño durmiendo la siesta! Desde la ventana, el paisaje brota con la luz del alba y los ojos niños descubren sin pausa una nueva luna del techo colgada. ¡Ay, la primavera fugaz como un rayo rasgando la niebla!
ELLOS Y NOSOTROS Ellos somos nosotros, nosotros somos ellos, un trozo de verano, un pedazo de invierno; una fuente sin agua en medio del desierto, una flor que no huele, una caricia, un beso; también una frontera y, a veces, un recuerdo. Una página en blanco en un libro sin dueño: ellos somos nosotros, nosotros somos ellos.
LA LUZ Desnuda la mañana, la luz irrumpe ciega por los cuatro costados de la infinita tierra. La luz que llena el mundo de colores de fiesta, colocando en su sitio las formas y las fronteras. La soberana luz, brutal, se despereza y en su magno alborozo desnuda las tinieblas.
¿? ¿TAL VEZ, LA VIDA? No es hermosa, pero es bella; es temporal, pero eterna; dice cosas que no dice y si se acerca se aleja. Es pura contradicción, muy antigua pero nueva, algo que es y no es nada, un beso en alma de fiera. Una tiniebla en la luz, una luz en la tiniebla.
EL ARPA MISTERIOSA Las notas se deslizan con suavidad de alondra por las cuerdas sublimes del arpa misteriosa. Unas manos arrullan su levedad sonora y unos labios repiten su queja dolorosa. En la paz de la tarde tranquila, silenciosa, el alma se hace acorde del arpa misteriosa.
BÚSQUEDA Y aquÍ­ estoy, ciegamente, sin mapas, por las buenas, indagando la noche, su piel y sus fronteras. Lastrado por mis dudas, sin alguna certeza, que deje entre mis manos un arma en esta guerra. Alejado del mundo, no encuentro una respuesta ni nada que permita ni siquiera una tregua.
EL VIAJERO Anhelante cansancio sueña frescas praderas y frondosos vergeles con placidez de siesta. El mundo que trasporta le cabe en la cabeza, le tiembla en la memoria, le marca las fronteras. No hay nada que lo llame, nada que lo detenga, su destino es huir sin pausa, con paciencia. Su rumbo es avanzar, y el camino su meta.
DE NUEVO LA PRIMAVERA nuevo la primavera ha sembrado resplandores en las dormidas aceras. Las bocas y los suspiros tiernamente se despiertan y la sangre empieza a hervir desde el mar de las tinieblas. Nuevamente, los verdores se apoderan de la Tierra, debajo de un Sol, que mira como un amante sin tregua. De nuevo la primavera va sembrando pubertades por las heladas aceras.
PRIMAVERA IV Brotan de los rincones bocas y labios y salen los colores de los armarios; hacen fiesta las flores y los espacios se llenan de rubores alegres, mágicos. Y es que en la primavera se agita el cambio y triunfan los iguales y los contrarios.
EL AMOR SE HACE CARNE El amor se hace presente, se hacer cuerpo, se hace carne y trepa por las paredes en las burbujas del aire. Se cuela por los balcones, como un ladrón insaciable y apura el último trago en cada gota de sangre. Y la luna entre las nubes, suspirando sus pesares, saca la lengua y sonriendo guiña un ojo a los amantes
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A PULSO En el fondo, la vida es un combate a pulso entre tú y los demás, tú solo frente al mundo. Radical soledad, combate gris, oscuro, librado frente a todo, donde no cabe el triunfo. De derrota en derrota, camina hacia el futuro, donde espera la muerte, el último segundo.
APENAS NADA Vamos pasando sin pena ni gloria por esta farsa, sin apenas darnos cuenta de todo lo que nos pasa; deshojando margaritas rebuscando en la hojarasca peleando con recuerdos y malgastando palabras. Sembrando sombras inútiles, quemándonos en las ascuas y dejando en la memoria cenizas, apenas nada.
PRIMAVERA I Como un rayo travieso, como una inmensa hiedra, te atrapa con sus brazos la dulce primavera. Sin pausa y sin remedio te pilla por sorpresa y se apodera ufana de todas tus miserias. Ese rayo de sol, que calienta la tierra es un canto infinito, es la vida que llega.
PRIMAVERA II Mis ojos se han aferrado a esta luz incandescente, como el rÍ­o enamorado se encadena a la corriente. De sol se viste mi casa, de fuego los corazones y la soledad fracasa con sus tristes intenciones. Vaga la Luna en el cielo, festejando la llegada de un manto de terciopelo vistiendo la madrugada. Tardes, noches y mañanas tejidas con la alegrÍ­a de las pasiones humanas en frondosa algarabÍa.
PRIMAVERA III Las tardes de abril, caricias de una mano enamorada, de unos dedos bulliciosos jugueteando en el agua. Puestas de Sol, que son besos prendidos a la almohada, donde reposan los dioses sus veleidades humanas. Levedades que la brisa convierte en gozo del alma bajo el palio que las flores andan trenzando sin pausa. ¡Ay, tardes de abril, caricias de una mano enamorada!
NIEBLA Una cortina de nada ha diluido las cosas y las casas son fantasmas, sin contenido y sin forma, sepultadas si remedio, se pierden bajo las copas de los árboles siniestros, que antaño les daban sombra. ¿Y los hombres y mujeres? Escondidos en sus cosas vagando por sus recuerdos, perdidos en sus historias.
CAMINANTES Enfrascados en sus cosas, ajenos, ensimismados, embebidos en su mundo, pequeño mundo de plástico; perdidos, sin horizontes, extraños, desorientados. Con todo el peso del mundo, pero nada entre sus brazos; atrapados en la red, que tejen sus propias manos, los caminantes caminan, vencidos, tristes, cansados.
EL JINETE A lomos de una jaca, bermeja, pinturera, se adentraba el jinete en el mar de la sierra. Oteando los llanos desde la cumbre enhiesta, señala al horizonte como anhelada meta; meta que no culmina su viaje de vuelta. Lo suyo es viajar, caminar mientras pueda.
ALEGRÍA En el estruendo del viento, suena una queja temprana que solo dura un momento y que enciende la mañana. ¿Tristeza o melancolÍ­a? ¿o solamente el sollozo, pleno y colmado de gozo, que atesora la alegrÍa? Es el grito de la vida, que brota de las gargantas, como una alhaja escondida, que en el viento se agiganta.
CUANDO ME MIRAS TÚ Cuando tú me miras se aclara el misterio se acercan las flores, se alejan los miedos. Se apartan las dudas, y en el mar del cielo escriben tu nombre las plumas del viento. Yo sé que lo sabes, pero también quiero decÍ­rtelo ahora, decÍ­rtelo luego: cuando tú me miras me invade el misterio.
CONSEJOS Escapa de las tinieblas, te quiero con alegrÍ­a, ¡que se levante la niebla! ¡Que triunfe el albor del dÍ­a! Dale la mano a la vida, que estallen las emociones, que florezcan las canciones y se cierren las heridas. Y que se escapen los necios con el rabo entre las piernas, que nadie le ponga precio al vino de las tabernas.
EL MOMENTO Porque llevo tanto, tanto esperando este momento, cuando llegue llegará seguramente a destiempo. Tantas veces he vivido su bondad anticipada, que cuando llegue estará ya marchita en la distancia. Esperar es consumir el alma de lo que esperas es, poco a poco, morir, poco a poco mientras llega.
A VECES, MUCHAS VECES A veces una pluma pesa más que aquel monte y una luz puede ser más negra que la noche. A veces, muchas veces, las mejores razones no llegan a espantar las mentiras del hombre. Y el ruido que ciega y el eco de las voces se apoderan de todo, cierran el horizonte.
ALGUNAS VECES Algunas veces la vida te retira la sonrisa, vuelve la cara a tu paso, parece que no es la misma. O con ojos impasibles, te mira cansada y frí­a y tú te sientes extraño y bajas también la vista. Y es que la vida no siempre juega la misma partida y a veces se va tan lejos que no parece tu vida.
CONCERTINAS Me duelen las concertinas crucificando esos cuerpos, y me duelen sus heridas, sus miserias y sus muertos. Me duelen los mercaderes, que trafican con sus sueños y me duelen las razones de los ricos, de los “nuestros”. Me duelen esos chiquillos inundados de desierto, pues su dolor es de siempre, viejo como el mundo viejo. Y me duelen las mentiras, que hablan de malos y buenos; porque me duelen los blancos, también me duelen los negros.
EN EL BALCÓN DE TUS OJOS En el balcón de tus ojos hay flores de mil aromas, de esplendorosos colores y de sorprendentes formas. Flores que encienden el Sol y suben por mis farolas, y que siembran ambrosía en el cielo de tu boca. Por el balcón de tus ojos trepo febril como alondra que canta cuando te mira y que rí­e cuando llora. Desde el balcón de tus ojos me descubro de otra forma, luminosa, transparente, imposible, misteriosa.